32. Es lo que más deseo, morirme.

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Luz...

Cámara...

Acción...

—Luces hermosa. Laura—Me alago la encargada del horfanato.

Sonreí agradecía—Muchas gracias. Usted también.

Han pasado las semanas correspondientes para el día de la gran abertura del nuevo orfanato.
Observé el nuevo lugar que el Sr. Dumont dio a los niños, era grande y hermoso. Ubicado en una buena zona dónde podrían venir personas a adoptar. Eso es lo que mas deseo, que estos pequeños que no tienen un hogar logren tenerlo.

Esperaba en la puerta acompañada de la encargada del orfanato. Habia llegado temprano para encargarme que los últimos detalles estuvieran terminados. Estaba un poco cansada, no habia pegado el ojo el toda la noche. Era imposible hacerlo cuándo leí esos exámenes. Sentí tanta dicha de saber que pasará conmigo. Terminaré con esto de una vez. Es lo que más quiero y esta es la única forma que conozco.

Al leer los resultados fue inevitable no llorar. Estaba confundida. Si, sabía que esto podia llegar a ocurrir.  Pero no había de otra, no puedo por más que lo deseé cambiar que dicen esos resultados. Debo seguir, y continuar. No me dejaré vencer por el Sr. Dumont. No si me cuesta ahora la noticia más feliz que he recibido en mi vida. Ya que se que gracias a esos resultados mi vida cambiará.

—Un gusto. Sra  Dumont.—Besó el dorso de mi mano—Soy el Sr. Hudson—Saludó un hombre de traje que venía acompañado de una hermosa mujer de ojos celestes—Ella es mi esposa. Stella.

—Encantada—extendí mi mano.

La aceptó—Lo mismo digo. Sra. Dumont.

Negué ante sus palabras—Llámeme Laura.

Asintió—De acuerdo.

Sonreí agradecía—Espero y adopten aún pequeño, los niños son muy tiernos aquí. Verán que no se arrepentirán.

Compartieron una misma mirada en la cuál se detectaba el amor del uno hacia el otro. Como desearía teber a alguien  que me miré de esa forma. Que me abracé, que me consuele hasta en los peores momentos. Sienta que le importó, no solo como pareja ya que hay muchas maneras de amar a alguien.

—Lo haremos,—Aseguro Stella—hemos deseado tanto aún hijo que esperamos y sea una posibilidad.

—Lo será, espero y encuentren los que están buscando.

La noche siguió en recibir a todos los invitados. Necesitaba comer algo, mis pies me estaban lastimando. No podía ni siqueria continuar de este modo. Tomé asiento en una de las mesas, luego de haber pedido un vaso de agua. El doctor me ha a administrado unas píldoras. Fui al día siguiente de leer los exámenes, tengo muchas cosas que hacer y eso es lo que más me prohibió, hacer esfuerzo. ¿Qué otra opción tengo? Debo seguir con esto. Los niños me necesitan, yo los necesito para no sentirme tan sola. Aunque creo que despues de un tiempo la soledad no será problema.

—¿En que piensas?—Preguntó el oficial Harper al llegar a mi lado.

Tomé un poco de agua—En lo que vendrá.

Bajó su mirada—Debes confiar que las cosas saldrán bien.

—Lo siento como una manera de morir igual, ya que si fallo, yo—

No quiero ni pensar en eso.

Colocó su mano encima de la mia—Confía que no morirás, eres muy fuerte. Laura. No te rindas, sólo los cobardes lo hacen.

Reí—Puede que lo sea.

—No. Eres más fuerte de lo que crees.

Mis mejillas se sonrojaron—Gracias.

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