Luz...
Cámara...
Acción...
Al observar mi reflejo a través del espejo, mi rostro se mostraba totalmente fatal. Algo tan mal que ni el maquillaje pudo lograr disfrazar. Debo hacer lo posible para que no se enfade, ya no quiero seguir viviendo agredida por él. Me lástima con solo una mirada, con solo un toqué, con solo un beso. Quisiera que no fuera de esa forma, por sus tratos y actitudes tan frias y déspotas solo producen que mi rencor se incrementa.
He intentado, lo he hecho. Pero no puedo, por más que quiera seguir. Siento que las palabras que me dijo Aurora en algún momento están provocando algo en mi. Quiero ser tratada de otra forma, quiero tener la oportunidad de que me amen y amar. Siempre pedí, y rogué a la vida eso. Pero al parecer como toda mi vida hasta ahora seguiré de esta manera.
Detuve mi paso al escuchar voces provenientes del despacho del Sr. Dumont. Caminé a esta, observé por la manilla de la puerta. Me sorprendí al verlo llorar con un retrato en manos. Era la primera vez que lo veía tan destrozado y vulnerable. Sé que no debería sentirlo, pero era inevitable no sentir lastima por él los.
Su mano y mirada no abandonaban el retrato-Los amo, y jamás dejaré de hacerlo.-Su voz esta rota, sus ojos estaban dilatados y cubiertos de lágrimas.-no permitiré que algo les pase. Ambos son, y serán siempre, todo para mi.
¿Quienes serán?
¿Por qué reflejará tanto dolor?
¿Qué tanto mal le hicieron, Sr. Dumont?
Como desearía conocer sus respuestas, asi comprendería, o alcanzaría al menos mi libertad. Eso es lo que más deseo, ser libre de tanto dolor. Ademas de que no quiero ni deseo ser madre. No estoy preparada para un embarazo, no quiero arruinar la vida de otro ser. Sé que este lugar núnca podrá ser llamado un hogar. Solo por la simple razón de que ni el Sr. Dumont ni yo, contamos con siquiera una pizca de amor, imposible que le demos eso a un bebe. No espondria a otra persona a una vida tan miserable y triste como esta. No creó llegar a darle el amor que le haga falta.
Toqué a la puerta, necesitaba al menos acercarme. Lograr al menos mi libertad, sé que no será del todo. Pero escapare aunque sea para disfrutar una pisca de la vida que tengo.
-¿Qué quieres?-Habló en un tono seco.
Caminé hacia él y me acerqué hasta llegar a su lado-¿Porqué no va a descansar, Sr. Dumont?
Alzó una ceja y observo mis movimientos con recelo-Tengo trabajo, algo que no entenderías ya que no es cosa de mujeres.
Asentí-¿Quiere que le preparé un té?
Arrimo su asiento, y se levantó de su lugar. Su mano viajo a mi rostro, me miró con sumo cuidado y acarició con exhaustiva precaución mi rostro. Su otra mano comenzó a viajar por mi cintura hasta mi trasero, me atrajó a él de un solo movimiento.
Sus ojos seguían húmedos-No quiero nada.
Asentí-De acuerdo.
Me observaba de una manera que no lograba descifrar-Dime la verdad.-con su pulgar acarició mi labio inferior-¿sientes algo por mi?
Mi vista viajo a otra parte de su despacho, evadí por completo su mirada-Sr. Dumont,-
Ambas manos se concentraron en mi rostro, obligándome a mirarlo-Dime, ¿Realmente me amas, Laura? ¿Sientes siquiera lastima por mi? ¿Como me ves realmente?
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M U Ñ E C A
DiversosNO SE PERMITE COPIA, ADAPTACIÓN O TRADUCCIÓN. OBRA LEGÍTIMA DE LA AUTORA VICTORIA A. ADRIAL AYALA Cederé a todo lo que me digas. Sinopsis. Laura Watson es una chica que desde su niñez tuvo que vivir un infierno por culpa de una venganza. Fue vendida...