Muerto {Billdip}

30

Había sospechado de aquel chico desde que lo vió por primera vez.
Y sus sospechas se habían confirmado.
Ni siquiera el había podido sacar la guadaña, y ese chico lo había hecho sin más. Además de que era un insulto a su persona, parecía que no era la primera vez que hacía eso. Al cortar las almas, o lo que hubiera hecho, parecía concentrado, pero también relajado, casi aliviado. Muy extraño.
Decidió empezar a seguirlo e investigarlo, pero, nada más murmurar una respuesta a Arthur (ese chico que parecía adorarlo), se había marchado, como si estuviera en trance. Después, cuando lo encontró en su cuarto de la cabaña, la que parecía compartir, estaba dormido. Y así había sido los últimos dos días. Hasta donde sabía, no despertaba aún.
Esperaba tener más suerte ese día.

La tuvo. Entró en la cabaña, ya que tenía todo permiso, y lo encontró en la cocina, bebiendo algo de una taza. Café, a juzgar por el olor. Le daba la espalda, y no había hecho ruido al entrar, por lo que se sorprendió al oír su voz.
-¿Qué quiere?
Respiró profundo. Sospechaba que le trataba de usted por las pocas veces que se habían visto. Cinco, creía.
-Hablar.
Esperaba una negativa, pero el chico se acercó a la cafetera y sirvió algo más en su taza, y en otra. Le indicó en un movimiento que se sentara, y eso hizo él. Le acercó el café.
-Hablemos entonces. ¿Que quiere saber?

Nombre: Lionel Dämon.
Gustos: Libros, leyendas urbanas, vivir en el bosque.
Disgustos: Ruido, demasiada gente, hablar de él.
Padre: Desconocido.
Madre: Desconocida.
Motivos de su estancia: Coche (limusina) estropeado.
Edad: 20-21.
Idiomas: Alemán, inglés.
Otros: Posiblemente huérfano. Silencioso, calculador, analiza bien la situación. Sospechoso de ser un demonio de la muerte.

Observó la ficha con los datos que había conseguido. Si conseguía más información, la añadiría. Por el momento, una de sus cámaras seguía al chico. Se retiró al lugar dónde se hospedaba por el momento, y encendió su ordenador. Como esperaba, el chico estaba en el bosque. Sentado enfrente de una extraña estatua, parecía hablar. Encendió el micrófono.
-...Y después vino este hombre y dijo que quería hablar. Me hizo muchas preguntas, de dónde era, que me gustaba, que no, quienes eran mis padres... Esa no me gustó. No me gusta hablar de ellos.-notó que se acariciaba una zona algo más arriba del tobillo- Por suerte, no insistió. Después se fue, la verdad no se porque me preguntó eso. Casi parecía un interrogatorio. Aunque no es como si pueda sacarme demasiado. Me gusta hablar contigo. No sé si me escuchas, pero antes eras el único, o eso pensaba. Era un niño, fácil de manipular, ¿no? Aunque todos lo son. Palabras dulces, algo de cariño, y ya te quieren. Creo que debería volver. ¿Volverás pronto de esa reunión? Espero que sí. O no podré seguir con el plan. Ya es difícil sin tí. Imagina si no vuelves.-se levantó y se alejó un poco. Pero enseguida volvió sobre sus pasos- Casi se me olvida.
Su manos se cubrieron de un brillo extraño, el cual rodeó la estatua. Después desapareció.
-Así vendrás pronto, espero. Porque estoy a punto de cagarla.
Del otro lado de la pantalla, el Cazador salió con prisa.
Tenía que encontrar a ese chico.

No fue difícil. Sólo tuvo que ir al contrario que los animales. Parecían huir de algo. Y cuanto más se acercaba a lo que fuera eso, peor se sentía. Más cansado. Más soñoliento. Con más ganas de dormir un rato. No lo hizo. Al fin llegó. Si era ese chico.
-¿Te digo un secreto?-sonreía demasiado, de una forma algo macabra- No pensé que llegaras. 6 minutos has tardado. La mayoría de la gente se pone a dormir. Supongo que es culpa mía.
-Sé lo que eres.
-¿Sí? ¿Crees que con un par de preguntas y una cámara que me sigue lo sacas todo? No, no lo haces. No sabes nada de mí.
-Eres un demonio. De la muerte.
-Eso lo sabes. Pero no sabes la razón.-su expresión cambió de aparente felicidad a seriedad- Y no lo sabrás, me temo.
Su cámaras cayeron, apagadas. No se dió cuenta hasta entonces, pero había algo rodeando su cuerpo.
-¿Que dirá la gente, al enterarse de que El Cazador ha muerto tratando de proteger a un chico del demonio que se esconde en Gravity Falls?-en su voz había un tono de preocupación falsa- Me encantará saberlo. Por el momento, no te preocupes, nos volveremos a ver. Antes de lo que parece, eso seguro.
Lo último que vió antes de que la cosa lo recubriera, fue la sonrisa de satisfacción del demonio.

No, el Cazador no está muerto.
Volverá.
O no, depende :V
Por cierto, falta poco para el final.