Capitulo 22- El Umbral

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Capitulo 22

El umbral

El dolor era agónico. Su cuerpo empezó a sacudirse pero no se podía zafar de las ataduras de cuero ni de los ganchos que tiraban las comisuras de sus ojos para que no se cierren ni eviten el contacto con el punto que el doctor quería ver. Sus extremidades y sus piernas estaban débiles por la explosión  aun en ese estado estaba en la mesa de operaciones enfrentándose a sus demonios y a sus laberintos mentales.

-Presta mucha atención al artículo que te voy a leer- le indico el doctor.

El doctor empezó a leerle aquel recorte viejo y amarillento:

Extracto del diario matutino THE KING COUNTER

29 DE NOVIEMBRE DE 1998

La tragedia no abandona el ambiente y las cosas en vez de calmarse se caldean cada vez más. ¿De qué hablamos? De la tragedia bautizada en el folklor local como “La noche del eclipse” por su relación con los sucesos trágicos que se decían que traerá tal evento sobrenatural como lo es un eclipse tan posible de ver y tan duradero. Nosotros desde nuestro punto de vista, como pueblo vecino, pensemos que es una gran matanza de niños perpetrada seguramente por un animal salvaje, por así llamar a la persona perpetradora. Ayer por la tarde en todos lados salió la noticia de lo que ya era muy obvio, no habían sido hechos desafortunados sin conexión al contrario tenían una fuerte conexión entre ellos. Todos eran amigos y la gente que los conocía se aventura a decir que era un grupo muy unido que disfrutaba cada tarde jugando inocentemente y no hacían daño a nadie. Por supuesto este columnista amateur junto a su diario rendirán homenaje a estos niños o ahora victimas.

Una lágrima recorría una de sus mejillas. Ya lo había recordado. Aquella fatídica noche ¿Por qué? ¿Qué la había transformado en aquella bestia sedienta de sangre? Las dudas invadían su cerebro y la realidad empezaba a perder peso. Las luces le hacían imposible concentrarse y parar las vueltas que todo daba. Las esquinas de la habitación se desdibujaban y en lugar de ella surgía oscuridad y mas oscuridad. Era como si estuviera rememorando cada una de sus pesadillas en una sola. Se sacudía y quería escapar pero como siempre las ataduras eran más fuertes que cualquier cosa. Sentía las manos de los pequeños pero la asustaba que esos niños que quizás eran imaginarios fueran sus víctimas tal y como habían quedado después de que ella los había matado. Madison tenia las lesiones del cuchillo en su espalda y en toda su cara, era horroroso para ella ver sus músculos llenos de pus y gusanos, era horroroso ver para ella el cuerpo de Wallace sin cabeza ni cuello, era horroroso para ella ver a Ángela sin cuero cabelludo como un frasco sin tapa y era definitivamente horroroso para ella ver a Tim carbonizado de una manera que no devolvía vestigios de quien un día había sido un niño inocente.   

Le tocaban la cara con sus manos y le producían una especie de repugnancia en cada poro de su piel. Sentía como sus manos dejaban residuos en su cara y le hacían sentir arcadas.

-Detenlos, Detenlos, por favor- rogaba desesperada Susan.

-No puedo, debes enfrentarlos- le respondía el doctor con mucha calma- mmmm probaremos con un recuerdo más fuerte- fue hasta su maletín y saco un segundo y un tercer  recorte de diario mejor conservado que el primero.

Empezó a leer en voz alta

ECLIPSADOS POR LOS PROBLEMAS

Desde el norte no llegan buenas noticias. Un pueblito no estaría pasando la mejor etapa de su historia  y ¿A qué se debe? Se preguntaran pues este columnista cree que ya saben la respuesta la saben pero entonces nace la pregunta ¿Para qué hacer una columna? Pues les contestare.

Aves De RapiñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora