Fuertes brazos rodearon mi cintura y me levantaron un poco desde atrás. Dean. Mmm olía delicioso.
-Hola, nena. Te he extrañado.- dijo mientras me daba un suave beso en los labios.
-Yo también te extrañe.
-¿Dónde te habías metido? No te vi en el almuerzo.
Recordé mi pequeño choque con Ryan y decidí omitirlo, Dean se ponía celoso con facilidad.
-Yo umm, tuve que ir a buscar un libro de ciencia a la biblioteca.
-Nerd-. Dijo en broma y con una adorable sonrisa.
Sonreí.
Vi a Beth poner esa mirada rara, acercarse y meter totalmente la pata.
-Oh hola,Dean. Stephie ya te dijo de como Ryan hoy fue súper lindo y le presto su chaqueta?
La sonrisa de Dean desapareció de su cara.
-¿porqué te dio su chaqueta?
-Basta, no te hagas ideas en esa cabecita tuya. Una niña pasó corriendo y choco conmigo, derramó su café en mi y el estaba justo al lado. Sólo fue amable.
-El nunca es amable. En especial contigo.
-Dean, el SI es amable y ni siquiera habíamos hablado desde hace como 5 años o algo así.
-No importa, mejor que no empiece a hablarte ahora.
- Dios, aveces eres insoportable.- rodé los ojos y me di media vuelta. Si el se iba a portar como un idiota no me iba a quedar y soportarlo.
Antes de girar en un pasillo miré hacia atrás y vi a Beth sonreírle a Dean. Siempre era amable y cariñosa con el. Aveces cuando yo no llegaba a tiempo a una reunión o algo, Beth acompañaba a Dean. No me importa, se que nunca me lastimarían. Confío plenamente en ellos.
Más tarde en química Beth me dio un codazo. Un poco más fuerte de lo necesario.
-Creo que fue mala idea que le dijeras a Dean sobre Ryan.- dijo en un susurro.
-¡Fuiste tu quien lo menciono!- respondí en el mismo tono.
-Detalles- sacude su mano quitándole importancia a quien lo dijo.- se puso como loco, casi no logró convencerlo de que no hay nada entre ustedes.
-Esta exagerando. Gracias por calmarlo pero no era necesario, se enojó el solito así que puede contentarse solito.
-Así se habla. - tenía una sonrisa de suficiencia en su rostro.
-Aveces no te entiendo, Beth.
-No necesito que me entiendas, sólo que me quieras.
-Lo hago. Eres mi mejor amiga.- en verdad lo hacia. Quería a esta chica desde hace 9 años cuando llegó de California a mi escuela secundaria, se veía realmente indefensa con todos molestándola por tener grandes lentes y el cabello trenzado disparejamente, hubiera sido mucho peor que ser el juguete nuevo si la dejaba a su suerte. Somos inseparables desde entonces.
Ahora ya no llevaba lentes y se había convertido en una cosa sexy.
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A la deriva
Teen FictionNadie dijo que amar fuera fácil. Lástima que nadie le advirtió a Estephanie. De 17 años de edad, Estephanie siempre se ha sentido atraída por Ryan, el chico más sexy y encantador que haya conocido, pero pronto descubre que no todo es perfecto. Su r...