Papi

➵SEIS

Capítulo 6

-¡He dicho que te quedes! -me gritaba frustrado y no entiendo el por qué.

No he salido de su maldita casa, ahora nuestra. Mi jefe me ha llamado y no me permite hablar con él ni con nadie, literalmente, estoy desconectada del mundo, casi ni sabía qué fecha era hoy.

-¿Pretendes encerrarme en la jodida habitación hasta que muera? -le respondí de igual forma.

-A mí me hablas moderadamente. -se levanta de su escritorio- Debiste quedarte en casa y descan-...

-¿¡Descansar!? -solté una risa amarga- Eres increíble.

-No necesito que me lo digas, ya lo sé. -responde con egocentrismo.

-Increíblemente idiota. -terminé mi oración.

Apretó la mandíbula seguido de su cuerpo tensarse. Resopló exasperado volviendo a su lugar, acomodó unos papeles y se colocó los lentes y volvió a hablar:- Iré a una conferencia donde estarán varios colegas artistas.

-¿Y qué quieres, que te aplauda?

-Cuidado con cómo me hablas. -rodé los ojos por su amenaza- Fácilmente te puedo llevar a la ruina y no tendrás nada -calló unos segundos y sonrió malévolo-, pero es cierto, nunca tuviste nada.

Siguió en sus asuntos mientras yo seguía recalculando sus recientes palabras. Y realmente me había dolido, pero me molestó el hecho de que se haya metido en donde no le incumbe. ¿Pero sabe qué? No haré nada, no discutiré con él. No vale la pena.

Me di la vuelta y me fui de su empresa.

En el camino a casa estaba perdida. En mi mundo. Decidí ir a la cafetería, hace unas semanas no he venido gracias a una persona, tan fácil de adivinar.

Al entrar pude ver a Yugyeom en una de las mesas. Me acerqué a una de ellas y me tapé un poco para que no logre distinguirme. Vi como se acercaba después de dejar la orden en la mesa anterior.

-Buenas, ¿Qué desea ordenar, señorita? -él siempre tan cordial con las chicas.

-i love it when you call me Señorita~ -canté tomándolo por sorpresa seguido de soltar una carcajada.

-Ridícula. -rió- Ya me había dado un susto, creí que era una loca.

Reímos juntos.

-¿Que te trae por acá? -me pregunta sentándose frente a mí.

-La verdad, digamos que Taehyung es un completo hijo de p-... -paré de hablar al darme cuenta que tenía miradas en mi persona- hijo de puta. -terminé susurrando avergonzada.

Rodó los ojos,- No es algo nuevo, chica.

-Lo sé. -se creó un pequeño silencio hasta que volví a hablar- ¿Dond-...?

-¡Mesero! -alguien gritó y vi como Yugyeom rodaba nuevamente los ojos y me tomaba de la muñeca guiándome hasta la cocina.

Fue entonces que nos cruzamos con el señor Choi.

-¡_______, qué gusto verte!

Nos abrazamos y charlamos un buen rato los 3, hasta me había ofrecido un café y un par de croissant.

-Jefe, Yo también puedo comer. Soy un buen empleado. -chistó acercando su mano a uno de mis croissant.

-No. -respondió con una sonrisa apartando su mano. Yo por otro lado me encontraba riendo a más no poder.

Y desde aquel comentario del señor Choi, Yugy no dejó de preguntarle si lo decía por la comida o si en realidad no era buen empleado. Duró exactamente hasta que terminó su turno de trabajo, que por cierto, no cumplió el día de hoy.