DON'T MARRY ME (WooSan)

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Las lágrimas son como la lluvia ambas caen siendo líquidas y saladas, ambos tienen aquel ruido que nos da la señal de cuando está goteando algo del cielo o de sus párpados, suelen caer de forma lenta o extensa, tienen un propósito ambas, nos hace sentir mejor en cierta forma y a la vez nos ayuda a deshagornos.

El caso de San era ese, sentirse mal por algo que había ocurrido en su vida, ya que había pasado tres meses y aún no lograban nada comenzaba a creer que ya no obtendría la felicidad que deseaba y con la cual planeaba desde que era niño, creía que todo estaba perdido. Decaído se encontraba y no podía buscar algo que lo alentara a sonreír. Tampoco entró en depresión pero sí se sentía terrible.
Ahora mismo se encontraba escondido dentro del armario.

WooYoung sabía que se encontraba ahí, pero este mismo se preocupaba más en arreglarse para irse a su trabajo, normalmente gritaba que se iba pero está vez caminó sentándose junto a él, San al ya no sentirse solo se dejó llevar por los impulsos y le abrazó.

-No...no han llamado, ellos dijeron que llamarían si el jurado aceptó, creo que... No estamos aptos para tener un hijo.

-Tranquilo San, llevas días diciendo eso, solo ten paciencia.

-Es que no puedo, ya esperamos mucho.-Hablaba aún con sus lágrimas llorando.

-Iré al  trabajo, por favor mantén la calma ¿si?.-Realmente sentía un poco de asco o más bien se sentía dentro de una situación incómoda porque su traje estaba siendo manchado por el chico que lloraba, así que se puso de pie separándose del abrazo pues ya quería irse.

-Woo... Te... Te amo.

El sujeto estaba abriendo la puerta del armario en cuanto escuchó aquellas palabras, se quedó pensativo y después sin decir nada salió de ahí, provocando que San se pusiera más triste.

-Joven Jung, se hace tarde para su trabajo, su padre lo matará... ¿Todo bien?.

-No, quédate con San yo iré al trabajo, ten tu día libre o encargate de San dile que no regresaré a la comida ni cena, tal vez vuelva en la mañana u otro día, San está a cargo de ti mientras vuelva.

Dicho aquello aquel teñido de rubio salió de ahí tomando su auto para conducir.

No iba directamente a su trabajo pues se había desviando para dirigirse a la carretera teniendo un largo camino que tomar, decidió ir a Gyeongsan pues no sabía que era lo que ocurría con todo aquel papeleo del cual tardaron mucho en completar.

San lloraba sin control porque había notado como su esposo no le había respondido ni el abrazo, ni siquiera aquellas palabras dulces que le dijo, realmente lo había ignorado de una manera no tan linda.

MinGi no le mencionó nada acerca de que tal vez su marido no volviese a casa ya que estaba seguro de que si decía eso podría llevar a San a una depresión más profunda así que se evitó todo ello y decidió continuar con su vida tranquilizado al sujeto quien lo necesitaba más que nada.

El camino era largo para WooYoung de verdad si fuera por su propia cuenta no iría a aquel sitio, pero ahora estaba realmente dispuesto así que lo haría por su marido.
Al legar, no paró en ningún sitio de comida u hotel, se dirigió principalmente a aquella casa hogar.

-¡oh! Señor J...Jung que  sorpresa.-Reía la mujer de forma nerviosa.

-Al parecer sí me esperaban... Y bien. Vengo a poner la queja de que van muy retrasados y que no nos digan nada ¿qué sucede?.

-Es gracioso si nos ponemos a pensar en eso señor Jung, pero el juez se negó.-Habló un poco asustada mirando algunos papeles.

-¡¿qué?! ¿Por qué? Seremos buenos padres, entregamos todo e incluso ya mi marido comenzó a comprar cosas infantiles.

-Es esa la cuestión, su esposo no usted, el principal motivo de la cancelación fue que según los exámenes usted no está apto para ser padre. Solo mirese a un espejo.

-¿quién es usted para juzgarme con mi apariencia?. Recuerde que las apariencias engañan muchas veces y no hay que juzgar al libro por su portada, sino por el contenido y mi contenido es que...-Con ello la chica volvió a interrumpirlo cortésmente.

-Es eso señor Jung, ¿ya vio la actitud con la cual me está tratando? Dígame, ¿con esa actitud cuidaría usted de un niño? Usted nos dijo que jamás se ha hecho responsable por algún ser vivo, ni siquiera una planta.

Fue ahí en donde entendió que jamás tuvo la culpa aquel sitio, todo se debía a WooYoung quien jamás dio su parte psicológico. Era él quien cometió el delito provocando que San estuviera en esa situación así que cerró fuertemente sus ojos pensando "¿qué haría San si estuviera en esa situación?" la opción más viable era el hecho de ser amable con las personas así que soltando de nuevo otro suspiro habló.

-Dígame, ¿qué debo hacer para obtener los deseos de una familia?.

-¡oh! Jamás habíamos tenido un caso como este así que... Sígame lo llevaré con la directora de esta casa hogar. Ella le dirá ¿qué hacer?.

Dicho aquello asintió y siguió a la chica quien efectivamente le llevó hasta coordinación donde se encontraba la oficina de la encargada del sitio, primeramente pasó la señorita que le ayudaba dejando detrás de la puerta al sujeto, quien accidentalmente se asomó por una ventana viendo a unos niños entretenidos, uno de ellos lo reconoció y habló con la encargada para que este pudiera salir.

-¡Volviste! ¿Y tu amigo? Quiero enseñarles que aprendí a colorear sin salirme de la rayita.

-¡Ja! claro como si eso fuera algo tan difícil de hac...-Recordó el principal motivo por el cual no le daban al pequeño así que rápidamente decidió cambiar sus palabras para alentar al niño a que siga coloreando de la misma manera.-¡Wow! Es increíble, hay muchos de mi edad que aún se salen de la raya, si que eres buen artista por eso hicieron la torre eiffel a tu honor con forma de "A" por tu nombre.... ¿Alberto?. - El niño sonreía al principio pero después al escuchar todo lo demás ladeo su cabeza confundido.

-¿HongJoong qué haces aquí no debes de estar en clase?.-WooYoung al escuchar el nombre lo susurró pues en ningún momento se dio cuenta de que hablaba con el hijo que tanto deseaba San.

-Quería ir a hacer pipí, pero ya no.-Dijo el menor tomando la mano a la mujer quien de nuevo lo dejó al lugar de donde había salido.

-Adelante señor Jung.-Habló una mujer mayor permitiendo el pase al sujeto. La voz de la anciana era escalofriante pues sonaba como aquellas típicas mujeres de mayor edad demasiado extrictas.-Tengo entendido, que está de aferrado a querer uno de nuestros niños, háblame con toda la sinceridad del mundo... ¿Por qué?

-Pues... Queremos la felicidad en nuestras vidas mi marido y yo.-Habló nervioso pero la mujer solo levantó una ceja, al parecer llevaba tantos años en eso que ya se sabía varias excusas.-De acuerdo le diré la verdad, mi esposo es el que salió de aquí y su mayor deseo es tener esa familia que tanto deseo por años, darle ese cariño a alguien de aquí mismo, simplemente yo acepté y ahora está super decaído porque se negaron, así que vine perdiendo mi trabajo para estar aquí presente con total de llevarle la felicidad que tanto desea.

-Jamás había visto una prueba de amor tan verdadera como la suya, me gusta. Bien señor Jung tienes una segunda oportunidad, un mes de terapia psicológica.

-¿qué? ¿N... No podemos adelantar ese mes a unas horas?.-Dicho aquello la mujer lo miró seria ajustándose sus gafas.

-¿cree qué esto es una tienda de adopción? señor Jung, no lo es. Si no acepta la terapia cuide de un ser vivo, consiga una semilla, siembrala, y veala florecer. Verás que no será sencillo, conseguir la semilla, saber de que es, conocer sobre sus cuidados acerca del sol, sombra, tiempos de regarla, y cuando la tenga floreciendo con algún fruto venga a enseñarla, así le daré lo que más desea comprobando de que su flora esté bien.

Igual era algo tardío así que WooYoung relamió sus propios labios, pasando la lengua por esos propios y pensar unos momentos en una respuesta coherente.

-¿qué le parece si nos ahorramos todo eso? y lo hago aquí con el niño, usted estará presente y verá que realmente quiero a HoongJoong. Así verá que sí muestro gran interés y que estará totalmente bien cuidado.

-Trato, tendrás 72 horas con él aquí mismo donde los pueda vigilar. ¿Lo tomas o lo dejas?.