41.- La primera vez

674 92 17
                                    

YuGyeom y Bambam se encontraban en la cama del mayor devorando sus bocas con urgencia. Era como si sasiaran sus deseos más íntimos solo con esa simple acción de sus labios. Bambam tenía las piernas abiertas dejando a Yu entre ellas prisionero.

Cuando llegaron a la casa del más grande, ninguno de los dos pensó que terminarían de esa manera, ni mucho menos que Bambam fuese quien comenzara todo. YuGyeom aún seguían aturdido por lo que estaba pasando, más no le dio mucha importancia porque lo estaba disfrutando. Los labios de su mayor eran tan adictivos como el alcohol. Tan suaves como la seda. Tan gruesos. Perfectos.

Con su boca fue dejando un camino de besos desde la barbilla de Bambam hasta un poco más abajo del ombligo, logrando que un jadeo escapara de su garganta. YuGyeom comenzaba a disfrutar estar de aquella manera con el mayor. Teniéndolo a su merced por el tiempo que él quisiese. Sin interrupciones.

-Y-yugie~

Sus dedos aferrados a las sábanas de la cama mientras el menor ascendía por los mismo lugares por donde había bajado, deteniendose más tiempo en los botones rosados del mayor. Bambam ya no sabía que más sentir; los labios del menor estaban por todo su cuerpo llevándolo mil y una vez al cielo sin necesidad de otros toques. De pronto, sintió como la lengua del menor se unía a esa exquisita sensación en su pecho. Una ligera succión en su botón izquierdo y luego una leve mordida. Esa acción le robó más jadeos que ya le eran imposible controlar. Su autocontrol se estaba llendo al carajo junto con su pudor.

-Eres tan hermoso de esta manera.

YuGyeom volvió a atacar los inchados labios de Kunpie cuantas veces se le dio la gana, pues tenía que aprovechar ese arranque de valentía que, de la nada había llegado. Tenía que disfrutar el cuerpo el tailandés antes de que este se arrepintiera por lo que estaba pasando.

-Estoy...estoy tan enamorado de ti.

Confesó con los ojos cerrados y las mejillas calientes, pues YuGyeom había rozado sus intimidades en un ligero toque que logró despertarlo. Kim no sabía si en verdad estaban pasando las cosas. Si es que había escuchado bien lo que Kunpie dijo.

¿No era un sueño?

Yu bajo sus labios al cuello del mayor y con su lengua delineó una pequeña sección que luego succiono con fuerza arrancandole un nuevo jadeo al mayor.

-Yo estoy más enamorado de ti, de lo que tú, alguna vez, lo estarás de mí, Kunpie.

Bambam solo asentía repetidas veces, pues su cuerpo estaba tan despierto y caliento, que ese jueguito de palabras ya le estaba fastidiando. Él quería llegar al siguiente punto. Necesitaba llegar al segundo punto porque su cuerpo ardía. Su necesidad se había vuelto increíble y nada de lo que YuGyeom estaba haciendo lo ayudaba.

-Yugie, por favor.

-¿Seguro?

-Sí, sí. Contigo sí. Siempre.

Jalo los cabellos del menor hasta que tuvo la boca de Kim sobre la suya moliendose con fuerza. Tirando de su labio inferior y sus lenguas jugando una danza perfecta dentro de sus bocas. YuGyeom obedeció la petición del mayor. Haciendo con cuidado cada acción para evitar lastimar al mayor.

-Te amo~

Susurró Bambam cuando todo lo estaba sintiendo en la piel; las caricias del más pequeño; los besos en su boca, mejilla y cuello. La piel blanca de Kim sobre la suya en un suave vaivén que lo hacía ver las estrellas de puro placer. Y YuGyeom a punto de volverse loco con tanto jadeo y gemido que la boca de Bambam desprendía.

Era música para sus oídos.

Y sin duda se volvería lo mejor que jamás en su vida escuchó.

Fastidioso YuGyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora