Sin malas intenciones

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Estuve en la calle buscando cerca de 2 horas y no había rastro de Tommy. Sabía que no lo iba a encontrar pero volver a casa en estos momentos era una idea terrible. No podía aceptar la idea de que mi mamá fuera capaz de hacer algo así. Llamé varias veces a Dean y a Beth pero nunca contestaron. Frustrada, me dirigí al centro comercial por un helado. Era tonto pero sabía que me animaría un poco. Cuando entré al local vi a Dean y Beth sentados comiendo un cono. Me acerque con la ira fluyendo a través de mi.
-¿Así que por eso no contestaban? ¡¿Los estuve buscando como loca?!
Dean que no me había visto llegar se puso blanco como un fantasma y empezó a balbucear. Beth en cambio me sonrió aunque no era sincera pues en su mirada demostraba su desagrado.
-Perdón, Honey. Terminamos las lecciones y decidimos ir a celebrar que se lo había aprendido todo.
-¿Sin mi?-. Lo se, sonaba como una perra egoísta pero no lo pude controlar.
-Pues tu estabas en clases también ¿no, bebé?
Oh. Era cierto. Ahora me sentía algo tonta por haberme enojado.
-Si, lo siento. Esque mi mamá echó a Tommy de la casa y estoy algo sensible.
Beth abrió mucho los ojos.- ¡Stephi! Eso es horrible. ¿Ya lo buscaste bien?
-Por todos lados y nada.
No se a dónde lo mandó.
-Vamos a hacer volantes, ¿quieres, amor?
Dijo Dean. Yo asentí con la cabeza.
-Gracias.
Con el apoyo de mis dos personas más cercanas sentí de nuevo esperanza de poder encontrar a mi cachorro.

Regresé a mi casa cerca de las 10 P.M. Por desgracia, regresé sola. Todo se ve oscuro desde afuera así que probablemente ya estén dormidos mis padres. Mejor. No tengo ganas de hablar con ninguno de ellos.
Entro a la sala y la lámpara de pie se enciende.

-Stephanie, ¿ya viste la hora?
Era mi papá, se veía cansado.
-Estuve buscando a Tommy. No me fue bien, sin embargo.
-Me dijo tu madre que pelearon.
-Ella hecho a Tommy apropósito.
Dije, como si eso lo explicara todo.
-Ella te dijo que le buscaras un hogar.
-¡Lo hice! Este es su hogar. O lo era. Papá Tommy era mío y nunca fue un problema. ¡Era mi única compañía desde que Noah se fue y ella lo echó!
Estaba casi al borde de las lágrimas.
-Hija se que estas triste y lo que hizo tu madre tampoco estuvo bien, pero ella te dijo desde un principio que no lo quería en la casa.
-Ella quiere que todos seamos tan infelices como ella-. Dije en bajito.
Mi padre aspiro aire bruscamente y se puso rojo, cerró sus manos en puños y dijo-. Es suficiente Strphanie. Ese perro ya no esta y vas a tener que aceptarlo.
Mi comentario le afectó, lo capto.
-Lo siento Pá, no quería decir lo que dije.
Soltó un suspiro.- Sólo ve a tu cuarto, yo lidiare con tu madre.

No dije nada más y me fui a mi cuarto sintiéndome aún peor de lo que ya me sentía por haber disgustado a mi padre. Dios sabe que no quise lastimar a papá, pero hay cosas que simplemente debes pensar antes de decir o no decirlas en absoluto. Las cosas hirientes, por ejemplo.

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