09

2.7K 336 29
                                    

El aire era totalmente nuevo, ya que era diferente a lo que solían respirar, al salir del aeropuerto podían sentir la maravilla del Caribe, aunque San no estuviera de acuerdo le agradaba la salida del país.

-Y... ¿Qué haremos hoy?

Habían dormido todo el largo camino así que San estaba lleno de energía para gastarla en sus vacaciones.

-No se tu, pero yo iré a pasear.-Iban en un taxi y este mismo buscaba entre su bolso de mano sus gafas solares que desepcionadamente olvidó en casa.

-Tu padre dijo que le avisaramos en cuanto llegáramos.

-¿por qué no lo haces tú? Estoy en algo más importante.-Había sacado todas sus cosas pero nada, así que soltó un suspiro y después de unos minutos llegaron a su hotel, ya tenían hecha la reservación, así que solo entraron a su habitación y el de cabellos violetas se apresuró a tumbarse en la cama.

-Iré a tomarme una ducha, también quiero conocer la ciudad.

Dijo San adentrándose rápidamente del baño, y es que además en todo el vuelo se había aguantado, pues no le gustaban los baños públicos. Sabía que en el hotel constantemente había personal que los limpiaba por lo que estaba más tranquilo.

Simplemente a WooYoung no le interesó para nada sus palabras y sólo permaneció recostado comenzando a tomarse fotos con sin su camisa, demostrando aquel cuerpo formado y tatuajes decorando su piel.
Había una botella de champagne con un par de copas donde las fotografió y así mismo se tomó fotos con ellas gozando de la vista, sin duda tendría millones de likes.

San procuró no tardar  mucho, pues sabía que su compañero quería irse solo, así que rápido hizo lo suyo y salió del baño ya vestido, al no verlo se asustó creyendo que WooYoung ya se había ido, pero observó como la persiana que llevaba al balcón estaba abierta caminó con su propósito de cerrarla. Pero se detuvo al ver a su esposo semi desnudo, claramente tenía aquellos cuadros a su vista, parecía una barra de chocolate lista para comerse.
Pero el chico prefería no pensar en ello, lo único que le falló es que no soltó ninguna palabra, no podía hablar se había quedado totalmente mudo y eso le era extraño.

-Si ya estás listo vámonos.-Habló WooYoung saliendo de ahí y colocarse otra camiseta para fotografiarse y aparentar que era un nuevo día.

San asintió y cerró aquel balcón para tomar su móvil y cámara fotografía comenzando a correr detrás del sujeto, a diferencia del contrario este sí llevaba sus gafas de sol caminando sin ninguna preocupación, pues en lugar de aplicarse crema humectante en la piel se colocó protector solar para cuidarse de los rayos ultra violeta que quisieran quemar su blanca y dersa piel.

-Woo no comimos, ¿Te apetece buscar comida tradicional y probarla?.

El chico no articuló ninguna palabra y prosiguió caminando, San realmente parecía un turista profesional pues no dejaba de fotografiar lo que había a su alrededor, si así estaba emocionado imagínense como se pondrá cuando vea el mar.

Se entretuvo tratando de enfocar una mariposa que estaba parada en una flor muy linda.

-San, en Corea tenemos maripososas eso no es nada nuevo, ven aquí.-Dicho aquello este fanfarroneando le tomó de la muñeca y se lo llevó a un restaurante bastante pintoresco, tenían asiento afuera para seguir apresiando del sitio, en el momento que se acercaron a pedir las órdenes el único que habló había sido WooYoung pues ya sabía que pedir.

-No olvides que yo también estoy aquí y que tengo hambre.

-Tu solo guarda silencio.

San no le gustó escuchar eso así que sacó su celular y le tomó una fotografía para luego publicarla en sus redes sociales.

-Mi esposo es de esos que no me piden comida y solo quiere que los vea comer, también es uno muy egocéntrico porque casi llora por unos lentes solares. Y bueno... Lo publicaré.

Tras escuchar aquello rápidamente WooYoung se le lanzó hacia él tratando de quitar el móvil de sus manos, pero no lo lograba San había sido rápido en esconderlo debajo de su muslo.
El de tatuajes sólo trataba de quitarle el teléfono celular, pero San se aferraba demasiado pues se divertía de tener esa cercanía con el chico, que no lo soportó mucho y reía de lo que hacían, WooYoung le miró y le sonrió, pues aquella sonrisa se le había contagiado, el enojo por parte de ambos se alejó y el de cabellos morado sin pensarlo usó el método muy factible con los niños, el hacerle cosquillas, se colocó detrás del chico e hizo su acción. San no dejaba de soltar carcajadas llamando la atención de las personas a su alrededor, mientras WooYoung también reía, en una de esas San movió su pierna dejando a vista su móvil donde rápido aprovechó el menor (con algunos meses de diferencia) y lo abrazó por el cuello aparentando ser una verdadera pareja feliz, ante la cercanía San lo miró y así mismo WooYoung con su sonrisa también le compartió la mirada.
El corazón de San estaba tan acelerado debido a la cercanía y porque sabía que esa sonrisa era real, no era ninguna falsedad por primera vez lo vio sonreír de buena forma.

-Eres un tonto.-Dijo de forma burlon WooYoung separándose pues había logrado quitarle el celular rápido quiso retirar el post pero el aparato tenía contraseña.-Anda dime tu clave.

-El día de mi cumpleaños.

-¿eres sordo? No sé, solo dime tu clave.

-¿Eres mi esposo y no sabes mi clave? Mal.-Dijo poniendo su pulgar abajo.

-Entonces me quedaré con tu celular hasta que me lo digas.-Dicho aquello guardó el móvil en su bolsillo del pantalón.

Sonriendo de forma victoriosa pues creía que había logrado lo que quería, pero a San no le importó, sin embargo se sorprendió al ver como se acercaban dos platillos con mariscos uno era para cada uno.

San se sintió bien por primera vez estando a solas con el sujeto, pues sí lo había considerado para la comida.

Al terminar de degustar aquellos exóticos o nuevos alimentos caminaron un poco juntos donde San seguía fotografiando cosas y a él mismo también.

-Tómame una foto aquí.-Había un pequeño callejón donde una pared era amarilla y la otra roja, alrededor muchas plantas de la zona.
San rodeó los ojos pues no era la primera fotografía que le pedía, ya llevaba varias pero le gustaba que le pidiera ser su fotógrafo, pues cuando la foto salía demasiado buena Woo sonreía verdaderamente sin fingir. Y eso le gusta ver a San.

-De acuerdo.-Dijo el chico colocando su cámara en posición pero sentía que algo faltaba en esa fotografía, miró a su alredor y justo aún lado había una tienda.-No tardo, no te muevas de ahí o no obtendrás tu foto.

Dicho aquello San corrió dentro de la tienda y vio que vendían gafas solares rápido buscó una del estilo de su marido y comprarlas. Estaba contento con su compra.

Cuando regresó encontró a su esposo viendo las flores y le tomó una fotografía sin que este se diera cuenta después soltó un respiro profundo, inhalando y exhalando lentamente para tranquilizar sus nervios y caminar donde el sujeto estaba, se acercó y le colocó las gafas que recién había comprado.

-¡Perfecto!.-Gritó y tomó las fotografías.

Al terminar WooYoung miró las gafas y se sorprendió pues sí estaban lindas, así que se las dejó puestas a sus ojos, acercándose en ver los resultados. Sin duda quedó impactado pues se veía bastante bien que sonrió enormemente y debido a su emoción no dejaba de sonreír mirando a San.

-Son increíbles ¡cambiaré mi foto de perfil con esas!.

-Espero que te hayan gustado los lentes, no son de marca como los que sueles usar, pero son lindos y se te ven bien.

WooYoung asintió y sacó el celular de San extendiendo lo hacía el dueño de este.

-Julio diez.-Dijo San sin tomar su móvil.

El de cabellos morados asintió y colocó la contraseña, en efecto era la correcta, puso la cámara y pasó su mano sobre el cuello del sujeto para así mismo tomarse una selfie.

San se sorprendió bastante pues era la primera fotografía que tenía con su esposo, donde había pura sinceridad y nada de falsedad. Sin duda esa fotografía jamás la borraría. Ni siquiera de sus recuerdos. Su primer tatuaje mental que se haría en sus mentes.

DON'T MARRY ME (WooSan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora