152 días. › 𝗞𝗶𝗺 𝗦𝗲𝗼𝗸𝗷𝗶𝗻.

Día 88.

—Eso no me parece nada justo. —Dijo Minwoo riendo mientras Seokjin asentía con la cabeza: —Claro que lo es. —Se limitó a decir.

—Estoy segura de que ni siquiera sabes cuáles son las reglas. —Los ojos de Minwoo miraron con fingida molestia al doctor y éste solo miró a otro lado: —La verdad, no. Pero eso no quiere decir que no gané, ¿O si?

—¡Claro que sí!

—¡Buah!, Entonces no quiero volver a jugar Uno en mi vida. —Soltó y lanzó las cartas que escondió bajo sus piernas a la cama. —Estudié toda mi vida para que una niña venga y me diga que no sé jugar.

Minwoo solo reía a carcajadas al ver que Seokjin sacaba más cartas escondidas: —¿Hiciste trampa todo el tiempo y aún así te atreves a hacer berrinche? Apuesto que eso no lo aprendiste en la universidad.

—No en realidad. —Dijo mirando a la sonriente paciente. —Mi madre siempre dijo que pudiendo heredar algo más de mi padre, heredé lo que más la sacaba de quicio. —Minwoo rió junto con el doctor. —Pero, hace mucho tiempo que no soy de ésta manera; crecí y me dí cuenta de que si quería llegar lejos tenía que ser una persona seria y enfocada en sus metas. Por lo que, dejé muchas cosas de lado y comencé a ser lo que me daría un futuro. —Minwoo miró como el doctor formaba una mueca con sus labios después de hablar.

—Conmigo puedes ser lo que quieras, cuando quieras. —Seokjin sonrió al escuchar tales palabras y al mirar la mano de Minwoo sobre su mano.
Pero, en seguida movió la mano de la de bonitos ojos: —Gracias, pero no dejaré que me robes éste momento. Tengo que decirte algo. —Minwoo rió pero también frunció el ceño. —Dame un segundo, por favor.

Seokjin se levantó del sillón que ha sido su amigo durante éstos primeros días de vacaciones y dió unos cuantos pasos formando circulos, mientras frotaba sus manos temblorosas.

—Solo un segundo más, Woo. —Dijo con risas nerviosas y ésta solo le miró esperando. —Es gracioso, porque en mi primera cirugía jamás me sentí nervioso, y ahora siento que muero por todos los nervios que jamás he sentido.

—¿Quieres que llame a Nayeon? No quiero que te desmayes. —Minwoo rió y Seokjin también mientras negaba con la cabeza.

—No, lo haré ahora. —Seokjin soltó un suspiro y miró a Minwoo. —Woo. —Dijo con voz nerviosa.

—Seokjin. —Dijo Minwoo al ver que éste no veía la forma de seguir hablando.

—Estoy enamorado de ti. —El nerviosismo de Seokjin lo delataba, incluso sus ojos le han hecho saber a Minwoo tal cosa; pero escucharlo de sus propios labios es indescriptible para la que está en cama. —Profundamente enamorado, en realidad. Y, necesito que me des una solución, porque las que yo me he dado han sido terribles y solo terminan lastimandote.
Eres lo que creí que ya no volvería a encontrar, lo que anhelaba todos los días pero no me atrevía a buscar porque tenía miedo; Minwoo, estoy enamorado de ti.
Y sé que todos los días crees que tú apariencia empeora, pero para mí, todos los días brillas. Así como sé que todos los días sientes menos esperanza, pero no dejas que eso te tire, ni a los que te rodeamos; por lo que, toda tu ternura y amabilidad siempre es vaciada en nosotros.
Minwoo, estoy enamorado de ti y si te atreves a decir que tus días cada vez son más pocos como en tu carta, déjame decirte que para mí son aún menos por cada día que guardo todo lo que siento por ti. —Minwoo estaba sin palabras, y Seokjin tenía tantas que no sabía cómo seguir. —Déjame amarte de la forma en la que te mereces. Déjame dejar de añorar tus labios y permite que mi corazón sea testigo de lo bellos que son tus ojos a milímetros de mi rostro. ¿Si?

Minwoo y sus terriblemente sonrojadas mejillas, sonrieron: —S-si. —Permitiendo que Seokjin sonriera con los ojos llenos de amor.