152 días. › 𝗞𝗶𝗺 𝗦𝗲𝗼𝗸𝗷𝗶𝗻.

Día 20.

—Seokjin, ¿Comemos juntos? —El doctor miró a quien le hizo la pregunta y soltó aire lentamente mientras trataba de pensar en cual debería ser su respuesta, aunque la respuesta ya la tenía, pero lo que no sabía era como podría decir que no.
—¿Seokjin? ¿Me escuchaste?

—No puedo, ta-tal vez luego. —Nayeon frunció el ceño al escuchar la respuesta del doctor y se acercó a él antes de que comenzara a caminar.

—¿De nuevo irás a comer con ella?

—Se llama Minwoo, y sí, iré a comer con ella.
—Respondió y comenzó a caminar antes de que la enfermera de nuevo lo detuviera. Nayeon miró a Hoseok, quien estaba a su lado y esperó a que él le diera alguna respuesta a los actos del doctor, pero al ver que el pasante no tenía ni idea de lo que ella preguntaba con la mirada, preguntó con la voz:
—¿Le gusta?

Hoseok abrió los ojos y miró a Nayeon: —No lo sé, pero no creo que haya un problema si es así. Ustedes jamás funcionaron, ¿No?

Tras la respuesta que Nayeon habría deseado no tener, caminó al comedor y deseó no encontrarse con un sonriente cirujano comiendo junto a una pálida chica de aspecto cancerígeno, pero lo hizo; ambos estaban solos en una mesa, frente a frente, sonriendose el uno al otro y con palabras antes de cada bocado que alguno de ellos daba.

—¿Por que no come con alguien más? Los primeros días que estuve aquí, usted estaba en otra mesa junto a otros doctores. —El doctor sonrió al escuchar eso y pensó que al igual que él, Minwoo lo miraba en el almuerzo.

—Llevo años comiendo junto a ellos, no creo que haya algún problema si me alejo un poco para pasar tiempo contigo, ¿O si? —Sonrió con los labios y miró los ojos de Minwoo sonreír también, mientras las mejillas de ésta se sonrojaban. —Taehyung me dijo ayer que tu familia te visita demasiado. Eso es lindo. —Dijo en medio de un bocado, Minwoo masticando asentó y sonrió con los labios.

—Están muy preocupados. —Suspiró y respondió después de terminar de masticar. —Aunque, solo mi madre y mi padre son los que me visitan.

—¿Tienes hermanos?

—Solo uno, Eunwoo. Es menor, y muy complicado de comprender.

—¿Por que sería complicado? —Preguntó el doctor con seriedad. Minwoo hizo una mueca y levantó los hombros: —Porque no lo he visto desde que estoy aquí, y por la mirada de mis padres, sé que no quiere venir para nada. —Quien estaba frente Minwoo, levantó las cejas y sacó un poco de aire por su boca: —Debe tener sus razones; tratar de asimilar que alguien cercano a tí tiene cáncer es, muy complicado. —Minwoo miró al doctor suspirar después de hablar y pensó en que tenía razón, su hermano debe estar pasando por un difícil momento en el cual debe asimilar que su hermana de 22 años está muriendo.

La hora del almuerzo terminó, pero Minwoo y el doctor Seokjin seguían en la mesa conversando como si el tiempo y los deberes no existieran.
Nayeon salió del comedor junto con sus compañeras y mirando a quien jamás la miró ni por accidente durante el almuerzo, caminó al pasillo para subir al ascensor; cuando el ascensor se detuvo en el piso de oncología, subió un alto y moreno doctor, éste saludo amablemente a quienes estaban en el ascensor y esperó a que cerrara y subiera. Dos pisos más tarde, el ascensor abrió sus puertas de nuevo y dejó salir a los únicos que quedaban ahí, Nayeon comenzó a caminar y el doctor también, solo que éste caminó al mostrador y preguntó por alguien.

—¡Nayeon! Ven un segundo. —La antes nombrada rodó los ojos al escuchar su nombre y caminó al mostrador y esperó sus indicaciones. —Aquí está doctor. —Dijeron al mismo doctor que compartió ascensor con ella.

—Hmm, hola. Necesito ayuda con una paciente y el doctor Seokjin me dijo que tú eras la mejor opción, ¿Podrías ayudarme? —Nayeon asentó y sonrió al doctor.

—Por supuesto, solo necesito saber qué debo hacer. —El doctor de tes morena buscó entre el montón de papeles que su carpeta tenía y al encontar la hoja se la entregó a la enfermera.

—Ahn Minwoo. Llegó hace 20 días, su cuerpo es muy débil, por lo que a veces necesita un poco de ayuda para trasladarse.

—¿No puede usar una silla de ruedas? —Preguntó leyendo lo que tenía la hoja.

—Si, si puede, incluso creo que la ha usado últimamente pero, trasladarse de un piso a otro con una silla de ruedas es lo difícil. ¿Puedes ayudarme?

Nayeon miró al doctor de nuevo: —Cuente conmigo. —Le sonrió y éste le sonrió de vuelta, después le agradeció y se fue.

—Ahora tú y Seokjin pasarán tiempo con la misma persona. —Rió su compañera haciendo que Nayeon no comprendiera a que se refería.