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Yoongi miraba en el centro de aquel jardín la estatua de la serpiente, era de noche y el frío del viento golpeaba su cuerpo con fuerza, las flores se marchitaron y el cielo estaba relámpagueando, parecía que Afrodita se había dado cuenta que su hijo estaba muerto o Zeus estaba buscándolos sin piedad.

-Jin-susurro evocando el recuerdo de su amigo, con un nudo en la garganta.

El esplendor de la luz violeta llamó su atención, miró hacía atrás, a donde un nuevo portal era abierto. Cuando vio de quien se trataba entrecerró los ojos. Era imposible. Le miró de pies a cabeza, aquella piel pálida, ojos oscuros y cabello rojo que brillaba a la luz de la luna, no iba solo, estaba acompañado de dos hombres que llevaban consigo una túnica roja con el emblema de Nyx y Hefesto.

-¿Qué haces tú aquí? ¿Dónde está Taehyung? ¿Dónde está Jungkook? -pregunto guardando la distancia.

-No están, se fueron y no volverán-dijo con seriedad-Eris ha tomado a Jungkook como suyo, a usado su poder para despertar la maldad en Deimos, Taehyung no ha podido soportarlo y se encuentra en el limbo, sumido en la locura, yo he salido para protegerlo.

Yoongi le observó con el ceño fruncido, no mentía, eso podía verlo en sus ojos desprolijos de vida, una sensación de peligro creció en su interior, la tormenta eléctrica había empeorado, el cielo estaba iluminado debido a los pequeños y largos relámpago, estos hacían que temblara la tierra, el pelirrojo sonrió sarcástico.

-Ellos saben que estoy aquí, que he despertado y me encuentro cerca de los niños-anunció-Te conviene tenerme cerca, no es como si quisiese estar aquí, de hecho quiero irme, pero sé que eso molestaría a Taehyung, no puedo exponerlo, me quedaré y no es una opción.

-¿Qué carajo fue lo que hizo Taehyung esa noche?-preguntó con rabia.

-No lo sé -suspiro comprendiendo a qué se estaba refiriendo.

-No me digas que no lo sabes, tienes que saber, tú eres la fuente de su poder

El pelirrojo negó con una media sonrisa.-¿Por qué crees que le temen? ¿Por mi? el eclipse, no, Taehyung no es temido por el poder que yo le doy, no soy su única fuente de poder, ni siquiera por amarlo habría cedido a su capricho de vida, ambos sabemos que esa noche se rompió una regla, Taehyung hizo algo prohibido, algo que Deimos ha despertado y créeme que siendo el dios del dolor y la pena, causara muchos estragos en el mundo, esto no es una guerra común Yoongi, lo sientes ¿Verdad?

-No sólo es una pelea del olimpo, va más allá de Zeus, somos la distracción, lo supe cuando llegamos aquí y lo comprobé cuando nació mi hijo, sólo somos una parte de un plan maestro.

-Ahora que lo entiendes, tenemos que hablar con los demás.

-¿Sobre qué?-susurro perplejo

-Sobre Jin.















Estaba sudando, sus manos temblaban, sus dedos estaban sujetando con fuerza la espada, subiendo escalón tras escalón, el miedo estaba en su interior, podía sentirlo cerca, el poder que emanaba era tan grande que sentía que se ahogaba. Una torre en medio del desierto, fue lo primero que divisó antes de emprender camino a esta, la escalera de piedra húmeda era interminable, cuando llegó a la cima una puerta de madera le esperaba, tomo una enorme bocanada de aire antes de empujarla, esta cedió al primer toque, alguien la había dejado abierta.

El interior era frío a pesar de estar en medio del desierto, tres ventanas volaba las cortinas blancas parecidas a un velo trasparente, tomó con aún más fuerza la espada, tanto que sus nudillos se volvieron blancos, tragó en seco, miró alrededor, no estaba solo, en medio de aquel lugar estaba una enorme piedra rectangular, sobre ella había un docel sujeto a un candelabro de techo de cristal, el docel era rojo y transparente, sobre esta piedra estaba la figura de una persona, contuvo la respiración y se acercó lentamente, su corazón palpitaba con fuerza.

Con dedos temblorosos se acercó a la abertura del docel, lo hizo a un lado con cuidado, lo primero que vio fue un cuerpo tendido, vestid de blanco, llevaba una túnica que le cubría hasta los pies, subió mirando las manos pálidas descansar sobre su vientre, estas tenían tatuajes con símbolos dorados y circulares, justo cuando iba a ver su rostro escuchó la puerta cerrarse a sus espaldas, se volvió de inmediato.

-Te dije que si cometías un error lo ibas a pagar con la vida-escuchó una voz grave-Deimos, no vuelvas a entrar al santuario, si tu sangre no es digna.

Miró entonces como un pelirrojo vestido de negro se acercaba, su rostro le parecía conocido, sus ojos también, sin embargo, se encontró aterrado, el aire poco a poco comenzó a faltarle, se inclinó hacía adelante tosiendo.

-¿Quien eres?-dijo con voz ahogada.

-Tú hijo -dijo antes de comenzar a reír, el llanto de un bebé se escucho en la habitación al igual que el grito desgarrador de un hombre, uno que le llenó de terror. El pelirrojo le tomó de los hombros, no pudo defenderse, estaba ahogándose, tiro en el transcurso la espada que le protegería, llegaron al borde de la ventana. -No vuelvas si tu sangre no es pura, no dejaré que los toques, Deimos.

Dicho esto le empujó, cayó de espaldas al precipicio, todo se volvió negro.

Despertó con un grito desgarrador, su pecho subía y bajaba sin piedad, estaba empapado en sudor, la cama estaba hecha un desastre, suspiro al ver que todo se había tratado de un sueño, sin embargo, la incomodidad seguía en su pecho, llevó las manos a su rostro y se dio cuenta que estaba llorando. Negó, eso no podía estar pasándole. No lo entendía.

-¿Quien eres? ¿Por qué no puedo recordarte? ¿Por qué parece que estoy perdiendo todos mis recuerdos? -susurro lleno de frustración. -¿Quién soy yo?


















Eclipse.









Voy a actualizar más seguido la historia porque sino se me va el hilo de la trama y a ustedes también.



El Destino Del Olimpo  (Yoonmin/Namjin/KookTae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora