71.- Tuan

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Mark iba tan entretenido en su celular que no ponía atención a donde iba caminando. Se concentró tanto en ese aparato que ni siquiera se dio cuenta que Jackson lo esperaba en la entrada de la clínica con un bello ramo de rosas.  Y no fue hasta que el chino lo llamó que él levantó la vista para posarla en Wang. Sus mejillas pronto se incendiaron y su corazón latió eufórico ante tal detalle. Pues Jackson llevaba más de una semana sin hablarle del todo. Sin invitarlo a salir o siquiera voltearlo a ver en el desayuno. Tuan no sabía que iba mal con ellos, si hace apenas unas semanas que se había besado por primera vez.

No comprendía porque ese repentino cambió en el menor.

-Hola.

Saludo el doctor cuando estuvo lo suficientemente cerca como para recibir las flores.

-Lamento lo de esta semana, Markie. He tenido más trabajo que otras temporadas.

-Igual, no es como yo estuviese libre.

Ambos chicos sonrieron. Se veían fijarmente sin poder evitarlo y la verdad, sin queré evitarlo. Pues lo sentían, sentían ese amor que florencia con el paso de los días sin importar si se veían o no. Sabían que sus corazones y vida estaban conectadas y que nada ni nadie podía romper eso.

Y les gustaba.

-¿Estas libre ahora?, quiero llevarte a comer.

-Sí, sí estoy libre. Solo déjame llevar esto al auto y vamos.

-Okay, te acompañó.





Jackson acarició el cabello rojizo de Mark con cuidado. Su mano libre enredada con la del mayor en un agarré cálido. Llevaban más de una hora sentados en la terraza de la casona de los Kim sin decir una sola palabra.

Después de la comida decidieron no regresar a sus trabajos y simplemente pasar lo que restaba del día juntos. Cómo la pareja que pronto serían. Porque lo sabían, eran conscientes de lo mucho que se querían y de lo felices que eran estando juntos. Y lo querían, lo deseaban con toda la fuerza de su corazón.


-En verdad amo estar así contigo.

Jackson fue el encargado de romper el silencio que se había instalado entre ellos.

Mark sonrió.

-Y yo amo que estes conmigo.

El menor dejó un beso en el cabello del mayor. Esa era su atmósfera. Su momento y los demás lo sabían mientras observaba descaradamente desde el segundo piso. Más específico, desde la habitación de YuGyeom.


-Quiero estar siempre contigo, Mark. No tienes idea de la felicidad que me provocas cuando sonríes. Amo verte feliz.

-Tú me haces feliz.

Mark se sento derecho frente a Jackson. El menor se inclino sólo un poco.

-¿Serías mi novio?

Y el corazón de Mark volvió a latir eufórico. Sus ojos brillaron y la repuesta salió de sus labios en un beso. Se dejó ir a los brazos de Jackson y estrelló sus labios contra los ajenos mientras sonreía y asentía repetidas veces con euforia.


-¡Sí!, sí quiero ser tu novio.

Jackson volvió a sonreír.

Eso se sentía tan bien. Estaba tan feliz que podía, fácilmente, morír de un ataque al corazón. Mark acababa de aceptar ser su novio sin demorarse en pensarlo. Había aceptado sin pensarlo.

¿Qué más podía pedir ahora? Tenía a la persona que más feliz lo hacía en la tierra. Su vida laboral estaba por los cielos. Tenía todo. Su familia orgullosa de él y sus amigos felices. Nada podía ser más perfecto que eso.


-Te amo, Jackson

-Yo te amo mucho más, Mark.

Fastidioso YuGyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora