A la deriva

Domingo

Los rayos del sol me despiertan del maravilloso sueño que estoy segura estaba teniendo, porque tengo una sonrisa en la cara.

Recuerdo que es domingo, día de ir al club a la comida familiar y mi sonrisa desaparece por completo.

Se que voy a ver a Dean y a su perfecta familia. Su padre seguramente se reirá con mi padre y hablarán por horas de lo fantástico que es que nuestras familias estén unidas por la relación que tenía con Dean.

Seguramente ya están Planeando la boda y el nombre de nuestro primer hijo que, sin duda, será hombre y se encargará del legado que seguro heredaremos.

No he visto a mi papá desde el jueves así que no sabe que ya no hay tal relación.

Luego de una charla motivacional con mi yo interior, logro salir de la cama y pasar a la ducha.

Me doy cuenta de que empiezo a cantar con más sentimiento que de costumbre.
Grito el coro de "Taking over me" de Lawson y los profundos ojos grises de Ryan vienen a mi mente.
Sacudo mi cabeza, haciendo un intento de baile sexy e intenso. Doy un paso hacia atrás y mi actuación se ve finalizada cuando piso mi jabón que debió haberse resbalado hasta el piso y caigo sobre mi trasero.

Me río de la simplicidad del momento. Me río de mi misma. Me río de la vida.

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Dolor es lo único que siento cuando camino y cuando me siento. Casi tuve que ponerme unas almohadas en las pompas para mitigar un poquito el dolor que me recorre cada que uso la mitad inferior de mi cuerpo.

Cuando me vio, Noah rió y rió hasta que lágrimas brotaron de sus ojos.
Le mostré el dedo medio.

-Juro que sólo a ti podría pasarte eso.- se burla.

-Soy especial.

-Sip, especialmente torpe.

Dios, quiero lanzarle mi zapato.
-Al menos soy bonita.

-¡Hijo!-interrumpe mi padre la pelea.

Noah fuerza una sonrisa.
-Hola, pá.

-¿Acabas de llegar?-pregunta animado.

-llegó ayer. ¿No te dijo mamá?- ahora definitivamente estoy enojada.

La mirada de mi papá es resignada.

-No hemos hablado mucho estos días.- Exhala fuertemente.

No han estado hablando mucho en los últimos años pero eso ya no me sorprende.

-Me voy en la noche.-es la primera vez que dice algo sobre volver, aunque se que para estas fechas ya está de vacaciones.
Pensé que se quedaría más tiempo.

Como si me hubiera leído la mente, mi padre dice.- pensé que te quedarías más tiempo.

Noah se remueve inquieto.

-Esque ya hice otros planes.

Hizo otros planes.
Solo.

Me siento traicionada por mi hermano, me ha abandonado en la boca del lobo.

Entonces, me doy cuenta.
Noah no me ha traicionado, sólo intenta vivir su vida aparte de nosotros y no lo culpo si pudiera, yo también me iría.

Me doy cuenta de lo egoísta que soy por desear retenerlo a mi lado. En un lugar donde nada se siente bien. Soy egoísta por querer que lleve la carga de nuevo.
Soy débil.

-Me alegra mucho escucharlo.- me las arreglo para decir. Se que no me ha creído porque en su mirada brilla la culpabilidad y algo parecido a una disculpa.

-¿A qué hora nos vamos?-mamá interrumpe la plática.

-Ya.- la complace mi padre.

Miro a Noah y el entiende perfectamente.

-Nosotros nos vamos en mi auto.

Mamá rueda los ojos.-Como quieran.