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Deimos miró con una sonrisa a Eclipse, aquel ser superior que era una completa leyenda entre el mundo de los dioses, a quien temían, él, en cambio, sabía que este no era tan bueno como decían, todos tenían una debilidad y la de ellos era la misma, por esa razón no podían dañarse realmente. 

-Yo no sabía que los hijos de la guerra tenían alas para volar.-respondió Eclipse con una sonrisa entrecerrando los ojos. 

-No es algo que te importe.-gruño con cautela. 

Eclipse asintió.-Supongo que tampoco lo sabes.-negó chasqueando la lengua.-Porque si supieras lo que eres no estarías aquí.-dijo con ironía.-Es mejor que sigas tu camino y le digas a tu señora que no has podido encontrarlo. 

-Estas mal si piensas que te voy a dejar ir, no esta en mis planes hacerlo, tienes que pagar, Eclipse, tu reinado ha muerto, el reinado de los dioses está por acabar.-levantó los brazos en forma burda, con una sonrisa de oreja a oreja, burlándose de aquel ser. 

-Hablas de tu familia, de tus padres, hermanos, amigos, estas hablando de tu hijo.-entrecerró los ojos.-Poseído no ves lo que estas haciendo, los llevaras a la muerte y cuando despiertes y te des cuenta de lo que hiciste será muy tarde. 

Deimos sonrió mostrando su dentadura.-Mi hijo.-susurro.-Sabes entonces por qué estoy aquí, por qué quiero a Taehyung ¿Verdad? esa es la razón por la cual apareciste.

-Un hijo de la guerra y el fuego.-soltó con seriedad.-Un niño que aún no nace, pero que su poder emana del cuerpo de su padre.-asintió.-No dejaré que los toques, si puedo impedirlo lo haré, aún si debo matarte y Taehyung llega a odiarme, yo lo haré. 

Volaban sobre el Aqueronte, magníficos, como dos ángeles de la muerte esperando la caída del otro, Deimos, experto en la guerra sonrió y se acercó, haciendo que Eclipse se alejara. 

-Temerme porque yo, de la mano de la guerra, he asesinado a miles, me he alimentado de su dolor, con furia y fervor, he bebido la sangre de miles de hombres que han empuñado su espada y muerto en batalla, no me conoces, podrás ser más poderoso que yo, incluso mejor que los dioses primeros, pero ambos sabemos que ese no es tu cuerpo, no lo controlas por completo. 

Empuño la espada con fuerza, señalándolo con la mirada, el aire turbio movió los árboles que estaban a sus pies, Eclipse, tomó su espada con la misma fuerza sin una pizca de miedo. 

-Mate a mi hermano en frente de tus ojos, absorbí su fuerza, ¿Crees que siendo yo un dios del universo te temo? no, jamás te voy a temer porque no eres nada más que un peón, esta no es tu lucha Deimos, no eres tú al que buscan, nunca has sido tú, siempre fue Taehyung, a quien juraste proteger ¿Lo olvidas? ese muchacho que te amo a pesar de tus debilidades, quien juro permanecer a tu lado aún sabiendo que tus manos estaban manchadas de sangre inocente, porque en la guerra no sólo mueren los guerreros, y lo sabes, niños, mujeres, hombres, ancianos, todos ellos están tras de ti, esperando el día en que puedan verte en el Tartaro. 

Deimos el guerrero soltó una carcajada.-¡Yo no voy a morir! nunca lo haré, permaneceré en este mundo proclamando lo que es mío, haré que los hombres se destruyan y me nutriré de su miedo, de su dolor y su pena, cada grito de pánico será para mi una caricia del viento, esta es la nueva era, la era de los verdaderos dioses. 

-No sabes de lo que estas hablando ¡¡Inocentes morirán!! empezando por tus hijo, tus sobrinos, tus hermanos y el amor de tu vida, tienes que detenerlos. 

-Me he cansado de hablar.-apretó la mandíbula.-Taehyung sólo puede morir dos veces, la primera cuando tu mueras y la segunda cuando su corazón deje de latir, esta noche yo le daré su primera muerte, adiós Eclipse.

Se acercó de forma feroz, como un tornado en medio del desierto, con la espada en la mano, Eclipse impresionado por ver de cerca la furia de uno de los hijos de la guerra voló lejos, tratando de escapar del ataque, porque sabía que estaba en desventaja, no podía matar a Deimos sin hacerle daño a quienes amaba y juraba proteger. 

La lucha entre ambos comenzó, con las espadas en mano sintiendo el viento golpear sus cuerpos y sus ojos arder debido a la forma tan fija en la que se miraban, volaban alrededor del otro, golpeando las espadas con gracia y fuerza, haciendo retumbar sus brazos, el momento cambiaba, el cielo se nublaba, Eclipse sabía que en nada estaría ahí de nuevo Caronte, no podía dejarlo ir, le era imposible. Jugo con mayor astucia logrando lastimar a Jungkook en el torso, tan sólo una linea de donde salió sangre negra, aquello le hizo distraerse lo suficiente como para que Deimos se avalanzara sobre él y lo llevará hacía el piso, quiso luchar pero las manos alrededor de su cuello se lo impidieron, cayeron en la tierra haciendo un hoyo, sobre él, Deimos comenzó a ahorcarlo. 

-¡Morirás miserable!.-dijo entre dientes con ferocidad.

Deimos observaba como Eclipse trataba de moverse para salir del agarre, pero no podía, estaba dejándolo sin oxigeno, apretó con mayor fuerza hasta que vio como su cabello rojizo cambiaba lentamente a uno castaño, aflojo su agarre y fue así que lo dejo abrir los ojos, y ya no era Eclipse quien lo miraba, las lágrimas descendieron por aquellos ojos abiertos y rojos de la impresión. 

Lo soltó.-Taehyung.-susurro al verlo. Miró su cuerpo, sus alas rojas habían desaparecido al igual que la vestimenta negra que llevaba, se encontraba vestido de blanco, su cabello castaño perdiendo el brillo y sus ojos lloroso, sus labios blancos debido a la falta de aire y su vientre hinchado, había una pequeña protuberancia que juraba no estaba ahí antes. Negó al ver que no estaba respirando, una parte en su mente repetía la orden, tomarlo y llevarlo, pero no dejar que muera. 

Entonces relamiendo sus labios lo beso, adentrando de nuevo el aliento de vida a su cuerpo, Taehyung suspiro tomando de la nuca a Deimos, acercándolo para probar más su vitalidad, la mano de Deimos se aferro a su cadera y fue subiendo hasta su vientre. Sus ojos se abrieron, cuando sintió a través de su mente el latido de su corazón, entonces lo soltó de inmediato. Negó viendo como Taehyung trataba de recobrar el aliento. 

-No....-susurro antes de tomar su espada e irse volando. 

El Aqueronte se movió con fuerza, Caronte había visto desde las sombras lo que había sucedido, cuando se acercó, miró al chico que se paraba, sus piernas estaban débiles y volvió a caer de rodillas. 

"Tae....déjame salir cielo, piensa en él"

-Esta bien.-susurro sin aire. 

Caronte observó como la complexión completa de aquel muchacho cambiaba, pronto un joven de cabellos rojos le miró.-¿Se puede saber por qué tardaste tanto?










Gracias bebés por leer ❤






El Destino Del Olimpo  (Yoonmin/Namjin/KookTae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora