||3|| ¿Qué te parecerá mi sorpresa, Verusha?

328 22 25
                                    

Dedicado a: @Ah_bella

Luz...

Cámara...

Acción...

Seis años atrás...

Apenas llegó a la habitación, se sentó en el borde de la cama mientras observaba a la chica perder su vista en el horizonte.

—La cena será en unos minutos, quise informarte ya que no has salido de tu alcoba. —sonó dulce y amigable, pero, internamente preocupada.

Deseaba saber la razón de su actitud y de porqué ha actuado tan depresivamente este mes. Aunque, por lo sucedido cree conocer la razón, ella vivió lo mismo, ambas compartían una misma experiencia.

— Es difícil para ti, ¿No es así? No te culpo, también para mi lo es, sentirte acorralada y que acabaron con tu único rayo de luz.—comentó con un tono de dolor por lo que ha vivido.

La rubia, apartó las lágrimas de su rostro con una mano y centró su vista en la que estaba en la cama.

—¿Cómo lo hiciste? ¿cómo lograste sobrevivir a tanto? Yo simplemente hubiera escapado o pedido ayuda.—Dijo como si fuera la manera simple de afrontar las cosas.

Pero no, la realidad es despiadada y traicionera.

No, en esta cruel vida esto es mucho más que pedir ayuda o intentar buscar una salida. Te agreden y golpean, la mínima ayuda puede llegar a traicionar o morir, ¿Estar dispuesta a correr el riesgo para la libertad? Toda decisión será un desafío que tendrá que cumplirse, es horrible acabar en un mundo donde tu no escogiste estar, y lo que se podría llamar vida podría.

Para ella le era aún más doloroso el saber que padeció la misma circunstancia, ¿Qué sería vivir siempre con esas anticuadas lecciones? Obedecer a alguien, sólo para no recibir golpes o perder la vida. Ser alguien que tiene ese única finalidad para sobrevivir. Pero... ¿Valdría la pena continuar con unas existencia así? La muerte también te sacaría de ese tipo de situación. Pero, no, ella confiaba en una esperanza que se desvaneció mientras que ha él lo conoció.

Lo que pensó como salida fue más, la entrada a otro infierno.

Sentada en la cama la mujer, se levantó y caminó al ventanal dónde se encontraba la chica. Llevó su mano a su hombro y le dio una caricia. La rubia sólo la observó por el ventanal.

—No pensé en huir porque sabía que al hacer el menor intento, perdería la vida. Las autoridades son manejables con el poder del dinero, y si no llegaba a ser de las mejores no me llegarían a presionar tanto. Había noches en las que no dormía con solo lograr alcanzar la perfección. Tenía la fe de que al menos siendo la compra de mi amo, llegaría a ser feliz. Y mírame, ya lo soy,—Sonrió con un brillo nuevo y especial en sus azules ojos.

La chica del ventanal dio una afirmación llena de seguridad.

—Si, y me da gusto ser parte de esa felicidad. No me arrepiento lo que hice, tu no pagaste las consecuencias ese día y sé que ahora estaremos muy bien.—Giró a su dirección —podremos salir de esta, además, te veo más alegre, las terapias te están sirviendo.—Se sentía dichosa de si misma por salvarla, aunque una parte está rota por lo sucedido prefería disfrazarlo.

M U Ñ E C ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora