Abre los ojos

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5 minutos. ¡¿No pudo tardarse otros 5 minutos?! No, claro que no.
Esta era Charlotte, la señorita sincronía.
Aunque creo que, después de todo, si fue muy oportuna.
No se a dónde nos hubiera llevado esa plática si continuaba pero estoy segura como el infierno que no podría ser algo bueno.
O talvez podría, tal vez podría ser muy bueno pero aunque lo fuera, no puedo permitirme esos pensamientos que cada vez son más continuos.
Tienes novio, ¿recuerdas?
Me digo a mi misma y lo repito como un mantra.
Charlotte me mira con una ceja levantada. Creo que sabe por donde van mis pensamientos y eso nunca puede ser bueno.
-Si ya dejaste de fantasear, ¿crees que podamos empezar?
Dice, demostrándome que tiene tan pocas gana de hacer esto como yo.
-Humm, sip. Creo que ya podemos empezar.
Se cuanto odia que parezca que en realidad le estas autorizando a hacer algo así que por eso lo hago sonar de esa manera. No le daré ninguna señal de que me da un poco de miedo que me lea tan bien.
Rueda los ojos y se sienta en una silla justo enfrente de mi.
-Estuve investigando un poco acerca del tema y esto fue lo que encontré, dale un vistazo.
Me extiende los papeles con anotaciones a mano. Tiene una letra preciosa, otra cosa en lo que es mejor que yo, mi letra es un asco.
En general sus apuntes están bien y de hecho es una buena información. Le devuelvo sus apuntes.
-Creo que esta bien, ahora sólo tenemos que buscar un experimento que compruebe esta teoría. Lo puedo buscar y te lo adjunto en un correo.
Ofrezco mandarle la información.
-Seguro, entonces supongo que eso es todo. Me voy a pasar esto a la computadora y espero el correo para meterlo en el informe.
Me da una última mirada aburrida y se levanta. Se queda quieta y luego gira para ver a Ryan. Su mirada se suaviza.
-Mi hermano dice que te espera a las 9. Algo sobre ayudarlo con una mierda de Alisson.
Le saca la lengua y con eso se va.
-Vaya, eso fue rápido.
Dice Ryan. Apenas me acordaba que seguía aquí antes de que Charlie le hablara.
-Sip. Esas somos nosotras, vamos al grano.
-Dios no quiera que estén en la misma habitación más de 20 minuto porque sería el Apocalipsis.
Pone los ojos en blanco. El no lo entiende.
-No lo entiendes.
Repito en voz alta.
-Ella no es tan mala, Steph.
-Tu lo dices porque a ti no te han hecho sentir como la mierda.
Ella siempre ha sido encantadora contigo.
-Porque yo también he sido amable con ella-. Dice, como si fuera lo más obvio del mundo.
Me quiero enojar por lo que dice pero se muy en el fondo de mi que si ella me empujaba, yo empujaba de regreso. Esa no era una conducta exactamente buena para arreglar nuestra amistad.
-Realmente no se a dónde quieres llegar con esta plática, Ryan.
Es la primera vez que lo llamo por su nombre. Al menos en voz alta.
Suelta un suspiro fuertemente.
-A que deberían aprovechar esta pequeña broma del destino e intentar llevarse bien. Quizá puedan volver a ser amigas. Ya sabes, tener una amistad de verdad.
-Ya tengo amistades verdaderas. Esta Beth, ¿recuerdas?
-Ella no es tu amiga de verdad. Abre los ojos, Steph-. Suelta con rudeza.
Nunca había sido rudo. Duele un poco. Pero más que dolor, siento enojó y frustración.
-¿Quien demonios te crees que eres? Me llevas conociendo por jodidos 2 minutos y ¿ya crees que lo sabes todo sobre mi vida? No tienes derecho a hablar así de Beth.
Agarro mis cosas y me voy.
Que se guarde sus opiniones de mis amigos para él.

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