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El sol se hizo con la finalidad de dejar ver las diferencias entre el día y la noche por lo que ahora justamente en las mañanas que comenzaba a salir informaba a todo el ser humano que ya había sido otro nuevo día, listo para disfrutarse con alguna actividad. Siendo laboral, espiritual, diversión, entretenimiento o académico, había de muchas formas para disfrutarse.

WooYoung abrió lentamente sus ojos con un poco de pesadez y flojera, lo primero que logró visualizar fue el rostro angelical de San. Este solamente miraba las líneas en el rostro contrario, como sus ojos estaban delineados en su rostro, labios, nariz, sin pensarlo se había acercado con sus ojos cerrados hacia el sujeto frente suyo, pero al sentir como éste exclamaba un ruido, se retiro rápidamente fingiendo estar dormido.

-¿mmgh?.-Grimió San abriendo sus párpados donde sus globos oculares visualizaron rápidamente al chico frente suyo al verlo dormir (o eso creía) sonrió pues le parecía bastante tierno pasó su mano sobre la mejilla del chico.-Creo que te ves muy lindo dormido, eres tan adorable así.

San notó como aún seguía entre los brazos del menor por lo que sonrió más a flote y después seguir acariciandolo mirando su rostro.

Te besaría pero no sé hacerlo.

Dijo la voz interior de San con su mirada fija al chico. Wooyoung estaba teniendo sus altas ganas de ir al baño por lo que no podía seguir actuando estar dormido así que solamente abrió sus ojos de forma como si recién despertara para luego irse de forma seria al sanitario y hacer sus necesidades.

-sabía que era demasiado bueno para ser verdad.-Susurró así mismo San.

WooYoung había tardado en el baño pues no dejaba de pensar en lo que estuvo a punto de hacer, frustrado se miró al espejo y observó como su tinte poco a poco se iba y a su vez tenía el cabello más largo tenía que arreglarlo, él siendo tan guapo, maravilloso y perfecto no podía mostrar ningún defecto. Así que se dio su ducha sin pensarlo comenzando a planear su día iniciando con la ida a un salón de belleza. Claramente era obvio que se tenía que hacer una reservación a tiempo pero él creía que el dinero lo podía todo y con ello haría que su cabello mejorase.

Cuando estaba listo por salir de su ducha se percató de que había entrado sin prepararse por lo que no le quedó de otra más que gritar.

-¡San! Quiero mi toalla.

-No te escucho.-Cantureo el sujeto comenzando a sacar sus ropas para decidir cuál se pondría el día de hoy.

-No te hagas, dame mi toalla me haré pasa aquí adentro.-Con ello San soltó una risita y caminó a donde estaba la maleta de su compañero tomó la toalla y se paró detrás de la puerta.

-¿woo? Al parecer olvidaste tu toalla, no está aquí.-Dijo divertido.

-¿cómo crees que la voy a olvidar? La use hace poco, así que entra y dármela.

-¿por qué debería?. -Lo siguiente que haría con el chico es enseñarle a usar modales.

-Porque la necesito.-Con ello San no dijo más y sólo miraba aquella toalla con la cual su marido se secaba todo su cuerpo.-Por favor.

Susurró pero San no escuchó esta vez y le gritó de vuelta para que hablara.

-No se te entendió nada. ¿Dijiste algo?

-¡agh! ¡POR FAVOR DAME MI TOALLA!. -estaban seguros de que con ese grito cualquier vecino de habitación podía escuchar su situación, con ello San riendo caminó adentrándose al baño sosteniendo aquella prenda con una mano y con la otra curbia sus ojos.-Hey cariño...-Cantureo WooYoung y San cayó en la trampa retirando sus dedos de su ojos siendo recibido por agua que le había salpicado aquel menor.

-Te lo mereces.-Gritó riéndose el de piel con gotas de agua dentro del baño provocando que su compañero saliera de ahí y esperase afuera en la habitación.-Iré al salón de belleza necesito retocar esto.-Señaló su propio cabello y San asintió.

-Si quieres que vaya contigo no tardaré ni cinco minutos espera a que termine de ducharme.

Dicho aquello rápido se apresuró sin dejar escuchar alguna respuesta, lo hizo todo tan veloz que salió con gotas escurriendole en el cabello, no le dio tiempo de secarse o acomodarlo y sólo salió.

WooYoung no le dijo nada, sabía que salir de esa forma con el frío que hacía podría agarrar un buen resfriado, así que mientras caminaba retiró su bufanda y la colocó en los cabellos del contrario comenzando a frotar sobre ellos tratando de secarlo.

-¿qué haces?.

-¿no es obvio? Pinto unicornios.-Dijo continuando con frotar sus cabellos y después al verlos un poco mejor le dolió mucho pero dejó su bufanda en el cesto de basura y se retiró de su propia gorra colocándose la al sujeto frente suyo.-Si te enfermas al que le irá mal será a mí, así que andando vamos.

San asintió pues podía ver que poco a poco WooYoung hacia cambios y eso le gustaba, lograron encontrar un salón de belleza y se adentraron, les pidieron número de la cita a la cual estaban destinados a ser y WooYoung con su sonrisa demostró la tarjeta de crédito.

-¿cuánto quiere para que nos deje pasar?.

La chica sonrió y trató de ayudarles pero al pasar la tarjeta se negó.

-Es una cantidad muy mínima que no aceptaré, además creo que la boutique no cobra al dinero que tiene tu tarjeta, lo siento será otra ocasión.

-¡¿qué!? San un banco rápido.-Dijo y con ello le tomó de la muñeca iban a pedir un taxi, pero este mismo se detuvo pues ya no tenía tanto dinero así que tuvieron que ir caminando en busca de uno.-¿cómo es posible que ya no tenga dinero?.

-Fuimos al Caribe, allá no se cuantas cosas hiciste o compraste, llegamos a Corea, y después aquí, ambos nos hospedamos en un hotel, la comida de hotel o zonas turísticas es cara por las cuales fuimos, además de que sólo piensas en dinero...

-Ya no sigas, pero... ¿Qué haré con esto?.

-Sencillo, guárdalo, con eso ambos volvemos a Seúl, yo... No tengo tanto dinero como tenías tú pero tengo lo suficiente como para comprarte un tinte.

-¿estás loco? ¿Tu quieres pintar mi cabello? No te creo capaz de que sepas hacerlo.

-Entonces quédate así, todo el mundo te criticará por ese color tan feo que se ve en ti cuando la pintura se cae.

Y de nuevo con ese mismo método terminó San convenciendo a su esposo y ambos se dirigieron en la compra de los productos.

Tardaron demasiado escogiendo el color pero terminaron con uno rubio cenizo obscuro.

Volvieron al hotel y San colocándose aquellos guantes especiales leyó primeramente las instrucciones y comenzó manos a la obra con los cabellos de su marido, este tenía miedo de hacerlo pues no confiaba en él.

-Crecí con una hermana la cual siempre quiso ser idol no lo olvides, adivina quién trabajaba para su compañía con sus hairstyles confía en mí.

Dicho aquello continuó masageando el cráneo del sujeto con los productos de belleza que tenía disponible, no se había olvidado de que le falta algo, procuró tener todo bien preparado y listo.

WooYoung como todo un buen influencer se fotografió junto a San donde se ve como le ayudaba en su belleza del más chico.
Y lo publicó para que todos sus amigos lo vieran.

Claramente recibió muchos comentarios y likes puesto que la mayoría de las personas hacían comentarios apoyando su matrimonio. Pues a la mayoría de las personas les parecía tierno que como pareja le ayudara hasta en esos aspectos, había de igual manera fanáticas que deseaban a alguien como San quien les retocara el cabello, WooYoung leía cada uno de ellos viendo que todos los apoyaban.

¿Será posible que sí me enamore de él?

Se dijo a sí mismo dentro de su cabeza aquel chico social.

DON'T MARRY ME (WooSan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora