Muerto {Billdip}

26

-...Y eso es todo lo que quería decir.
Silencio.
Dipper sabía que Stan y Ford no se lo iban a tomar genial, pero seguía nervioso. Les había contado lo mismo que a su hermana, y confiaba en que se lo tomaran más o menos igual de bien.
-¿Lo sabe alguien más?
-Sólo Mabel, tío Ford.
-Bien.-se levantó- Sería contraproducente. Espero que hagas buenas decisiones.
Dipper asintió.
-Bueno, mientras no espantes a la clientela, no tengo problema.
Se esperaba algo así de Stan.
-Um. Vale.
Y los Pines mayores se retiraron.
-Ha ido mejor de lo que esperaba.
Bill no había hablado en todo ese tiempo, por lo que a Dipper casi se le para el corazón al oírlo.
-¿Que hacemos ahora?
-No sé.-Inspiró hondo-¡MABEL! ¿QUIERES IR POR HELADO?
-¡AHORA BAJO!
Y en menos de medio minuto, la castaña ya estaba en el piso de abajo.
-¡Vamosvamosvamosss!
Algo curioso el hecho que lo dijera, teniendo en cuenta que prácticamente los estaba arrastrando fuera.

-Chocomenta, vainilla y fresa. Quince con veinte.
Pagaron y fueron a sentarse en un banco cercano, cada uno con su helado. Mabel se acabó el suyo rápidamente, y comenzó a molestar a Dipper, pidiéndole que le diera un poco del de vainilla.
-Déjala que coma un poco.
-Claro Bill, como a ninguno nos gusta el de chocomenta, no tienes que darle a ella.
-Te quejas mucho.
-No me des razones.
Su agradable conversación se vió interrumpida por dos chicas que se habían lanzado a brazos de su acompañante, sacándole un pequeño grito a Dipper.
Candy y Grenda.
-¡Chicas!
Mabel sonrió y empezó a hablar apresuradamente con sus amigas, alejándose un poco de su hermano.
-Chicas...
Murmuró algo molesto.
-¿Tienes celos?
-No es eso es que...-se acomodó mejor en el banco, dejando su piernas donde se había sentado su hermana, y apoyando su cabeza en las piernas del rubio- Hemos estado mucho tiempo separados y quiero recuperarlo. Y por eso me molesta que esté con ellas.-calló un segundo- Tal vez si son celos.
Esto sólo hizo reír al rubio. Muchas veces era gracioso lo aniñado que Dipper se volvía.
-Bueno, no creo que esté mal que pase un rato con sus amigas.
-Lo que digas.
Dipper cerró los ojos.
Y soñó.

A la mayoría le gusta soñar.
Se huye de la realidad.
A Dipper no siempre.
Al ser un demonio de la muerte, podía percibirla.
A veces sin darse cuenta.
En ese momento estaba en el mismo lugar, sólo que más oscuro. Además de que sólo veía a un niño llorando.
No parecía tener más de cuatro años, y sin embargo, tenía demasiado poder.
Dipper analizó su futuro inmediato. Si no hacía algo, ese niño, al crecer, sería demasiado peligroso.
Se acercó a él.
-Hey, ¿estás bien?
El pequeño lo miró.
Y gritó.

Dipper se cubrió los oídos, tratando de neutralizar el potente sonido que emergía de la pequeña boca del niño.
"Menudos pulmones"
Empezó a oir más voces, murmullos y susurros.
Y no es que sonarán a cumplidos.
Pronto notó que el chillido no venía del niño, él se había callado hacia no mucho, si no de su propia cabeza. Entendió levemente la palabra mentiroso, y fraude. Se agarró la cabeza. Sí había pasado por eso antes, pero nunca tan potente. Sin saber de donde, recibió un golpe.
Y abrió los ojos.
Toda la gente que había estado en la plaza lo observaba. Se dió cuenta de que tenías al niño agarrado de una fórmula y parecía que se lo quería llevar.
"Mierdamierdamierda. Haz algo, reacciona"
Salió corriendo.
A sus espaldas oyó una voz-de hecho la única voz que se podía oír en ese momento-, diciendo algo de que iba a llamar a Cazador.
No se dió la vuelta para preguntar.
Solo siguió el camino.

Nadie:
Absolutamente nadie:
Ni un alma:
Yo: Actualizar a las 12:32 am
22/11/2019