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-Hola, soy Lionel, deja un mensaje después de la señal, a no ser que seas Arthur, a ti te deseo que te pudras. Piiiiip.
-No responde.
-No importa. Como ves, tu “amigo” es un ser demasiado peligroso.
-¿Quién es qué?
-Tu estabas ahí.
-Ah. Has encontrado el vídeo. Espero que tengas un buen seguro contra accidentes extraños. Aunque siendo positivos, ya habrás contratado el servicio funerario. ¿No?
-¿Perdón?
-Aj. Mortales. Li puede matarte y que parece un accidente mejor que cualquier asesino serial.
-Mierda.
-Oh sí. Mierda. Ah sí, Mabel, Dip dice que en el pino sangriento.
-¿Qué cosa? Oh espera. Ya entiendo.
-Si quieres te llevo.
-¿Qué.  Está.  Pasando?
-Bueno Wendy, ocurre que…
-Que Lionel es un demonio y nos va a matar a todos.
-Yo no voy a matar a nadie.
Hubo un  chillido general.
-¡¿De dónde has salido?!
-De mi madre. Pero reciente, del servicio.-vio la pantalla, donde estaba el vídeo, pausado- Oh, ¿estabais viendo una película? Guay.
Y se sentó en el sofá, igual que quién espera un capítulo de una serie.
-¿Nos lo ibas a decir?
-¿Qué cosa Wen?
-No sé, tal vez que eres un demonio.
-Esa es una acusación muy grave. No creo ser tan malo. Excepto con Arthur. Ojalá y mueras solo, pequeña mierda.
-Li.
-¿Qué?
-Modales.
-He vivido aquí bastante, así que hago y digo lo que me dé la gana.
-Lionel. No.
El chico se levantó.
-¿No qué?
-No es tu casa.
Lo siguiente que escucharon fue un portazo.
-Creo que se ha enfadado.
-¿No vas a ir por él?
-No. Ya volverá. Le conozco. De hecho, sólo se me ocurre un lugar donde haya podido ir.
-¿Cuál?
-Adivina.











-¿Entonces ahora te van a echar?
-Eso creo.
-Pero no has hecho nada malo.
-Ahí está el problema. Ellos no lo saben. La verdad depende de quién la maneje.
-Oh. ¿Quieres un abrazo?
-Sí.
La pequeña de diez años le estrujó todo lo que pudo con su pequeños brazos.
-¿Mejor?
-Ajá. Gracias.
-De nada.
-¡Lionel!
Dipper se giró.
-¡Aquí estás! Te hemos buscado mucho rato, ¿dónde estabas?
-Aquí.
-¡Chicos, le he encontrado!
Enseguida todos le rodeaban, en silencio.
Al ver que nadie iba a decir nada, Dipper se tumbó sobre la tumba.
Su tumba.
-¿Estás tumbado… sobre una tumba?
-Lo estoy.
-¿No es un poco raro?
-No creo. Después de todo, vamos a terminar en una de estas.
-Eres raro.
-No eres el más indicado para decir eso, Arthur. Al fin y al cabo, no creo que esto sea más raro que lo que tú hayas hecho.
-¿Me estás acusando de algo?
-Tal vez.
-Ja. Tú no me vas a acusar de nada.
-Adivina. Ya lo he hecho.
-Serás-
-¡Dejad de discutir!
-Lo siento Wen.
-Yo no.
-¡Lionel!
-Vale, perdón. Por no saber interactuar con nadie y por ser un gilipollas. ¿Ya?
Todos se mantuvieron callados. Dipper se levantó de su tumba y se fue de nuevo.
Todo le estaba saliendo mal.
Y Arhtur le parecía cada vez más extraño.













°•Unas horas después•°
Dipper estaba sobre su cama.
Bill y Mabel le habían ayudado a solucionar las cosas, lo cual agradecía bastante.
-Los tíos llegan mañana Dipper.

Muerto {Billdip}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora