No paso ni 5 minutos en mi casa.
-¡Pá, ya llegué! ¡Ahora voy a casa de Dean!
Mi papá amaba a Dean. Era el hijo de uno de sus mejores amigos.
-¡No regreses muy tarde!-. Gritó de vuelta.
Esta vez no olvidé coger una chamarra. La temperatura estaba bajando muy rápido, eso o yo estaba temblando de nervios, temiendo la reacción de Dean cuando le confesará mi terrible desliz. Le diría que lo siento, no volvería a pasar.
Nunca.
Yo no soy de esas personas porque odiaría que alguien me hiciera eso y el karma lo devolvería. No hay que meterse con el Karma.Toco el timbre 2 veces. Nadie abre pero se que está aquí porque su coche esta justo enfrente. Me agacho y reviso debajo de la maceta que adorna el lado izquierdo de la puerta.
Bingo.
Con la llave de la entrada en mano ya nada me detiene de ir a confesar y aliviar la culpa.
Mientras subo por las escaleras se escucha una música pegajosa. Cuando llego a la puerta de su cuarto casi estoy bailando.
Supongo que sólo está pretendiendo estudiar porque con este ruido sería imposible concentrarse.Abro la puerta y lo que veo me deja helada. Las llaves caen al suelo, haciendo eco en mis oídos.
Un envoltorio de condón roto en el piso. La cama destendida.
Lo peor: Dean y Beth en ella. Moviéndose juntos, Rápido y sudoroso.
Dean es el que me ve primero. Se congela y hace a Beth a un lado.
Beth protesta e intenta subirse en él de nuevo. Luego me ve y entonces, me sonríe.Mi corazón se rompe. No por el acto en sí, pero por la traición de las 2 personas más importantes después de Noah.
-Stephanie, nena. Se que se ve mal pero no es...-Empieza, pero lo corto.
-No es que, ¿lo que parece? -Me hago con mi risa-. Yo creo que si. Es justo lo que parece.
-¿Te sorprende? Si es así entonces, eres más estúpida de lo que pensé. Llevamos haciéndolo desde el verano.- Beth se burla.
El aire se escapa de mis pulmones. Creo que voy a vomitar.
-¡¿Desde hace 6 meses?!
La ira creciendo dentro de mi.
-Si, pero no significó nada, nena. Tienes que creerme.
-¡Deja de llamarme así! Más bien deja de llamarme de ninguna maldita manera. No quiero hablar con ninguno de ustedes nunca más en mi vida. Y tu Beth, si te conformas con esto entonces tienes menos autoestima de lo que pensé.
Me mira con odio. Ahora entiendo esa mirada rara que siempre me daba. ODIO.
No lo soporto más, salgo de la casa antes de que me vean derrumbarme.Cuando llegué a mi casa era un mar de lágrimas y de cierta manera me sentía perdida. Le llamé a la única persona que me quedaba.
*....................*
-Quiero matarlo. Voy a matarlo-. Noah enfatiza la última parte.
Yo sorbí mi nariz y limpié las lágrimas de mis mejillas.
-Los odio. Confiaba en ellos. Noah, cada vez pierdo más la fe en la humanidad.
De acuerdo, estaba exagerando. Pero si se me hacia bastante deprimente que las personas a quienes consideras tus amigos, te apuñalen por la espalda.
-Veré si puedo ir mañana a casa, hermanita. No te preocupes, saldrás adelante y sabes que Beth siempre ha tenido celos de ti, no?
-Lo más irónico es que yo justamente iba a decirle que había besado a Ryan y no podía con la culpa, ¡y ellos llevaban haciéndolo por seis meses!
-¿Ryan? ¿Cómo Ryan Scott? ¿El mejor amigo del estúpido que te intimidaba cuando te querías defender de Charlotte?
-Ajam...
Me preparo para el sermón.
-Cristo, Steph. Por favor dime que te das cuenta de la ironía en esto.
Si esto es una venganza por esa niña juro que lo va a lamentar.-Tranquilo, papá. Estamos intentando llevarnos bien, sólo Mark es un poco pesado. De hecho suena mucho como tu.
-Ja. Ja. Que chistosa. Pero lo digo en serio.
-¿Quien me salvaría sí no fueses tu?
-Lo se, es difícil imaginarse una vida sin mi. Casi trágico.
-No se que haría sin ti, Noah.- mi voz sale como un susurro doloroso.
-Tranquila, pajarito. Nunca estarás sola para averiguarlo. Sabes que aunque todos se vayan siempre nos tendremos a nosotros, ¿cierto?
No contesté.
-¿Cierto? -. Intentó de nuevo.
-Cierto.- por fin recuperé mi voz.
-Eso. Ahora, ¿Cómo esta tu madre?
-También es la tuya, tonto.
-Nah, seguro soy adoptado.
Mi corazón se estremeció y sangró por él. Mamá era tan mala con él.-No digas eso, tienes los ojos de papá. Son hermosos.
-Son idénticos a los tuyos.
-¡Por eso!-. Resalto lo obvio.- Como sea, mamá está siendo un auténtico dolor en el trasero. Regalo a Tommy.
-¡¿Lo regaló?! ¿Qué dijo papá?
-Que ella me advirtió.- rodé mis ojos.
-Que buen equipo el que hacen.
-Lo se. No veo la hora de salir de este lugar, ir a Inglaterra a descubrir la tierra de nuestros antepasados. Apuesto a que eran de la realeza.-Le cuento mi plan.
-Seguro que limpiaban los baños.- se burla de mi.
-De seguro eran unos baños muy bonitos.
-Hermana, los baños son baños donde sea.
-Si tu lo dices hermano mayor. Tu eres el sabio en esta relación.
-En esta y en todas.- dice por lo bajo.
-¿En que otra relación estas? Oh por Dios, ¿Es bonita?
-Cristo. Recuérdame nunca presentarte a una novia, huiría de ti.
-No soy tan mala.- le digo herida.
-Para nada. Oye tengo que irme, ¿te veo mañana de acuerdo?
-Okey. Estudia mucho, te amo.
- Y yo a ti enana.
Es increíble como una charla con alguien especial hace todo un poco menos malo.
Después de hablar con Noah me sentía un poco más optimista.
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A la deriva
Teen FictionNadie dijo que amar fuera fácil. Lástima que nadie le advirtió a Estephanie. De 17 años de edad, Estephanie siempre se ha sentido atraída por Ryan, el chico más sexy y encantador que haya conocido, pero pronto descubre que no todo es perfecto. Su r...