8. Siempre estaremos cuándo nos necesites.

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Luz...

Cámara...

Acción...

-¿Qué sucedió aquí?

Fue lo primero que pregunté al momento de ver a las monjas reunidas en un lugar, caminé ahí, y me llevé una gran sorpresa al ver a Aurora cubierta de comida, la directora la estaba regañando, ella tenía su mirada alta, no lo bajaba, más bien, la confrontaba.

Era un desastre, esté era el mismo lugar en donde los hombres nos ven por primera ves antes de... Oh, no, eso significa que el hombre que salió llenó de comida y furioso de aquí, era el hombre al qué sería entregada como regalo.

Pobre Aurora, ella para nada quiere esto, en realidad nadie, desearía hacer algo, ella no acostumbra esto, es muy desafiante, no cederá por más castigos que le den. Es admirable, desearía poder ser así, pero no, por más que quiero, no puedo, la cobardía me gana.

-¿Sabes lo qué acabas de hacer?

-Sí, y me siento orgullosa, no soy una idiota, sé que lo que hacen es ilegal de muchas maneras, así que por más que intenté matarme a latigazos jamás obedeceré. Tal vez muera en el intentó, oh, a lo mejor me castigue.-Se encogió de hombros restandole importancia- Pero, mi dignidad es más grande que cualquier cosa, por más que quiera usted que sea igual a las chicas de aquí, jamás lo seré ¿Sabé porqué? Por qué el amor a mi misma es más grande que cualquier cosa, Señora-Recalcó lo último con sarcasmo.

La directora se dio vuelta a otra dirección-Veamos cuánto te dura ese amor por tí misma, ya que si sigues así, te quedarás más que sola, cuándo entiendas que lo que hacemos es por tú bien,-

Bufa-¿Qué bien me podrían hacer? Solo le advierto señora qué todo lo malo que se hace en esta vida se paga.

-Pues que se le hará, no todos vamos al cielo ¿Oh, si? Tienes toda la noche para arreglar esto, sino, olvidate de comer e inclusive dormir en una cama.

Continuó su caminar en dirección a la salida, al llegar a mi lado se detuvo.

-Sigueme, Laura.

Asentí, encontré mi mirada en algún momento con la de Aurora, la cuál solo me dio una pequeña sonrisa. Sé que estaba mal, por más que deseaba fingir ser fuerte, no lo logró. Puedo ver por el reflejó sus ojos lo mal que estaba. Debió ser difícil para ella todo esto. Y lo será más al momento en el que se vaya con él.

Esperó que las cosas mejoren para ella, y que pueda salir adelante y a la vez este fuera de esto, ruego, con toda mi alma, que todo esto se haga realidad. Ya que jamás pudiera desearle continuar con esto.

Caminamos hasta llegar por fin a la oficina de la directora. Señaló el sofá, obedecí y me senté.

-¿Cómo te fue con Christopher Dumont?

-Bien, me relacione bien con sus amistades y obedecí como siempre a todo.

-Según el hombre de seguridad, el Sr. Dumont golpeó a un hombre, ¿Me explicas porqué?

Me levanté del sillón-Un hombre me invitó a bailar, me negué, Christopher se enojó y debido a eso lo golpeó.

La directora se levantó, caminó hacía mí, estrelló con fuerza su palma con mi mejilla, aguanté, lo merecía, sé que es así, nisiquiera la palabra debí dirigirle, toda acción o problema que tenga mi amo, y esté yo involucrada, es mi culpa, y debo pagarlo.

-¿Viste lo que hiciste?-Sí, lo sé-Arruinaste el día para el Sr. Dumont, por tú culpa-Me apuntó con el dedo índice-Quedó mal parado ante la sociedad inglesa.

M U Ñ E C ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora