25.- Doctor

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Aquella mirada perdida en Jackson, sólo les confirmaba que algo había pasado tiempo atrás, cuando Jackson vivía en China quizás.

-Hola. - saludo el peli-rojo con una preciosa sonrisa que sólo altero más al pobre corazoncito de Jackson. - ¿Cómo estás?

-Oh, hmm, hola, hyung. Estoy mejor, gracias por preguntar y ¿usted?, ¿qué tal la carrera de Doctor?

-Terminé hace un año, en China. Cuando me tocó atenderte. Ahora soy medico de la empresa de ese chiquillo. - Señaló al más pequeño de todos, cosa que sólo provocó que Kim se sonrojara y se escondiera debajo de un cojín. Pequeñas risas se escucharon así como uno que otro suspiro ensoñado. Jackson era el de los suspiros porque ¿qué cosa buena hizo él para volver a ver al guapo doctor que lo atendió tan bien y que además le hizo ver las estrellas con sólo sonreírle?

Se lo merecía, porque no sólo era buen hijo, si no que también buen amigo, hermano, cantante, modelo, etc., etc.,

Él en verdad se merecía volver a verlo.

-Bueno, YoungJae y yo ya nos vamos. - dijo JaeBeom. - ¿vienes Bambam?

-Oh, sí. Gracias. - YuGyeom se levantó al tiempo que Bambam y le sonrió ampliamente. Bambam le regaló un beso en la mejilla y se despidió de los mayores con una sonrisa.

Mark le dijo que pronto hablarían de un tema importante y que por nada del mundo aceptaba excusas. El menor asintió siendo consiente de que era el tema y salió detras de su mayores.

-Bueno... - dijo el menor. - ¿quieren un poco de té?






-¿En serio?, no puedo creer que ahora hagas eso, Mark.

-¿Por qué?, es algo bueno y YuGyeom me ayuda a veces. - Jackson soltó la carcajada al escuchar a su mayor decir que YuGyeom lo ayudaba a atender en un bar nocturno del cual era dueño. Las cosas que se entera uno con una buen persona y una buena plática. -Es muy bueno atendiendo y no te preocupes, nadie sabe que es el dueño de la mejor empresa en muebles de Corea. Solo yo lo sé.

-Bueno, pero cuidamelo bien. Ya sabes como es de alcohólico el niño este.

Mark asintió sonriendo y luego bebió un poco de su té. Ese lugar se sentía tan cómodo, la compañía era tan linda que no quería irse. Más el reloj marcaba la media noche y él tenía que manejar hasta su casa; que por cierto no era para nada cercas.

-Ya debo irme... - dijo sin ganas de hacerlo.

Jackson era un chico muy lindo, animado y en cierto punto dramático. Le agradaba el chino, más de lo que en realidad estaba dispuesto aceptar.

-Bien. Sí, ya es tarde y mañana tienes trabajo. - dijo mientras recogía las tazas y los platos donde minutos atras, YuGyeom, antes de irse a "dormir", había dejado galletas. Mark le ayudó con algunas cosas y después caminaron juntos a la entrada de la casa, donde el portón negro los separaba de la calle.

-Me alegra volver a verte, hyung. Esperó y se repita pronto.

-A mí también me dio gusto verte otra vez, Jackson... - sonrió el mayor. - si quieres, mañana podríamos ir a desayunar ¿qué dices?

-¿En serio?, claro, hyung ¿a qué hora voy por ti?

-A las 9, a esa hora ya estoy libre.

-Bien, entonces te veo mañana.

-Hasta mañana.

Sacudió su mano en despedida y salió de la casa con una sonrisa plasmada en sus labios. Su corazón latió fuerte y su estómago sufriendo las consecuencias de haber hablado con Jackson.

Fastidioso YuGyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora