30.- ¿Besarme?

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Bambam se separó, como pudo, del menor y estrelló su palma contra la blanca mejillas de la cara ajena.

-¡¿Qué...?!

YuGyeom observó perplejo a Bambam pues no lograba entender que era lo que le pasaba a su mayor.

-¿Crees qué con besarme las cosas se van arreglar?, pues no es así.

Okay...si había sido una pésima idea, pero en su defenza, no lo había obligado a nada.
Si mal no recordaba, el mayor había accedido a besarlo por voluntad propia. Así que ¿por qué solo querer hacerlo sentír culpable a él?

-Esta bien, esta bien. Lo siento. De verdad lo siento. - dijo el menor. - pero en verdad te extraño.

-¿Y qué quieres que yo haga?, todo lo que paso fue tu culpa YuGyeom.

-Sí, lo sé, pero lo que no sabes es que era una llamada falsa. Yo sólo quería que te pusiera celoso y así. No que lloraras y me ignoraras.

Bambam dio un paso hacía atrás sin despegar sus ojos del menor, el cual lo observaba algo nervioso para su propio gusto.

Las bromas amorosas nunca habían sido su juego favorito y que este niño le hiciera aquello era lo peor del mundo porque le había costado mucho aceptar que Kim YuGyeom le gustaba. Que no sólo lo veía como su jefe si no como algo más.

Algo que sin duda seguía vivo en su corazón y alma.

-Mañana me voy a Tailandia y quizás renuncié después de que llegué.

Pero Kim YuGyeom era más listo de lo que los demás creían. Él no dejaría que su mayor se fuera solo por una estupidez que le pareció buena idea.

¡NO!

Primero muerto que lejos de Kunpie.

-Esta bien. Vete a Tailandia. Disfrutá tus dos semanas de vacaciones y si tienes tiempo llámame.

YuGyeom lo sujetó de los hombros con fuerza y lo guío a la salida donde sin pedirle permiso o visarle, le planto un rápido beso en los labios.

Bambam quizo renegar y quizás volver a golpearlo, pero la sonrisa que se formó en sus labios al cerrar la puerta de la oficina se lo impidió.

Algo en su corazón le estaba diciendo que el menor era alguien con quién debería estar. Alguien con quién compartir sus sus sentimientos y deseos.

Alguien con quién hablar del futuro. Porque aunque YuGyeom fuera dos años más pequeño que él, no le quitaba, para nada, el porte de hombre maduro y con un futuro lleno de alegría.

Entonces ¿por qué no darle una ultima oportunidad al niño gigante?


-¿Por qué siempre llegas tarde cuando se trata de comer conmigo, Kim?

-Pues verá, lo que pasó es que a mi asistente se olvidó de recordarme la comida. Osea, no es que sea adrede, sólo es un accidente.

JaeBeom se mostró molestó con el menor por su impuntualidad de siempre al comer juntos y más ese día que unas horas más tenían una reunión de negocios.

Jackson por su lado, solo sonreía al ver a sus amigos de aquella forma. Pues él solo estaba de invitado por parte de JaeBeom.

A modo de bienvenida.

-Ya déjalo,JaeBeom. Que no ves que esta todo rojo y arrepentido.

-¡Siempre me hace lo mismo!

-Lamento la demora del joven Kim. Al revisar su agenda, pase por alto la comida con ustedes. Me disculpó por mi error.

El mayor observó la distancia que había entre los menores. Los hombros tensos de YuGyeom y la incomodidad de Bambam.

Esos dos seguian peleados.

-Esta bien. Aceptó tus disculpas Bambam, pero que no se vuelva a repetir.

El menor asintió y luego levantó su mano para que un mesero se acercara a tomarles la orden.

Fastidioso YuGyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora