Luz...
Cámara...
Acción...
Eso no pasó.
Sentía algo extraño que me comenzó a invadir por completó. Me hacia sentir horrible y mal conmigo. Un ataque a mi pecho que se invadió por completo de preocupación. Sentía la misma cosa que sentí al momento en el que los perdí a ellos. Me sentía: impotente, inútil. Con una furia interna incontrolable que no podia desaparecer. Me sentía sin ganas de hacer algo. Solo deseaba huir de esa situación, esto me estaba lastimando. No puedo creer hasta donde he llegado. Esto no lo hubiese deseado ella para mi vida. Pero yo mismo fui el que llego a este punto.
Destruir vidas.
Habrá otro cargo de consciencia que me seguirá, que continuará en mi. Temo, y mucho. No sé cuantas veces he deseado eso, sentir paz, liberarme de todo y todos los cargos de consciencia por cosas que puede que no haya deseado hacer. Pero otras que hice pero no me importan. Siento que apesar de todo esto si que es lo mejor. Aúnque no entiendo por que duele, no debería sentir algo. Laura en mi vida núnca representó algo. Sólo la usé unos meses. Fue todo lo que logré.
Sentía una furia interna incontrolable. Ver ese beso entre mi Muñeca con ese oficial que no vale nada me hizo ver que no la he estado tratando como lo merece. Ella merece mas que joyas, dinero y un techo. Merece golpes, gritos y que le de un buen azote para que entienda que es lo que debe hacer. Ya estoy arto de advertencias y de palabras que no llegan a nada con ella. Necesito que entienda de una malditaves que esto no se quedará de este modo.
Sé que hacer con mujeres que creen que pueden ser más que astutas con los demás. Que solo por poseer un angelical rostro y un cuerpo de diosa manejan a los demas a su antojo estan más que equivocadas. Al menos conmigo. No pienso dejarme ordenar por ninguna persona, ni siquiera una mujer. Siento que gracias a ella llegué a este punto de mi desgraciada existencia.
Al cerrar la puerta de la casa noté el brillo asomarse en su mirada, la alegria imborrable que se plasmaba en su rostro. Sus exagerados ojos azules brillaban y mostraban una felicidad de espernaza. Estaba más que molesto al imaginar a mi Muñeca con un hombre tan repugnante como Bernard Harper. Crei en algún momento en sus palabras de seguir conmigo apesar de todo. No funcionó en lo absoluto lo inculcado en ese miserable lugar dónde la saqué. ¿Así dice ella agradecerne? Maldita, Laura.
Juré que todo lo que haría sería realidad. Y lo cumpliré, ya que acabaré con esos miserables que me traicionan. Harper entenderá a la mala que es lo que tiene que hacer un hombre como él en un mundo con este. No permitiré,— por más que Laura suplique, o diga que no se acercará o través — qué ese infeliz oficial acabé con nosotros. Aúnque no haya amor, ni buenos tratos de parte de ambos. Ella sabé a la perfección que lo nuestro no es ni será en algún momento real. Pero no por eso dejaré que me dejé a mí.
La tomé de ambos cabellos—¿Qué tal besa. Harper?
Pálidecio—¿Cómo te,—
—¿Me enteré? —Idiota, ¿creyó que jamás lo sabria?—Fue sencillo, al ir a el lugar de bebes noté que ese infeliz estaba muy agusto tocándote. Me enfurecí tanto que desee matarlo con mis propias manos—Retrocedió un paso—y lo peor de todo fue ver a mi esposa entregada a él como una zorra regalada—intentó huir, pero no se lo permití—¿Qué me dirás, Muñeca?—Pregunté—¡Vamos!—la incite.
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M U Ñ E C A
DiversosNO SE PERMITE COPIA, ADAPTACIÓN O TRADUCCIÓN. OBRA LEGÍTIMA DE LA AUTORA VICTORIA A. ADRIAL AYALA Cederé a todo lo que me digas. Sinopsis. Laura Watson es una chica que desde su niñez tuvo que vivir un infierno por culpa de una venganza. Fue vendida...