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-____: ¡Wonhito! ¡Estoy en casa!

La casa parecía estar totalmente vacía. No escuchaba a Wonho ni lo veía por ningún lado.

-____: ¿Wonho? Si hay alguien aquí, que se manifieste.

Y obviamente, nadie se manifestó. Pensé que tal vez estaba en el baño, pero en el baño de arriba, porque si estuviera en el de aquí abajo ya me habría escuchado.

Subí al piso de arriba pisando lo más flojito posible el suelo, quería escucharlo todo, y vaya si lo escuchaba todo...

-Wonho: Aah...

Escuchaba con tremenda claridad sus gemidos, acompañados de su alterada respiración. Se estaba dando placer y parecía estar tremendamente excitado. No sabía si intervenir o dejarle terminar.

Puse la mano en el pomo de la puerta de su habitación. No estaba segura de si debía hacer eso, pues no quería interrumpirle, pero... Seguro que él me recibía con gusto. A la de tres, abrí con valor la puerta.

-Wonho: Hostia... Qué susto, ____ —paró por completo, incluso intentó taparse un poco.

-____: Qué haces... —sabía lo que hacía, pero quería que él me lo dijera.

-Wonho: E-eh... Nada...

-____: Wonho, mírate. Qué me estás contando.

-Wonho: Bueno... Es que me han entrado ganas...

-____: Te entran ganas cuando me voy... ¿Es que no quieres hacerlo conmigo?

-Wonho: ____, qué cosas dices... Ven.

Me acerqué lentamente hasta donde él se encontraba, tumbado en la cama. Acarició mi pierna, tal vez intentaba ponerme cachonda a mí tambien.

-____: No, no, no. Estoy enfadada.

-Wonho: ¿Por qué?

-____: Porque has hecho cosas malas sin mí.

-Wonho: Pues vienes a tiempo, puedo darte como a ti te gusta...

-____: No, hoy me toca castigarte —pasé un dedo por toda su extensión.

-Wonho: Pero me gustaría estar dentro de ti.

-____: Se trata de un castigo, no voy a dejar que me toques.

-Wonho: ¿Cómo?

Mientras, yo iba quitándome los pantalones y la camiseta.

-____: Te prohíbo usar las manos. Si me tocas o te tocas a ti mismo, intentaré que el castigo sea peor.

-Wonho: Uh... Me pone que seas así.

-____: Pues no te acostumbres mucho.

Aún vestida por mi ropa interior, me senté delante suya, entre sus piernas ligeramente abiertas.

-Wonho: Espera, toma.

No me había dado cuenta, pero en la mesita de noche había un botecito morado que ponía Durex.

-Wonho: Es lubricante.

Estiré mis brazos con las palmas de mis manos hacia arriba, de esta forma él me echó lubricante. Froté un poco mis manitas y empapé su pene con lo que había echado en mis manos. Así, empecé a masajearle. Combinaba movimientos rápidos y lentos, a veces provocándole demasiada excitación. Con una mano, toqué y apreté, sin hacerle daño, sus testículos, sin dejar de masturbarle con la otra mano.

STEPFATHER • Wonho +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora