Día 40.

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—¡Doctor un momento! —El cirujano detuvo sus pasos apresurados para mirar a quien le hizo detenerse. —Quiero darle las gracias por salvar a mi esposa, mi vida sin ella sería nada.

El doctor junto las cejas al escuchar las palabras del esposo de la paciente que acaba de salir de la cirugía que él dirigió.

—S-si. Si algo llega a suceder, por favor llame a una enfermera. —Respondió el doctor segundos después de mirar los ojos esperanzados de quién le dió las gracias. Después, retomó sus pasos que daba hacia el ascensor, y subió a éste cuando llegó y abrió sus puertas.

Taehyung estaba ahí, con aquel sonriente rostro que porta todos los días: —Buenas tardes, doctor.
—Saludó Taehyung haciendo una reverencia ante el doctor.

—Buenas tardes, niño. —Saludó el doctor también con una pequeña reverencia. —¿Ocupado?
—Preguntó cuando el ascensor apenas cerraba sus puertas.

Taehyung hizo una mueca y meneó la cabeza: —Solo un poco. Se podría decir que lo rutinario. —El doctor asintió con la cabeza al escuchar a Taehyung pero no abrió la boca para hablar más. —¿Puedo preguntarle algo? —Habló Taehyung después de unos silenciosos segundos.

—Ya lo hiciste. —Respondió el doctor como una vez Taehyung lo hizo. El enfermero rió y negó con la cabeza. —¿Que sucede? —Preguntó el cirujano después de hacer reír al enfermero y de reír junto a él.
Taehyung iba a comenzar a hablar cuando el ascensor abrió sus puertas y el doctor comenzó a salir de él. —Apresurate, tengo que irme. —Dijo el mayor deteniendo las puertas del ascensor con sus manos.

—¿Por que ha evitado a Minwoo? Ella se ha sentido triste, y aunque lo niega, ha dejado de comer por eso mismo. ¿Sucedió algo con ustedes? —El doctor pasó saliva lentamente y quitó sus manos de las puertas del ascensor.

—Adiós, Taehyung. —Respondió antes de que las puertas se cerraran y dejaran a Taehyung sólo y con más dudas.

—¿Seokjin? —Preguntarón a espaldas de quién miraba las puertas del ascensor con ojos melancólicos. —¿Estás bien?

El antes nombrado giró sobre sus talones y miró a su hermano: —Estoy bien, Nam. ¿Que haces aquí? —Dijo evitando que su hermano preguntara más.

—He venido por unos resultados, ¿Y tú?

—Lo mismo.

El doctor Namjoon sonrió y abrazó a su hermano mayor por los hombros: —Entonces, vamos. —Dijo comenzando a caminar a la par de su hermano. Los hermanos y doctores Kim llegaron a la sala de análisis y esperaron a que la mujer que estaba ahí les atendiera.

—Miren ésto, los hermanos Kim. ¿En qué les puedo servir doctores? —Dijo la mujer coqueteando con la mirada. El doctor Namjoon pasó su lengua por sus labios para evitar sonreír nervioso y sacó la nota que tenía en el bolsillo de su bata.

—Vengo por ésto. —La mujer tomó la nota y la leyó. Después de “un momento” de su parte, se retiró y dejó a ambos doctores esperando. —¿Algunas vez te has preguntado si es así con todos o solo con nosotros? —Preguntó el doctor Namjoon riendo. Su hermano mayor sonrió levemente con los labios al escuchar la pregunta de su hermano.

—Te está coqueteando a tí. —Respondió. Su hermano abrió los ojos como platos y mostró completa sorpresa: —¿Por que lo dices? —Preguntó en casi un susurro.

El doctor Seokjin rió, de nuevo: —Tan solo mira su lenguaje corporal. —Respondió mirando a la mujer caminar mirando los análisis que llevaba en sus manos. —Pasa sus dedos por su cabello cuando habla contigo, imita los movimientos de tus manos cuando las mueves y cada que habla contigo acerca su cuerpo más a la ventanilla. —Namjoon miró como las palabras de su hermano terminaron justo cuando llegó la mujer a donde estaban ellos.

152 días. › 𝗞𝗶𝗺 𝗦𝗲𝗼𝗸𝗷𝗶𝗻.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora