Capitulo 14
El aerodeslizador
Ya no estaba en el fondo. Su cuerpo ya no estaba en llamas. El viento acariciaba su cara y la hacía tomar conciencia de lo que ocurría a su alrededor.
Ya no había fuego en todas partes, ahora solo había restos de un cuarto de bosque parcialmente quemado. La cueva se podía ver desde donde estaba al igual que podía observar la majestuosidad del cielo celeste lleno de nubes y libre de aves. Llevaba la misma ropa que tenia puesta el día del incendio y de sus pies chorreaba agua.
Unas pinzas del tamaño de una cama la sostenían y evitaban que se caiga. Al lado de las pinzas o quizás más arriba había una especie de motor que proyectaba una luz fluorescente que quemaba.
¿Qué había pasado en los últimos días?
Por primera vez había podido recordar algo verdadero sin perderse en las alucinaciones. Recordó su nombre y que tenía una hermana, un padre, una madre y una abuela, que había vivido en un pueblo lejano y que había podido ver un eclipse.
¿Dónde estaba?
No lo sabía. Parecía un aerodeslizador plateado con un gran numero impreso en su ala izquierda: “258”. La maquinaria cada vez parecía elevarse más y acelerar su velocidad con las grandes garras metálicas bajas que parecían no ser un gran contrapeso.
Sus ojos se cerraron.
La preocupación fue sobrepasada por un nuevo recuerdo.
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Aves De Rapiña
ParanormalNo sabe quién es ni donde está. Pero lo único que sabe con certeza es que está atrapada en un bosque en el que nada es lo que parece. Trampas mortales, gente que no es lo que aparenta ser, asesinos, drogas y un motivo por el que todo eso tiene senti...