Lycoris radiata

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Año 1562

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Año 1562

Ciudadela de Carcassonne.

Francia.

La habitación estaba repleta de lupas, mapas y flores secas, una torre de libros de pastas se debatía en caer y unos frascos con cosas extrañas dentro se amontonaban sobre unos estantes con libros sobre botánica y medicina. Dentro, un niño de ocho años y cabello verde batallaba por pronunciar una palabra.

—Ly-co-ris ra-di-a-ta —leyó el libro sobre su regazo.

—¡Deku! —Un niño rubio apareció en la puerta vestido de túnica y mallas blancas —El maestro Toshinori regresa de su caza y en lugar de limpiar, pierdes el tiempo! —Y le arrebató el libro.

—Kacchan déjame explicar, encontré unas flores que...

—¿Flores?¡El maestro te advirtió que no debes salir de la muralla, es peligroso! ¡Los vampiros están allí!

—Pero esas flores Kacchan...

Deku apretó las mejillas de su compañero para hacerse escuchar, contempló esa mirada que tanto le gustaba y exclamó:

"¡Son tan rojas como tus ojos!"

El rubio se sonrojo por la cercanía, casi podían tocarse la nariz, su corazón latió tanto que no escuchó las pisadas de su maestro tras la puerta. El hombre rubio, alto y musculoso se aclaró la garganta y ambos niños se pusieron rojos cuando los vio con los labios cerca. Entonces corrieron a saludar al hombre quien los levantó del suelo.

—¡Mis niños! —dijo abrazándolos.

—¿Cuántos vampiros mató esta vez? —preguntó Kacchan.

—¡Cientos! —anunció con una carcajada.

Toshinori era un doctor y un brujo quien los adoptó después de que sus familias murieron de peste negra. Estudiaban hierbas medicinales para curar a las víctimas de las mordidas y eran entrenados para matar a los vampiros. En una ocasión el cazador "All Might" como era conocido les dijo: "He peleado con esos monstruos por mil años" y los niños creyeron que su maestro era inmortal. A la mañana siguiente Deku tiró de la mano a Kacchan y escapando de su tutor lo llevó a las flores que mencionó.

—¡Kacchan, mira! —exclamó extendiendo sus brazos —Este es el tamaño de cuanto amo tu mirada roja.

El rubio miró el rostro dulce de Deku quien tenía de fondo un infinito campo de flores, se mecían tiernas como un enjambre de hilos rojos del destino. Kacchan se conmovió y sus lágrimas se trabaron ante su amor.

De pronto Bakugou despertó encontrándose con la oscuridad en su ataúd.

—¿Eso fue un sueño! —gritó sintiendo escalofríos. 

Al no recordar su humanidad no conocía la sensación de soñar. Desorientado salió de la cabaña para encontrarse con su hijo admirando el espeso pantano; una flor roja como en su sueño giraba entre sus dedos.
—¿Qué es eso?

—Manjushage —dijo nombrando la flor en japonés —Sabes que se conoce como flor del infierno, se cuenta que el alma atraviesa un camino de manjushage hasta llegar a un arroyo amarillo donde después de beber sus aguas, el alma olvida toda su vida pasada y obtiene otra... No te parece hermosa, Kacchan.

—¿Cómo me llamaste? —dijo creyendo escuchar ese nombre extraño.

—Bakugou, ese es tu nombre...

ᴍɪʀᴀᴅᴀ ʀᴏᴊᴀ | ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora