Aves De Rapiña

Capitulo 27- Confianza

Parte 3: Secretos

Capitulo 27

Confianza

Vickers era todo lo que una amiga podía requerir. Pero era misteriosa y se rehusaba a contarle su historia de vida o por ejemplo una pequeña explicación de que hacía en el bosque o de que hacía con sus armas colgadas en la espalda en el momento en el que la encontró. Su primer encuentro no había sido amigable.

Solamente recordaba que Vickers la había tirado contra el piso y la había inmovilizado en el primer momento que habían cruzado miradas. En aquel momento Susan era considerablemente más débil por la pelea que había librado en la mansión y por eso se lograba explicar un sometimiento tan fácil. Ella parecía estar bien armada frente a las inclemencias del bosque. Le vi una gran mochila con estilo de campamento en la que llevaba cosas como comida, medicamentos, herramientas y un interesante arsenal de defensa.

Hasta Susan había observado que comía raíces de plantas solamente. Y que rara vez cazaba. Susan y Vickers estuvieron moviéndose por el bosque durante dos semanas mientras Susan se recuperaba e iba adquiriendo fuerza. Al principio la llevaba atada de manos y la hacía caminar lentamente detrás de Vickers porque no representaba peligro alguno en su estado de salud.

A la noche simplemente se dormían una de cada lado de su tienda plegable y hasta había veces en las que Susan observaba a su captora con interés por lo poco que decía y lo dominante que resultaba. Susan intento escapar muchas veces pero estaba física y mentalmente para dar más de dos pasos corriendo sin caerse.

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Vickers le tiro la botella de agua y Susan la agarro como pudo con sus dos manos atadas, una a la otra, y bebió como pudo porque Vickers tironeo de la soga que las unía para que se moviera rápidamente y continuara con la larga  marcha. Vickers creía que Susan estaba débil y más débil cada día pero en realidad Susan ya casi tenía toda su fuera original con un plan de acción.

Todo había sido una relación captor-capturado las primeras dos semanas hasta que en la tercera empezaron a hablar.

-¿Qué es esa marca que tienes en tu cuello?- nunca había escuchado su voz.

- Una marca de nacimiento, la mayoría de la gente las tiene.

-Dime ¿Hace cuanto estas en el bosque?- Parecía dispuesta a entablar una conversación civilizada.

-Perdí la noción del tiempo- contesto Susan que hacia como si se tragase la comida que Vickers le daba. Creía que Susan era tonta y no se daba cuenta que la comida tenia toxinas que provocaban vómitos y deshidratación.

-Yo llevo aquí más de dos años- Los ojos de la compañera de Susan se pusieron en una especie de modo nostálgico.

-¿Cómo sobreviviste todo este tiempo?- La curiosidad se había despertado en Susan acerca de alguien quien a primera vista se podía decir que era una sobreviviente.

-Siempre estoy escondida en la parte más profunda de los acantilados que están cerca de la playa y solo salgo para verano con el objetivo de juntar provisiones y pasar el invierno escondida sin salir- ¿Cómo sobreviviste tu?

A veces hay que tener secretos.

-alimentándome de lo que encontraba y con unas armas que encontré en un árbol- mintió Susan con todas las letras.

-¿Por qué no confías en mi?- Le dijo Vickers acercándose a la oreja de Susan como si le estuviera diciendo un secreto.

-¿Porque me das comida envenenada?- le contesto Susan quien rompió sus ataduras y tomo del cuello a Vickers quien no tardo en sorprenderse por la fuerza que su prisionera había vuelto a adquirir.

A empujones Susan logro sacarse a Vickers de encima y tirarla a un lado. Susan en cambio se tiro en la dirección contraria y empezó a roda y a correr en una danza que cualquiera hubiera apreciado como un intento de sacarse una plaga de encima. Ella respiraba difícilmente y se resbalaba en cada centímetro de la empinada cuesta en la que el suelo dejaba de ser plano y se convertía en un empinado conjunto de rocas que se asomaban tímidamente y rocas que formaban paredes inmensas que engañaban a cualquiera de noche. Susan se tumbo detrás de una de las grandes rocas de la cuesta y se calmo. Empezó a examinar si tenía heridas cortantes en los brazos pero solo descubrió una abrasión en las muñecas producto de las sogas y el paso de los días. Luego se percato de que estaba indefensa y de que Vickers tenía un bolso lleno de armas contra el bosque y contra quienes la amenazaban. Debía hacerlo ahora antes de que su enemiga recobrara la conciencia y tomara armas contra ella.

Susan toco sus brazos y exhalo e inhalo profundamente antes de salir del escondite proporcionado por la gran piedra. Corría por la subida de la cuesta hasta el pequeño lugar donde habían montado su campamento. Vio que Vickers todavía no se había levantado del lugar sobre el que Susan la había tumbado.

Eso era bueno.

Cuando me agache rápidamente para tomar el equipo sentí como algo detrás de mí se deslizaba y emprendía trayectoria hacia mí. Instintivamente lo frene usando la mochila como escudo. El cuchillo reboto y cayó a un lado. Lo tome mientras Vickers preparaba otro para lanzármelo y esta vez impactarme en los tobillos.

Y así sin más caí.

Empecé a rodar por la cuesta tratando de no pegarme contra grandes rocas pero si impactando con algunos montículos de tierra. El corte en la pantorrilla era grande pero no se veía que de él saliera sangre. Cuando pude frenarme trate de levantarme y de hacer esfuerzo con una piedra para no perder el equilibrio.

Después de todo estaba viva.