❛❛ ¡Yo nunca decidí entrar, leer su expediente y enamorarme de ella! ❞
Tienes 152 días para conocer, amar y despedir a una persona.
Un doctor, dedicado y admirado, se ve con más cargas de las que su vida diaria le suministra.
Y son cargas...
El trabajo siempre va a ser demandante, unos menos que otros, pero al final, todos hacen que pierdas cosas que no creías perder. No solo ahora, Taehyung siempre ha sido una persona brillante y llena de alegría, la cual disfrutaba de la celebración de su cumpleaños y de los que le rodeaban, hasta que su carrera se vió más importante que su propia vida social; pero no le ha dolido hacerlo, después de todo, él siempre estuvo dispuesto a dar su vida por las personas que necesitaran ayuda.
Pero, hoy, Taehyung será recompensado por todo su sacrificio.
—¿Hola? —Preguntó Taehyung extrañado al ver que el número que marcaba a su celular era desconocido.
—¿Taehyung? ¡Ah, por fin pude encontrarte! —Exclamarón del otro lado de la línea, extrañando más a Taehyung.
—¿Quien habla?
—¡Yo! El doctor Park Jimin, me has ayudado muchas veces en los pasillos. —El enfermero sonrió al saber de quién se trataba: —¡Doctor! Que agradable escucharlo, ¿Necesita algo?
—Efectivamente. —Responde el doctor. —¿Crees que puedas venir a traumatología un segundo? Tengo un pequeño problema aquí y creo que tú puedes ayudarme. —Taehyung no necesitó que se le pidiera ayuda dos veces, pues de inmediato aceptó y tomó camino al ascensor para llegar con el doctor Park. Cuando llegó, buscó al que pidió su ayuda y al no encontrarlo a él, ni a nadie, se mostró desconcertado.
—¿Doctor Park? —Preguntó entre los solitarios pasillos. El nombrado salió de uno de los consultorios y con una sonrisa saludó a Taehyung: —¡Mi chico maravilla! —Exclama y sigue su camino, dejando así a Taehyung donde estaba. —¿No vienes? —El doctor detiene sus pasos y gira a ver al enfermero, éste de inmediato asienta y camina junto al doctor, incluso si no sabe a dónde se dirigen. Tomaron el ascensor y después de detenerse en el piso de oncología, caminaron en nada más que en círculos, como si el doctor no supiera que es lo que busca.
—Hmm, ¿Doctor? ¿Por qué estamos aquí? Usted me pidió ayuda porque tenía un problema en traumatología. —Taehyung es tan dulce que sus preguntas tratan de ser los menos reclamativas. El doctor de cabellos rubios, sonríe y asiente: —Tienes razón. —Dice colocando su mano en su rostro y negando. —Vamos al comedor. —El enfermero trata de pensar si el doctor realmente comprendió lo que dijo, pero no dejó de seguirle.
El ascensor llegó de nuevo a ellos y como el doctor dijo, los llevó al piso del comedor; al llegar a éste, Taehyung no tuvo ni una pequeña idea de que expresión poner en su rostro.
—¡Sorpresa! —Gritó el departamento de oncología, traumatología; sus compañeros de turno, incluso los que debían estar ahí después de las 11 de la noche. Doctores, cirujanos, traumatólogos, paramédicos, pacientes y ex-pacientes; todo, o al menos una gran parte del hospital estaba ahí, como si su prioridad fuera Taehyung, bueno, en éste momento, si lo es. Minwoo y Jungkook estaban frente a él, con un pastel y una sonrisa en sus rostros y manos, no precisamente en ese orden, listos para que Taehyung pudiera hablar entre las lágrimas que sus ojos derraman.
—No sé si pueda dejar de llorar. —Ríe Taehyung limpiando las lágrimas de sus mejillas. —Gracias. De verdad, gracias.
—Te lo mereces. —Sonríe el doctor Seokjin. —Ésto y más.
—Pide un deseo. —Sugiere el doctor Park que aún sigue detrás del enfermero, éste asiente y se acerca al pastel que sus dos amigos en silla de ruedas le ofrecen. —Pide algo bueno. —Bromea el rubio.
Vacaciones, dinero, un auto nuevo, muchas cosas pueden ser algo bueno; pero todo lo que tiene enfrente, es algo mucho más que bueno. Algo que Taehyung no buscaba, pero al final obtuvo, gracias a su enorme y genuina vocación, y amor a las personas que le rodean.
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