«Capítulo 1»

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Mientras Yoon Jeonghan se afanaba por atender las mesas, la suave brisa se enredaba en su cabello sedoso y corto.

Sostenía una bandeja con tres platos y vestía unos pantalones vaqueros con una camiseta blanca en la que ponía 'Hoshi's Place' al centro. Dejó los platos en una mesa ocupada por cuatro hombres cuyo cliente más cercano a él lo miró directamente a la cara y le sonrió. A pesar de que era claro que solo quería ser amable, Jeonghan tenía la certeza de que aquel hombre lo había continuado observando mientras se alejaba de la mesa.

En la zona de camareros, Hong Jisoo, Jeon Wonwoo y Boo Seungkwan, sus compañeros de trabajo y amigos más cercanos, comentaban que aquellos hombres venían desde Seúl en busca de una localización para filmar una nueva película de acción.

Jeonghan suspiró, tomó una jarra de té frío y se acercó otra vez a la mesa de los cuatro hombres para llenarles los vasos antes de regresar a la zona de camareros.

La temperatura era casi perfecta, el mar estaba en calma y reflejaba el color del cielo como un espejo. Las gaviotas se habían posado en la barandilla del restaurante, con la intención de lanzarse en picado bajo cualquier mesa en la que hubiera una miga de pan.

Para Kwon Soonyoung, quien heredó el local de su padre, éstas eran "ratas con alas" y ya había agarrado un desatascador para espantarlas. Aguantando la risa, Seungkwan se inclinó hacia Jeonghan, Jisoo y Wonwoo para cuchichear que le preocupaba más saber de dónde había sacado ese desatascador que las gaviotas en sí. Los cuatro chicos rieron.

Preparó otra jarra de té frío y limpió la barra con un trapo. De repente, notó unas palmadas en el hombro. Se giró y vio a Xu Minghao, el hermanastro de Soonyoung. Era un chico de diecinueve años que trabajaba a media hora como encargado del restaurante.

—Minki*, ¿puedes ocuparte de otra mesa?

El aludido sonrió dulce y asintió.

Minghao se perdió escaleras abajo y el mayor oyó a la gente hablando sobre amigos o familiares, el tiempo o la pesca. Vio que dos personas cerraban el menú y se acercó a ellas. Anotó el pedido, pero no se quedó allí para seguirles la conversación, tal como solía hacer Seungkwan. Jeonghan era más eficiente y educado, y a ninguno de los clientes les molestaba su actitud reservada.

Empezó a trabajar en el restaurante a mediados de Enero. Soonyoung lo contrató una tarde fría pero soleada. Cuando le dijo que podía empezar a trabajar el lunes siguiente, el desamparado chico tuvo que hacer un enorme esfuerzo para no echarse a llorar delante de él ya que en ese entonces, había pasado cuatro días sin comida y sin dinero.

Pasó por las mesas rellenando los vasos con agua y té, luego volvió hacia la cocina con el pedido.

Kim Mingyu, uno de los cocineros más elogiados del restaurante, le guiñó el ojo, como hacía siempre. Dos días antes lo invitó a salir, pero Jeonghan se negó. Uno; porque no quería salir con ningún compañero de trabajo y dos; porque sabía acerca de los sentimientos de Wonwoo hacia el más alto y no iba a hacerle tal cosa a su amigo.

Tenía el presentimiento de que el cocinero volvería a probar suerte, pero deseó que no fuera así.

—Creo que hoy no bajará el ritmo de trabajo —comentó el chico. Era un joven castaño y larguirucho que vivía con su mejor amigo, Wonwoo—. Cada vez que pensamos que tenemos dominada la situación, llegan más clientes y... ¡Zas! A volver a empezar.

—Es que hace muy buen día.

—¡Por eso! ¿Qué hace la gente aquí en un día tan soleado? Deberían estar todos en la playa, que es exactamente lo que pensamos hacer Wonwoo y yo cuando acabe el turno.

My Haven ➳ JeongcheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora