Día 48.

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Minwoo limpiaba sus labios cada que éstos se veían un poco manchados por la comida que estaba disfrutando junto con el cirujano de brillantes y bonitos ojos.
El cirujano, con ojos discretos miraba a la rubia artificial comer y cuando ésta ponía sus ojos en él, continuaba comiendo, solo que con una sonrisa pequeña en sus labios.

—¿Qué tal es la vida con la silla de ruedas? —Pregunta el doctor cuando el último bocado es pasado por su garganta. Minwoo suspiró después de beber de su vaso con agua e hizo una mueca: -Es difícil. -Soltó meneando un poco la cabeza.

El cirujano copió la mueca de Minwoo y la miró unos segundos: —Sabes que si necesitas ayuda, Nayeon estará ahí para tí.

—Nayeon es muy linda y agradable. —Habló Minwoo haciendo que el doctor se mostrara sorprendido. Después de todo, había dicho que su relación no sería más allá de lo que era su trabajo.

—Ahora son amigas. —Confirmó con una sonrisa, haciendo que Minwoo sonriera con los labios al ver que al final sus palabras solo fueron eso, palabras.

—Supongo que no debí haber hablado antes de tiempo. —Rió un poco bajando su cabeza y tomando el último sorbo de su vaso.
El cirujano, tomó las charolas de ambos y después de dejarlas en su lugar, regresó con Minwoo y con tranquilidad en sus pasos, tomó camino al cuarto de aquella rubia artificial.

Los pasos fueron lentos y tranquilos, tanto que incluso se sintió como un dulce paseo.
El ascensor llegó y después de entrar con cuidado, tocaron el botón del piso de oncología.

—¿Tu familia sigue visitandote? —Preguntó cuando el ascensor comenzó a subir.

—Todos los días. —Contestó Minwoo con una sonrisa. —Solo que hoy debían trabajar, por lo que hoy no los veré.

—¿Y tu hermano?

Minwoo suspiró mientras las puertas del ascensor eran abiertas y su silla bajaba de éste: —No ha querido venir ni una sola vez desde que estoy aquí. —Respondió con una mueca. —No lo culpo. Eunwoo, siempre ha sido el más fuerte de ambos; pero pensar que su hermana mayor moría, es más difícil de lo que cualquiera piensa.

—Vendrá, Minwoo. —Dijo el doctor una vez cerrando la puerta del cuarto de la antes nombrada. —Hablarán de muchas cosas y disfrutarán uno del otro. —El doctor se paró frente a Minwoo y poniéndose en cuclillas, continuó hablando. —Justo como antes lo hacían. —La de pecas marcadas, sonrió e hizo que el cirujano también lo hiciera, con los labios y los ojos.

El doctor se levantó y con la sonrisa aún en su rostro, miró a Minwoo unos segundos; ésta al tener tan bonitos ojos sobre ella, comenzó a sonrojarse.
El color pálido de su piel no ayudaba en ésta situación, pues hacía que el rojo se viera más brillante en sus mejillas.

—Me debo ir. —Dijo al notar que la rubia ya no podía con el calor de su rostro. —¿Te veo después?

—Claro. —Contestó Minwoo como si su rostro no pareciera un jitomate recién cosechado.
El doctor sonrió ante la tierna reacción de Minwoo a su mirada y después, salió del cuarto.
Después de varios segundos en silencio en su cuarto, Minwoo decidió salir al pasillo para ver si alguno de sus amigos estaba por ahí.

Para alegría de ella, Jungkook estaba ahí, conversando con un par de niños que estaban en la sala de espera.
Minwoo rodó su silla de ruedas hasta llegar a ellos y con una sonrisa vió como olvidaban la desgracia de estar en el piso de oncología, gracias a las bromas que Jungkook decía.

—¿Como estás? —Preguntó Jungkook una vez que tales niños se retiraron.

—Mejor que antes. —Sonrió Minwoo.
Jungkook también sonrió y comenzó a mover su silla para estar frente a frente con ella.

—Parece que ya estás acostumbrandote a la silla.

—No entiendo cómo es que te has acostumbrado. Es cansado estar sentado todo el día.

Jungkook dejó de sonreír tan ferviente como antes y bajó la mirada: —Nunca me he sentido cansado, o bueno, nunca he sentido la mitad de mi cuerpo. —Dijo haciendo que Minwoo le mirara confundida. Jungkook levantó la mirada y le sonrió levemente con los labios. —Llegué aquí con silla de ruedas. No la uso porque mi cuerpo es débil como para soportar mi peso, la uso porque mi cuerpo ni siquiera sabe que tiene piernas para caminar.

El corazón de Minwoo se rompió un poco más.
Jungkook no solo vivía con cáncer terminal, sino que también es paralítico.

—Por favor, Woo. No me mires así. —Rió Jungkook sabiendo que los ojos tristes de Minwoo eran causados por él. —He pasado mi vida entera así, por lo que no te podría decir que extraño caminar. No puedo extrañar lo desconocido.

Minwoo seguía con ojos tristes, pero, sus labios sonrieron levemente como los de Jungkook.

—¿Quieres ir con Taehyung? Su cumpleaños será en un mes y quiero preguntarle discretamente que es lo que quiere de regalo. —Jungkook cortó el sensible tema y después de invitar a Minwoo a ir con el enfermero, salieron del pasillo.

☁☁☁

El doctor después de salir del cuarto de Minwoo, caminó hasta al ascensor y esperando a que éste llegara, saludó a su hermano menor.

—Me alegra verte por aquí de nuevo, hyung. —Le dijo el moreno palmeando la espalda de su hermano.

El doctor Seokjin asintió y sonrió: —Minwoo merece el mundo entero, e intentaré darle más que eso. —El doctor Namjoon al escuchar las palabras de su hermano, sonrió con la sonrisa más grande que tiene y con nerviosismo se decidió a hablar: —Invité a salir a Sunmi.

—¿Que? —Preguntó el cirujano deteniendo las puertas del ascensor. —¿Cuando?

—El lunes. Saldremos mañana después de que su turno termine. —Respondió con el rostro brillando de felicidad.

—¿Por que no me lo dijiste antes? —Preguntó el doctor Seokjin golpeando el hombro de su hermano menor. Éste levantó los hombros y movió la cabeza: —No creí que fuera bueno decirte. Aún no arreglabas las cosas con Minwoo. —Su hermano mayor sonrió de lado y después de hacer que las puertas no cerraran aún, le agradeció.
Después de que el doctor Namjoon se despidiera de su hermano mayor, el que detenía las puertas del ascensor, dejó que cerraran y con la sonrisa que Minwoo y su hermano menor provocaron, esperó a que bajara a donde tenía que ir.

Las puertas abrieron y en ese instante la sonrisa del cirujano, desapareció.

—Eunwoo. —Dijo al mirar a quien estaba esperando el ascensor.

 —Dijo al mirar a quien estaba esperando el ascensor

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152 días. › 𝗞𝗶𝗺 𝗦𝗲𝗼𝗸𝗷𝗶𝗻.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora