58.- Flores

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-Vamos, Yugie. Nosotros estamos contigo. Deja de llorar.

Bambam acarició su espalda mientras JaeBeom lo abrazaba con fuerza. Apretando su cuerpo contra el propio para que el pequeño dejara de llorar. No se suponía que YuGyeom lloraría tanto ese día. Se supone que iría al cementerio, dejaría las flores, hablaría con su padre un rato y luego si iría a la empresa.

Como el año pasado.

Pero en vez de eso, el menor se encontraba llorando con fuerza contra el pecho de JaeBeom. Cada vez se sentía más insoportable el estar sin su padre. Sin sus chistes en los momentos menos esperados. Sus abrazos cuando algo no le salía bien. Sus palabras de aliento cuando, en la Universidad, sus calificaciones no eran las que él esperaba. Y que decir de las noches que se quedaban viendo películas hasta tarde solo porque YuGyeom no tenía sueño.

-Eres fuerte, Gyeomie. Yo estoy contigo. - susurró JaeBeom.

-No me dejes, hyung.

Y el corazón de JaeBeom se apretó.

Los ojos de todos se posaron en ellos y nadie sabía que hacer con tanto.
YuGyeom era un niño jugando a ser adulto, solo que sin contar que no era un juego.

-No pienso dejarte.

-Ni nosotros, bebé.

YuGyeom sujetó la mano de Bambam y se alejó de JaeBeom. Camino a paso lento hasta la tumba de su padre. Su corazón estaba latiendo eufórico de tanto dolor acumulado en su pecho. Porque apesar de ya tener dos años sin estar con él, aun le dolía muchísimo estar en su casa sin su padre.

-Todo estará bien, bebé. - Bambam acarició sus brazos. Lo último que quería el rubio era que su niño se pusiera mal de nuevo.

-Eres fuerte y puedes con todo. Lo sé. Te conozco YuGyeom. Se que puedes.

El menor asintió sin muchas ganas y luego, después de unos hipidos más, se arrodilló en el suelo. Dejó el ramo de flores y suspiró. El dolor crecía en su pecho tan rápido que, él creía, moriría de un ataque al corazón.

-Hola papá... - dijo llorando. Bambam y los demás sintieron sus corazones doblarse de dolor. Su menor estaba siendo fuerte. - Perdón por no venir más temprano. Los chicos estuvieron haciendo su mejor esfuerzo por cuidarme esta semana. Además de traerme aquí, contigo. Ellos saben que para mi no es fácil hacer esto... - nuevas lágrimas calleron por su mejillas. - pero aquí estoy.

Sonrió.

-Se que quieres saber como llevo la empresa y déjame decirte que esta en el lugar número uno a nivel mundial. Todos quieren nuestros productos. Sus manos comenzarón a temblar y su corazón a latir un poco más despacio. - Tengo pareja... - dijo sonriendo. - se que no alcanzaste a conocerlo, pero es muy guapo. Es Tailandes y me cuida mucho. Lo conozco hace dos años. Es mi asistente y no pienses mal, no mezcló lo personal con lo laboral. Soy responsable.

Los mayores observaron sonriendo a su pequeño YuGyeom.

-Te extraño... - dijo de pronto. - te extraño como no tienes una idea. Me haces tanta falta que a veces quisiera haberme ido contigo. JaeBeom negó repetidas veces. YoungJae lo abrazo. - Pero se que estoy aquí por algo. Se que tengo un propósito y prometo cumplirlo. Prometo ser fuerte por ti. Por mí. Por mis hyung. Por Kunpie. - dijo. - Ah si, él se llama Kunpimook. Es increíble como JaeBeom. Inteligente como Mark, carismático como Jackson y audaz como YoungJae.

YuGyeom lloró más.

-YoungJae es mi nuevo amigo. Es novio de JaeBeom. Se ven muy lindos juntos. - se limpió las lágrimas. - bueno, creo que es todo lo que ha pasado desde que te fuiste. A demás de que he madurado, el tío TaeHyung dice que llevo todo bien, ¿te acuerdas de él? Pues sigue siendo todo un galán. Es increíble. Y también me cuida mucho. Bambam se acercó al menor. YuGyeom sonrió triste. Había llegado la hora de despedirse e ir a la empresa.

Lo sabía y en cierta forma lo entendía.

-Ya debo irme papá. Yugie tiene que trabajar para que tú no te preocupes. - se inclinó más y dejo un rápido beso en la lápida donde el nombre de su padre descansaba junto a la fecha de su muerte. - te amo.

-Vamos, amor.

El menor utilizó toda su fuerza interna y se levantó. Hizo una reverencia marcada antes de comenzar a caminar a la salida. Sus mayores lo rodeaban. Su papá lo cuidaba desde un lugar mejor, él lo sabía y en cierta forma le gustaba que su padre estuviera bien.

Donde sea que estuviese.

Fastidioso YuGyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora