Luz...
Cámara...
Acción....
¿Temor? Era poco lo que representa esa palabra en este momento, no puedo reaccionar. Tengo muchas dudas, ¿Porqué yo? Acaso, ¿No era lo suficiente estar aquí? No quiero ni deseó estar con él, su sola presencia me hace temblar, mi miedo crece cada vez que lo veo. Solo basta con verlo a los ojos para saber que es un sujetó frío y sin corazón. No quiero, ni deseó estar aquí, quiero conocer el único y verdadero amor. Este hombre jamás llegaría a serlo. Si existirá la sola remota posibilidad de huir de esta situación, la usaría, no puedo nisiquiera sostener mi mirada con la suya. La siento como si me quemara en el mismo infierno. Él me provocaba un temor tan grande que nisiquiera una monja logró darme, sabia que no podía, ni debía hacer ningún escándalo.
¿Sabes que si te portas mal te castigarán y de todas maneras él te llevará?
Odiaba cuando mi subconsciente tenia razón. Ganaría un castigo y luego me llevaría con él, a lo mejor deba frenar un poco mi paranoia, relajarme y ver porqué de todas las chicas de este lugar me escogió a mí. No tengo nada de especial, ojos azules y una melena rubia. La cual me recuerda que la bruja no lo es, y a lo mejor mi padre sí, aveces me preguntó ¿Cómo será físicamente? No recuerdo en algún momento a mi madre hablarme o describirme como era, siempre eran evasivas.
Un carraspeo me sacó por completo de mis pensamientos, levante la mirada, y me encontré con una profunda mirada verde.
-¿Gustas sentarse?- Hizo una señal con la mano para que me sentará en la silla.
Al menos es caballeroso.
Asentí con la mirada baja, no puedo levantarla hasta obtener su permiso, es una falta de respeto mirar al amo a los ojos.-Gracias.
-Levanta la mirada-Alce la mirada con lentitud, apreciaba los minutos que tendría, sin tener que ver esos oscuros y frios ojos verdes.- Eres toda una muñeca.-Acercó su mano a mi rostro, acariciándolo con lentitud, yo solo deseaba que se alejara no soportaba su toqué.
Luchaba internamente para controlar mis impulsos, y no rechazar al hombre que se convertiría en mi amo y señor.
-Eres perfecta.
-¿Puedo preguntarle algo?- Me arme de valor una vez que dejo de tocar mi mejilla.
-Claro, muñeca.
-¿Porqué a mí?
Su expresión se volvió tensa y su mirada se oscurece mas de la cuenta, deseaba huir lo mas lejos posible de ahí.-Eres hermosa, y me gusto oír la respuesta que le diste a la directora.- Asentí. -Dime, ¿De verdad me complacerías, y no habría día en el que no quedaría satisfecho de tí?
Hablé con la mirada baja-Así tiene que ser, las monjas me enseñaron qué debo complacerlo para que jamas te aburriera de mí.
Escuche la silla arrastrándose, sentía sus pasos cada vez mas cerca-Demuéstralo.-Levante la mirada y me encontré con su mirada.-Levantate.-Obedecí a su orden.-Bésame.
Observé con detenimiento mis zapatos-Jamás he besado a ningún hombre.
Sentí como me jalo de la cintura, atrayendo a su fuerte y fornido cuerpo.-Me alegra escuchar eso, mírame-Levante la mirada.-Cuando salgas de aquí quiero que continúes siendo así de complaciente.
Acercó poco a poco nuestros rostros, acarició mis mejilla, detuvo su toqué y su mirada fue a mis labios. Nos miramos por un segundo. Me atrajo por completó a él, unió nuestros labios, no tenía ninguna experiencia besando, esperaba no decepcionarlo. Tenía que dar mi mayor esfuerzo, aúnque no creó que lo haya logrado. La forma tan ágil en la que movía su lengua me hacía sentir estúpida ya que no contaba con la misma experiencia.
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M U Ñ E C A
CasualeNO SE PERMITE COPIA, ADAPTACIÓN O TRADUCCIÓN. OBRA LEGÍTIMA DE LA AUTORA VICTORIA A. ADRIAL AYALA Cederé a todo lo que me digas. Sinopsis. Laura Watson es una chica que desde su niñez tuvo que vivir un infierno por culpa de una venganza. Fue vendida...