Muerto {Billdip}

3. Dipper

-En el Mindscape-
Un joven de cabellos castaños se encontraba en la sala de una gran mansión, viendo la televisión, con un pijama de verano, el cual consistía en unos pantalones cortos (viejos) y una camiseta con un mensaje, "If you read this, you owe me a date". Recordaba haber comprado esa camiseta en un centro comercial de alguna dimensión, que literalmente, era un laberinto. Sonrió levemente al recordar como había llevado a cierto triángulo por media tienda hasta encontrar la dichosa camiseta. Estuvo bien.
-¿Qué piensas?
Siendo sinceros, casi se cae del sofá al escuchar esa voz. Se dirigió al dueño de esta, un chico rubio -teñido- con un traje negro y amarillo, el cual tenía una sospechosas manchas rojo carmesí.
-Pienso que podrías dedicarte a ser ninja.
-Pensé en ello, pero me daba pereza. En fin, ¿qué miras?
El castaño solo rodó los ojos ante el comportamiento del contrario.
-Quería saber que está haciendo Mabel. Aparte de que ahora está borracha, no hay ninguna novedad.
-No sabía que tomaba.
-A veces. Ya sabes, desde mi "muerte"-dijo haciendo una comillas con las manos- En fin, creo que me voy a dormir. Buenas noches, o lo que sea.
Se levantó del sofá, dispuesto a dirigirse a su cuarto, cuando una mano le agarró, impidiendo que se fuera. Iba a girarse a Bill y decirle que lo soltara, pero antes de darse cuenta estaba tumbado de nuevo en el mismo lugar desde dónde había observado a su hermana, con la diferencia de que el rubio estaba sobre él. Lo notó acercarse a su oído, susurrando algo que lo asustó de forma exagerada.
-No creas que voy a dejarte ir, y menos virgen.
A continuación el rubio se acercó a los labios del contrario, dejando que sus respiraciones entrechocaran. Por su parte, el castaño cerró con fuerza los ojos, esperando que el momento pasara. De un momento a otro, dejó de sentir la presión que el cuerpo del contrario ejercía sobre él, por lo que abrió los ojos de forma lenta, viendo al rubio sentado en el otro extremo del sofá, sonriendo de forma burlona.
-Estás rojo niño.
Ese último comentario lo enfadó bastante, terminando por teletransportarse a su cuarto, en el cual se tiró a la cama y enterró su cara en una almohada, dejando que unas lágrimas salieran de sus ojos. Sí, ese idiota teñido lo había enamorado, no sabía como, pero lo había hecho. Y odiaba que jugara con sus sentimientos. Mientras, Bill seguía en el sofá, preguntándose si debía dejar de jugar, y decirle a Dipper lo que sentía. Eso y que debería cambiarse de ropa.
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Bueno, pues eso.
Por si alguien no sabe inglés, en la camiseta de Dipper pone "Si lees esto, me debes una cita"