DON'T MARRY ME (WooSan)

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San despertó y lo primero que observó fue el sitio en donde estaba, sintiendo un poco de pena ya que WooYoung estaba solo, no tenía a ningún familiar más que él.

Le dijo a MinGi que se fuera pues San estaba consciente de que permanecería  todo el día ahí en el hospital, acompañando a WooYoung o esperar alguna noticia de él.

Vio como el doctor salía y rápido se apresuró en ir con este.

-Disculpe, ¿cómo está mi esposo?

-Ah, ¿usted es el marido del paciente que llegó anoche? Jung WooYoung me parece que es su nombre.-El sujeto asintió uniendo sus manos con algo de esperanza de buenas noticias.-Puede pasar a hacerle compañía, perdió mucha sangre en el accidente pero se encuentra bien, solo que aún no abre sus ojos. Por suerte no perdió la vida, solo se fracturó el brazo derecho, ahora si me disculpa tengo que atender a otros pacientes.

San asintió dejando ir al médico y este soltando un suspiro se dirigió a donde estaba su marido, mirando como este estaba conectado a varios aparatos.

-WooYoung...-Susurró para tomar su mano y besar sus nudillos, pues le dolía ver como estaba lleno de rasguños, y su brazo vendado debido a la fractura que tuvo.

Permaneció ahí durante todo el día, no dejaba de verlo y de lamentarse.
Sin darse cuenta quedó dormido junto a él, uniendo sus manos.

HongJoong por su parte estaba triste ya que logró escuchar en el momento que MinGi le contó lo sucedido a YunHo.
Él se puso a llorar pues se imaginó a sus dos padres en una camilla de hospital.
MinGi y YunHo quisieron decirle que todo estaba bien, pero el menor no podía más por lo que pidió verlos como su última vez ya que se imaginaba lo peor para él y sus padres.

Claramente por el hecho de que sus padres se encontraban en un área donde no se permitían niños HongJoong no podía entrar lo cual lo ponía muy triste, tampo ninguno de los adultos que lo acompañaban pues decían que sólo podía estar una persona dentro y ahí estaba San.

Este despertó después de que lo viera dormir y observó en las pertenencias de su marido como su celular que en definitiva estaba muerto de batería, por lo que eso era la respuesta  a su pregunta, sobre la razón por la cual no le contestaba cuando intentaba llamarle por teléfono.

Así mismo le recordó su propio celular por lo que revisó y tenía un mensaje de texto de MinGi quien le decía que ellos estaban en la sala de espera porque el niño estaba totalmente triste de no ver a sus padres.

San estaba dispuesto en ponerse de pie y dirigirse donde ellos se encontraban, sin embargo un ruido lo hizo detenerse.
Provenía de WooYoung, pero no era su voz, sino que era aquella máquina exactamente el monitor cardíaco  que emitía un pitido largo y extenso sin ningún ritmo. Tal cual como sonaba en las series de doctores o películas cuando alguien fallecía.
Así que aquello lo alarmó mucho, no sabía que hacer o como actuar, solamente estaba histérico, observó cómo frente a él se encontraba aquel botón para llamar a los médicos y mantuvo su dedo presionado hasta que estos se hicieron presentes.

-Necesitaremos que salga de la sala joven.

San no podía con todo, sus labios temblaban y parpadeaba sin cesar, realmente estaba asustado y se aferraba a quedarse, pero fue totalmente obligado en salir, por lo que con lágrimas en ojos caminó observando a su hijo donde corrió tomándolo en brazos.

-¿Y appa?

No respondió San, simplemente permaneció abrazando a su hijo, pues tampoco lo había visto en todo el día por lo que simplemente quería pasar tiempo con él ya que lo extrañaba.

MinGi y YunHo se quedaron dudosos en el momento que San no respondió a la pregunta del menor por lo que de la misma forma le preguntaron  siendo más discretos  a través de el sistema telefónico.

Estos también se asustaron y le miraron.

-San, estuviste aquí todo el día, no comiste, no desayunaste, así que tu y Hong vayan a cenar algo, nosotros estaremos al pendiente.

San agradeció mucho ese gesto y asintió tomando de la mano a su hijo y caminar en busca de un restaurante, ninguno de los dos hablaba ya que HongJoong no le diría a su padre que estuvo llorando todo el tiempo por querer a sus dos appas, mientras que el otro no quería decirle a su hijo que su padre estaba a punto de morir.

Pasaron por algunas tiendas que tenían cerca donde Hong estaba encantado de ver aquellos productos con el fin de lograr obtener alguno con su encanto, pero no logró mucho ya que su padre estaba un poco triste que ni siquiera le prestó mucha atención.

Encontraron un restaurante de fideos coreanos donde comenzaron a comer tranquilamente, a decir verdad con ello le ayudó bastante en relajarse y sentirse más cómodo. Así mismo su hijo le ayudaba contándole cualquier cosa que se le viniera a la mente, mencionó varias veces algunos chistes para hacer reír a su padre pero este simplemente se reía para seguirle la corriente a pesar de que en verdad no les entendía mucho, poco a poco comenzaba a disfrutar su compañía.

-Quiero un hermano.

Soltó de repente asustando al chico quien lo miró un poco nervioso.

-Pues... No creo que sea lo mejor por ahora pequeño.

San ya tenía en su mente la idea de que no conseguiría a WooYoung como pareja de nuevo, pues temía que algo malo le sucediera a este, por lo cual su idea de tener un hijo de sangre estaba arruinado.

-¿Crees que appa no me deje tener un hermanito?

-No lo sé cariño.

-¿Cuándo lo veré? Tal vez él me esté extrañando mucho, así como yo lo extraño a él.

San no pudo más y tuvo que limpiar algunas lágrimas diciendo como excusa que sus fideos tenían picante y que le había causado efecto de este sazón.

Su teléfono celular comenzó a sonar pero le daba mucho temor contestar, así que se negó a hacerlo. Y más al ver que se trataba de MinGi.

Estos no se cansaron de intentar llamarle por lo que a las últimas logró contestar San un poco serio, comenzando a pagar por la comida que habían consumido.

-¿qué dices?

Sabía que una lagrima corrió por su mejilla así que rápido tomó al menor y sin tomar su cambio se dirigió con prisa de nuevo al hospital, pues le esperaba su gran sorpresa de vida.