«Capítulo 28»

649 109 4
                                    


—Jungjae, ¿podrías venir un momento a mi despacho? —le dijo Doyoon, invitándolo a pasar con un gesto de la mano.

El castaño estaba a punto de sentarse en su silla, y cuando el jefe habló, sus compañeros lo siguieron con la vista. Su nueva mano derecha, Aron, ya estaba en su mesa y le ofreció una débil sonrisa antes de darle la espalda.

A Jungjae le dolía la cabeza y no quería hablar con Doyoon a primera hora de la mañana, pero no estaba preocupado. Era bueno con los testigos y las víctimas, sabía cuándo un criminal mentía, llevaba a cabo un montón de arrestos y a los criminales a los que arrestaba normalmente los condenaban.

Su jefe le hizo una señal para que se sentara en la silla, y pesar de que no quería, tomó asiento preguntándose por qué le estaba pidiendo que se sentara; normalmente se quedaba de pie cuando hablaban.

El dolor en sus ojos producto de las lágrimas derramadas por días seguidos era tan intenso como si le estuvieran clavando la punta de un lápiz afilado. Doyoon lo miró con intensidad durante un instante. Al cabo de unos segundos, el chico se puso de pie y cerró la puerta antes de apoyarse en la punta de la mesa.

—¿Cómo estás, Jungjae?

—Bien... —contestó. Quería cerrar los ojos para aliviar el dolor, pero podía ver que el otro lo escrutaba con preocupación—. ¿Qué sucede?

Doyoon se cruzó de brazos.

—Te he llamado para decirte que hemos recibido una queja.

—¿Una queja?

—Sí, y muy seria. De parte de Asuntos Internos... De momento, estás quedando suspendido de tus funciones y pendiente de una investigación.

Las palabras se le mezclaban en la cabeza. Aquello no tenía sentido, al menos no al principio. Se fijó en la expresión de Doyoon y deseó no haberse despertado con ese horroroso dolor de cabeza.

—¿De qué estás hablando?

El otro alzó varias hojas de su mesa.

—El asesinato del pequeño que murió por un disparo que pasó a través del suelo, a principios de este mes...

—Lo recuerdo... Él tenía salsa de pizza en la frente.

—¿Qué?

Jungjae parpadeó incómodo.

—El niño, así fue como lo encontramos. Fue horrible. A Aron le afectó mucho.

Doyoon frunció el ceño.

—Llamaron a una ambulancia —prosiguió el comisario.

Jungjae aspiró aire hondo y lo soltó poco a poco. Concentrándose.

—Era para la madre. Estaba fuera de sí, obviamente, y se abalanzó sobre el tipo que había disparado. Forcejearon y ella cayó rodando por las escaleras. Llamamos a la ambulancia de inmediato... Por lo que sé, se la llevaron al hospital.

Doyoon continuaba mirándolo fijamente, hasta que al final dejó las hojas a un lado.

—Tú hablaste con ella antes, ¿no es cierto?

—Lo intenté, pero estaba realmente molesta. Intenté calmarla, pero enloqueció. ¿Qué más puedo decir? Todo está en el informe que redacté...

El otro volvió a coger las hojas de su mesa.

—Ya he leído tu informe, pero la mujer alega que tú la incitaste a empujar a aquel tipo por las escaleras.

—¿Qué?

My Haven ➳ JeongcheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora