Una historia de amor y vampiros a través de los siglos en 31 capítulos con alrededor de 500 palabras.
He tomado las palabras basadas en la temática del Fictober del grupo Motín Fanficker como inspiración.
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Bakugou dio un vistazo temeroso hacia atrás. La perversa casa de cuencas oscuras y pilares de serpientes blancas era una bola de fuego. Todoroki salió furioso por una ventana como un demonio en llamas. El rubio huyó saltando sobre los tejados estilo victoriano. El viento golpeaba su cara perturbada, sus manos temblaban preguntándose sobre el fuego anterior. Todoroki lo perseguía, estaba en desventaja, su padre poseía más fuerza y siempre fue despiadado. Aterrado quiso retractarse y pedir misericordia pero entre techo y techo, soñó con su corazón latir, flores rojas meciéndose en un campo verde, su voz infantil diciendo "Kacchan" y sus ojos esmeraldas contemplándolo sobre el suelo.
"¡Ah! Te caíste de nuevo, porque eres tan inútil, Deku"
"Me distraje mirando tus ojos, son tan hermosos más que las lycoris..."
"¡Cállate, nerd de las flores!"
"Lo siento, Kacchan te prometo que la próxima vez seré útil..."
Y así fue cuando en 1565 soportó ser devorado por Todoroki intentando salvarlo. El vampiro rechinó los dientes y apretó sus puños encontrando valor.
—Esta vez Todoroki no te arrancara de mí.
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El nácar de los colmillos se pintó escarlata, la carne fue picada, la ropa rasgada, el rostro troceado. Forcejeo, mordeduras, garras, amenazas, insultos y gritos demoníacos. Todo para salvar o matar a un vampiro que reflejándose en el pantano bajo la luz de la luna, sus ojos rojos parecían humanos como las hojas verdes del nenúfar sobre el agua turbia.
—¡Corre, Deku! —gritó Bakugou arrojándose junto a su padre al estanque.
Tenían mordidas y jirones de piel y la sangre manchó el agua putrefacta. En las profundidades siguieron peleando, las raíces de los nenúfares, carnosas y feculentas enredaban sus cuellos. Las salamandras y sapos saltaron fuera del pantano, escapando de una guerra iniciada hace siglos, cayendo al fondo, el fango atrapó sus pies. La mirada amarilla de un caimán vio su carne pálida tratando de salir del lodo y burbujas de aire hechas por recovecos de sus cuerpos cadavéricos huyeron hacia arriba.
"Podríamos estar bajo el agua por años" Todoroki se resignó mientras miró arriba las sombras redondas de los nenúfares y la corriente se estremeció por el caimán acechando. "Nos triturará, al menos Bakugou sufrirá el mismo destino cruel" Entonces sorprendido vio aquel niño que mató trescientos años atrás, su cabello alborotado seguía igual, su cuerpo había crecido y sus ojos verdes ahora eran rojos; poco a poco sus brazadas lo hundieron más, buscando desesperado a esa persona que su alma siempre buscaba al renacer. Todoroki sintió un dolor en el corazón. Ese amor puro e incondicional, un vástago que ama a su padre, un vampiro tan humano. Entonces el amable novicio se encontró con Bakugou y sus manos se unieron.
Ellos subieron a la superficie como flores de loto. Todoroki permaneció atrapado en la penumbra y el fango. Al amanecer el loto se abrió decorando el pantano de naranja y verde acompañado de un aroma dulce pero él solo olfateo el aroma a lepra de sus lágrimas...