28.- ¡Hyung's!

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-¡¿Acaso eres imbécil?!, ¿sabe qué?, no me respondas, es obvió que lo eres. - JaeBeom lo regaño.

-¿Por qué haces tanta estupidez?, ¿acaso quieres que Bambam te odié?

-Yo no lo hice con ninguna intensión de esas. Yo sólo quería que sintiera algo de celos.

Jackson lo observó molesto al igual que JaeBeom, Mark y YoungJae.
Sí, todos ellos estaba regañadolo por la estupidez que había hecho. Es que ¿en verdad lo había hecho?, ¿en realidad había lastimado al mayor con esa falsa llamada? Agachó la mirada a sus dedos y poco a poco la culpa fue invadiendolo. Las ganas de correr a donde su mayor estaba, se hacía cada vez más fuertes.

Pero era más que obvió que sus mayores no lo dejarían hacer tal cosa.

-Gyeomie, conoces a Bambam desde hace un año ¿por qué creíste que eso era buena idea? - YoungJae preguntó.

-No lo sé. Parecía buena idea al principio. Pero luego, cuando lo vi triste y a punto de llorar, esa estupidez me golpeó la cara. Yo no quería lastimar de esta manera a Kunpie.

Las lágrimas poco a poco abandonaron sus ojos. Sus mayores se sentaron a su lado para abrazarlo. Porque apesar de ser un tonto era un niño y uno que necesitaba más cariño que ninguno otro.




Bambam se tiró en su cama con los ojos hinchados y rojos. Llevaba toda la tarde llorando por culpa de Kim y no podía detenerse. Es que, dolía y vaya que dolía.

¿Cómo es que siquiera pensó que el menor le iba a rogar toda la vida?, era obvió que no. Sus ojos se llenaron de lágrimas de nuevo, pues el recuerdo de la mañana estaba tan presente y audible que su sensible corazón no hacía más que latir eufórico de dolor.

Todas y cada una de las palabras del más chico se repetían en su cabeza como un constante recordatorio de su miseria. Hasta que la puerta de su apartamento se abrió y unos pasos apresurados se escucharon por el pasillo que daba a las habitación. Se sentó en la cama y tallo sus ojos para intentar borrar el rastro de lágrimas que se había formado en sus mejillas. Sorbio su nariz y esperó a que YoungJae tocará.

-Bambam, ¿puedo pasar?

Contestó un leve "" que Jae apenas pudo escuchar. Más no espero mucho e ingresó a la habitación con paso lento. YoungJae observó a su mejor amigo sentado en la cama con los ojos hinchados y rojos. Su corazón se apretó con fuerza al verlo de ese modo. Así que corrió el poco espacio que lo separaba del menor y lo abrazo con fuerza. Pues le dolía verlo de aquella forma. Tan débil y herido. Tan roto.

-Lo siento. - dijo el mayor.

Bambam negó repetidas veces a las disculpas de su amigo. No había razón para que YoungJae se disculpara con él. A menos que él fuese esa persona con la que el menor hablaba, entonces sí, no habría nada en el mundo que pudiera hacerlo perdonarle.

-¿Tú eras con quien hablaba YuGyeom en la mañana?

-No.

-Entonces no tienes porque pedir disculpas.

YoungJae se alejó un poco del menor para poder observarlo. Aquellos ojos se veían tristes, pero en medio del dolor, las lágrimas y el sufrimiento, todavía existía una pizca de amor guardada.

Una pequeña pizca.

Fastidioso YuGyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora