«Capítulo 29»

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El mes de agosto pasó, y aunque Seungcheol y Jeonghan estaban disfrutando de los calurosos y perezosos días de verano juntos, los niños empezaban a aburrirse.

Tenían muchas ganas de hacer algo distinto, y por esa razón su padre llevó los llevó a ver un espectáculo de magia. Jeonghan no podía creerlo, nunca antes había visto un acto de magia. Cuando abandonaron el recinto, el pelinegro se giró hacia el mayor con una sonrisa amplia.

—Es la cosa más surrealista que he visto en mi vida —comentó, sacudiendo la cabeza.

—Y probablemente pensabas que en el Sur no teníamos imaginación.

El menor se echó a reír.

—¿Cómo es posible que alguien realice tales actos? Es fascinante.

—Lo sé, había oído hablar de este espectáculo y sentía curiosidad. Solo estará en la ciudad un par de días —dijo mientras barría el aparcamiento con la vista en busca de su todoterreno.

—¿Sabes? Me cuesta imaginar lo incompleta que habría sido mi vida de no haber visto esto.

—A los niños también les ha encantado —expresó Seungcheol satisfecho, pero luego hizo una mueca rascando su nuca.

—¿Y esa cara?

—Es que todavía queda un mes para empezar la escuela, y aún tengo que estrujarme la cabeza buscando nuevas actividades con las que entretener a los niños.

—No necesitan hacer algo especial cada día, Cheol.

—Lo sé, y no lo hacen. Pero tampoco deseo que se pasen el día mirando la tele.

—Tus hijos no pasan muchas horas delante de la tele, los he visto...

—Eso es porque los llevo a ver espectáculos de magia.

—¿Y la próxima semana?

—Eso es fácil. Serán las fiestas locales, y habrá una de esas ferias ambulantes.

Jeonghan sonrió.

—Es esa clase de atracciones con las que siempre me mareo.

—Y que tanto les gustan a los niños. Y ahora que lo pienso... ¿El próximo sábado trabajas?

—No estoy seguro. ¿Por qué?

—Porque esperaba que pudieras venir a la feria con nosotros.

—¿De verdad quieres que me maree?

—No tienes que montarte en las atracciones, si no quieres. Pero quiero pedirte un favor...

—Dime.

—¿Podrías quedarte con los niños esa noche? Jihoon me ha preguntado si puedo llevarlo hasta el aeropuerto a recoger a sus padres que vienen de Busan. Es que no le gusta conducir de noche.

—Por supuesto, cuenta con ello.

—Tendrá que ser en mi casa, para que los niños puedan acostarse a una hora razonable.

El menor lo miró con curiosidad.

—¿En tu casa? Hasta ahora no he pasado mucho rato allí.

—Lo sé...

Seungcheol parecía no saber qué más decir. A continuación, Jeonghan sonrió.

—No te preocupes, me parece bien. Podríamos ver una película los tres juntos y comer palomitas de maíz.

El mayor caminó en silencio unos pasos.

—¿Alguna vez te has planteado si quieres tener hijos? Es decir, adoptar.

My Haven ➳ JeongcheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora