Celtics Irish Pub

13 0 0
                                    

El tiempo está pasando muy rápido, demasiado para mi gusto.

No es que sea algo malo, es sólo que me tomó desprevenida lo mucho que en realidad me gusta Ryan. Es increíble pasar tiempo con él, es mucho más que solo alguien guapo y popular, claro que, eso también es un extra y para nada me estoy quejando se eso.  Pero lo entiendo totalmente cuando me dice que no quiere que lo conozcan por sus papás, quiere que se acerquen a él por lo que es, por lo que hace y no solo por su apellido.  Si yo hubiera sido tan lista como él, no me hubieran seguido tantas personas solo por las cosas exclusivas a las que teníamos acceso en la escuela  como: no tener que hacer fila en la cafetería y obtener un mejor almuerzo, pero ¿Qué puedo decir? El almuerzo normal realmente apesta. Claro que, una cosa era comprender los motivos y otra completamente diferente era estar de acuerdo con ello.

Las semanas han pasado y Ryan y yo cada vez pasamos más tiempo juntos. Ahora  somos una pareja y aunque al principio fue todo un escándalo, ahora la mayoría lo toma como algo normal, casi todos lo han aceptado aunque Mark, el mejor amigo de Ryan sigue siendo bastante receloso en lo que a mí respecta. Aún teme por su hermanita menor, Charlie. Solíamos ser ‘’enemigas’’.  Ahora, hemos establecido un tipo de amistad que sí bien no somos mejores amigas si nos tenemos respeto, o al menos lo intentamos.

Ella ha aceptado bastante bien mi relación con Ryan y aunque sé que debería importarme una mierda lo que piense la gente, me alivia un poco ser aceptada por los amigos de Ryan.

Ryan está sentado a mi lado en la cafetería un miércoles excepcionalmente caluroso y despejado. El tipo de día que me llena de energía y disfruto de vez en cuando, por lo general, prefiero los días nublados.

—     ¿Qué piensas?—La suave voz de Ryan me saca de mis divagaciones. Está apoyando su cabeza en sobre su mano, sus ojos me sonríen. Mi interior se aprieta ante esa mirada.

—     En lo mucho que te quiero. —No puedo evitar que mi lado cursi se haga cargo de vez en cuando.

—     También te quiero, steph. —Me sonríe y agarra un mechón de mi cabello recientemente cortado.

—     Me estoy enfermando. —Mark hace un ruido parecido a sí estuviera vomitando. Ruedo los ojos.

—     Entonces no mires. —Le ladro. Mi paciencia se está agotando con él.

—     O podrían tener consideración con los demás y guardarse sus conversaciones acarameladas para cuando estén en la cama.

Mis mejillas se calientan. No hemos hablado realmente sobre hacerlo pero Mark habla como si ya fuese un hecho que nos estamos acostando.

Ryan le da una dura mirada por avergonzarme. —Metete en tus asuntos, idiota.

Escondo mi cara en la espalda de Ryan. Inspiro, su aroma me embriaga, es algo adictivo. 

Una mano me aprieta el lado derecho de mi estómago y yo chillo.

—     ¡Oye! ¿te enteraste?  Sacamos un bello sobresaliente en nuestro proyecto, ¡adiós examen final!— Charlie me enseña nuestra nota en el trabajo escrito y suelto un suspiro de alivio. Nos tomó muchas noches de discusiones y otras cuantas que perdimos gracias a Ryan que no dejaba de distraernos.

—     ¡Gracias  a Dios! Dudo que lograra aprobar un examen de esta materia.

—     Claro que podrías, nena. Yo te ayudaría. —ruedo los ojos y una carcajada se le escapa a Charlie.

—     ¿Así como nos ayudaste a hacer el proyecto? No gracias, corazón.

—     ¿Acaso no sacaron sobresaliente?—pregunta inocentemente.

A la derivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora