DON'T MARRY ME (WooSan)

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San había llegado muy preparado corriendo y dejando las compras en bolsos, así mismo echó otro poco de su despensa y corrió apresurandose a donde tenían sus maletas para llevarlas al sitio donde guardaban la ropa de HongJoong y de él mismo aventandola dentro de la maleta sin ningún control.

-¿cariño qué sucede?.

-Lo siento YeoSang... No puedo seguir aquí.-Dijo histérico para continuar echando las prendas e incluso aquellos de la ropa sucia, las aventó para luego forzar el cerrado del equipaje y tomar a su hijo que dormía en brazos.

-¿qué pero a dónde vas?.

-Tengo que salvarlo antes de que se siga lastimando.

-¿quién?

-WooYoung, ¿quién más podría ser?.

-¿por qué sigues pensando en él? Están divorciados recuerdálo ¡ya no lo necesitas más en tu vida! Me tienes a mí, solamente a mí para ti, te daré todo aquello que aquel no te dio.

-Serán unas simples gafas de sol, pero lo que realmente costó fue que aprendió a amarme.

Entre tanto escándalo que hacían aquel dúo, el menor no pudo evitar despertarse y mirar lo que ocurría.

-¿a dónde vamos papi?

-Con appa.

Dijo decidido para dejarlo en el suelo y así mismo juntos irse de ahí con las maletas en mano.

YeoSang estuvo desde lejos gritándole para que no se fueran, al grado que llegó hasta la planta baja en el vestíbulo y rendido tomó la muñeca del chico sin lastimarlo.

-Los llevaré a la estación de buses, no tienes dinero como para pedir un taxi, toma esto para los boletos y ve con mucho cuidado.

Habló de forma racional entregándole aquellos billetes que San no se negó a recibir.

Gracias a su comprensión habían llegado bien a aquella estaciones de buses que sería más rápido que el tren, por el cual habían venido.
De la misma forma San seguía intentando comunicarse con WooYoung ya que de verdad le preocupaba demasiado.

Se despidió con un abrazo agradeciéndole a YeoSang por la gran ayudada que le había dado, después de ello junto a su hijo subieron a aquel autobús de viajes donde el menor  pudo descansar realmente, pero San estaba tan preocupado que no se lo permitía. Sentía como su corazón palpitaba apresurado. De querer encontrar con bien al sujeto.

Debido a las horas que eran y su pequeño estrés, comenzaba a doler su cabeza. No podía más.
Al llegar a Seúl no había tantos servicios debido a la hora, pero logró tomar un taxi que lo llevó al sitio donde habitaban antiguamente.

-¡WooYoung!.-Entró gritando y corriendo en su búsqueda.

Mientras que el menor estaba totalmente cansado que fue directo a su cama y durmió como nunca. Pues extrañaba estar de vuelta a casa.

-¿mmgh? Joven Choi... Es decir, joven Jung, ¿qué hace éstas horas despierto?.-Habló uno de aquellos que ayudaban limpiando la casa y manteniéndola bella como lo es siempre.

-¿Joven Jung? No, no, recuerde que estoy divorciado.

-No lo es señor, el Joven Jung jamás firmó el papel, sigue siendo su esposo, en cuanto se enteró de lo que su padre hizo fue rumbo a su ciudad natal dejándonos a nosotros, y así mismo al trabajo. Con el fin de volverlo a traer a casa.

-¡Su auto! ... ¿No ha vuelto?.-Preguntó mientras corría para ver si se encontraba en la cochera, sin embargo no estaba, completamente vacío aquel espacio.

-No señor, no regresó.

-¿en dónde podría estar?.-Una lágrima se escapó de sus ojos.

-Descanse joven, mañana nosotros lo buscaremos por la ciudad y también haremos lo posible para encontrarlo.

El sujeto asintió limpiando su lágrima y dirigirse a su cama, no quería dormir sólo, así que se recostó junto con su hijo abrazándolo.
Realmente su cuerpo estaba agotado, pues en el momento que desplomó su cabeza contra la almohada se durmió profundamente.

WooYoung, WooYoung, WooYoung

Era en lo único que pensaba en esa noche, apretando fuertemente sus ojos para obligarse a negar de despertar.

-¡San! Te amo, te amo y jamás te abandonaré. Perdóname por alejarme tanto de ti, prometo no apartarme de tu mano.

Era WooYoung quien lo abrazaba fuertemente y besaba por doquier, sentí como si estuviera en una realidad muy profunda aunque en realidad todo era un estúpido sueño.

-Papi. Papi, papi.-Decia asustado el menor meneando a su padre un poco asustado de que no reaccionara del todo. Pues a pesar de que WooYoung estuviera dormido comenzaba a hablar.

-¡Ahh!. - Gritó el sujeto despertando.-¿qué sucede?

-Estabas teniendo una pesadilla.

¿Realmente soñar que WooYoung decía que te amaba de verdad era una cruel pesadilla? No estaba del todo seguro por lo que golpeó levemente su mente ya que era cierto que aún no le cuadraba muy bien todos aquellos pensamientos que tenía. Sobre su amor.

De hecho comenzaba a creer que era más feliz con YeoSang en lugar de haberse ido, sin embargo se mantuvo en su mansión, tardó un poco más en volver a dormir así que solo se relajo acariciando los cabellos del niño.

Decidió prender la televisión unos momentos en modo de que el volumen no molestara tanto al menor y que de esta forma logrará poder dormirse con tranquilidad de aquel suave ruido de los noticieros reportando cada situación que se les presentaba a nivel nacional.

A punto de quedarse totalmente dormido escuchó un reportaje que le llamó la atención.

"accidente automovilístico en la carretera camino a Seúl. El conductor conducía con un grado de ebriedad a. 230% BAC en su sangre teniendo su intoxicación alcohólica al tercer grado, ahora mismo está siendo transportado a la ambulancia que lo dejará en el hospital central, se dice que aquella persona se trata de nada más y nada menos que el hijo del empresario magnate Jung, aquel modelo de las revistas para jóvenes. Pudo haber perdido la vida pues se estampó contra a un anuncio publicitario"

Las imágenes eran bastante gráficas, pues era de noche y se veía como aquel auto estaba destrozado, de la misma vez que se veía como intentaban sacar a WooYoung de aquel auto y transportarlo a la ambulancia.
San se preocupó demasiado al verlo, por lo que apagó la televisión y rápido corrió en busca de MinGi.

-¡MinGi! Vamos al hospital.-Dijo alarmado despertando a YunHo quien dormía con su pareja.-Ahora, WooYoung está ahí, necesito verlo y saber como está. YunHo ¿podrías encargarte de Hong?.

Ambos aceptaron y a pesar de que el conductor estuviera en pijama rápido se apresuró en irse al auto para conducir moderadamente directo al sitio donde se tenía el seguro médico del sujeto.

Había llegado en el momento que observaba como se lo llevan apresuradamente. San corrió donde estaban los doctores pero le negaron el acceso así que un poco triste y cansado, que comenzó a llorar preocupado en las sillas de espera hasta que alguien hiciere el llamado de que podría pasar. Realmente le preocupaba pues había sido un fuerte impacto. MinGi permaneció a su lado consolandolo hasta que por fin pudo dormir un poco aquel chico desamparado.