Prohibido Decir Te Quiero [TERMINADA | BORRADOR 2017]

Capítulo 62

Grace

6 de mayo de 2015

—¡No, basta! —grita el profesor a la vez que se levanta de su lugar con una mueca de enfado y fastidio. Se acerca hasta el escenario con lentitud—. ¿Qué es lo que te ocurre, Savahana? Te has equivocado en el diálogo seis veces en menos de veinte minutos. ¿Qué va mal contigo?

Todos vemos como el sonrojo de la rubia crece. Ella murmura una disculpa para el profesor y éste nos da quince minutos de descanso. Cuando la chica pasa a mi lado me lanza una mirada de reproche, como si su distracción fuera toda culpa mía.

—Tal parece que no tendremos más chica dulce y simpática —dice Sebastian llegando a mi lado y rodeando mis hombros con su brazo—. ¿Notaste su mirada?

—Creo que me odia —murmuro en respuesta.

Comienzo a caminar a los bastidores en busca de mi botella de agua. El pelinegro camina a mi lado.

—No te odia —murmura, a manera que solo yo escuche—. Te envidia. Tú tienes lo que ella no, y desde mucho antes.

Ruedo los ojos y tomo mi botella. Hidrato mi garganta y sonrío porque ya lo necesitaba. Converso un poco con Sebastian y aprovecho para realizar una corta llamada a la madre de Jared para preguntar cómo esta él. Una vez los quince minutos terminan, Bastian me ayuda a incorporarme y comenzamos a caminar de vuelta a nuestros sitios. Entonces una chica pasa por mi lado chocándome por el hombro. Cuando volteo me da una sonrisa de lo más fingida.

—Zorra —masculla, y entonces se va.

Es inevitable que me quede clavada en el sitio, un poco en shock por lo ambiguo de la situación. Es decir, conozco a la chica. Es una de las extras, amiga de Savahana. ¿De verdad se atrevió a hacer eso?

—Dime que acabo de imaginar lo que sucedió.

—En absoluto.

—Tengo noticias —es lo primero que Jared me dice cuando entro a su habitación.

Por su gran sonrisa y el brillo en sus ojos grises, puedo intuir que lo que dirá a continuación será algo que todos celebraremos. Le devuelvo la sonrisa y me acerco hasta su cama sin poder evitar emocionarme.

—¿Y cuáles son esas noticias? —cuestiono antes de inclinarme para dejar un corto beso en sus labios.

—Me darán de alta mañana —comunica.

Es inevitable que me sienta feliz y aliviada. Por fin podré verlo en otro lugar que no sea este cuarto que llega a ser asfixiante. Soy consiente de cuanto le desespera estar aquí, en cama, durante todo el día. Jared ha perdido algo de peso y su semblante no es el mejor. Estoy segura de que hallarse en su propia casa le sentará bien.

—Esa es una excelente noticia —tomo su mano y me siento a su lado en la incómoda cama de hospital—. ¿Y qué es lo demás?

—Mamá se quedará hasta la siguiente semana y papá vendrá el viernes, así que pensé que el sábado podríamos ir a cenar los cuatro a algún lugar.

—Oh, vaya —murmuro, un tanto nerviosa al respecto—. Me encantará cenar con tus padres y contigo, Jared. Solo espero no ser un desastre al respecto.

—No serás un desastre, Grace. Ellos te amarán tal y como yo lo hago.

—¿Nos ponemos cursis nuevamente?

—Tenemos nuestros momentos.

Ambos reímos, aunque de inmediato me arrepiento porque noto como tuerce sus labios. Nos han dicho que sus costillas tardarán poco más de un mes en sanar, quizá menos, depende de su organismo. Al menos el riesgo de perforación de algún órgano vital ya no es latente, me imagino que por ello han decidido darle de alta.