Grace
16 de octubre, 2014
Voy caminando por el campus con Sebastian, acabamos de salir de un corto ensayo. Todo va con prisa, cada vez queda menos tiempo para que Orgullo y Prejuicio vea la luz y eso me emociona de una manera que no sé explicar.
Mi carga horaria ya ha acabado, solo me resta esperar una hora más a mi castaña amiga Anne.–¿Quieres acompañarme a mi entrenamiento de natación, belleza?
Ruedo los ojos, Sebas ya ha tomado la manía de decirme belleza cuando se dirige a mi. No es molesto, sé que lo hace de manera amistosa, casi ya puedo considerarlo un amigo, pero aún así suena un poco raro para mi.
–No sabia que estuvieras en el equipo de natación.
Debí imaginarlo claro, el chico tiene un cuerpo magnífico, espaldas anchas y brazos trabajados, ya puedo imaginarme su abdomen con tabletas bien marcadas.
–Tengo media beca gracias a ello, y es algo que me gusta, aunque no más que la actuación.
–Eso suena genial, lastima que ya casi te graduas.
El chico lleva su mano dramáticamente al pecho y suspira con pesadez, yo río, me gusta pasar tiempo con Sebastian, es muy agradable para mi, es mi clase de persona, porque sí, yo, Grace Cobiane tengo varias clases especiales de personas.
–Tus primos hablaron conmigo, ¿sabes?
Mis ojos se abren con sorpresa y me detengo obligándolo a mirarme.
–¿De qué hablaron contigo?
–Ellos preguntaron sobre mis intenciones sobre ti.
–¿Y que dijiste tú?
La sonrisa de Sebastian se ensancha, pasa un brazo sobre mis hombros y me obliga a continuar caminando, la risa que suelta me hace saber que no fue algo muy inocente.
–Les dije que mi intención era acostarme contigo hasta presentar la obra, ya sabes, para mantenerte motivada.
–Santo Dios... –susurro y cubro mi rostro con ambas manos, no puedo evitar reír también– ¿Y qué respondieron?
–Al principio sospecho que querían golpearme o dejarme botado a mitad de ciudad, pero luego creo que intuyeron que solo bromeaba.
Suelto una pequeña carcajada. De verdad me cae muy bien este chico pelinegro, es toda una caja de humor y sorpresas con su toque de comentarios picantes.
Continuamos caminando en dirección a las albercas mientras charlamos sobre música, incluso cantamos un poco, no tenemos las mejores voces del mundo, pero tampoco nos escuchamos como perros aullando.
Al llegar a las albercas Sebastian me dice que entre y lo espere sentada en las gradas, él irá a los vestidores y me alcanzará en unos minutos.
Asiento y me regala una bonita sonrisa antes de murmurar "Andando, belleza", no puedo evitar rodar los ojos.
Me adentro en el edificio acomodando mi mochila y rebuscando entre las libretas mi guión, siempre es un buen momento para ensayar, aunque ya me he aprendido casi todos los diálogos que me corresponden.
El edificio de las albercas es un tanto caluroso, un calor húmedo que supongo es por la temperatura del agua, me recuerda al clima de la costa, especialmente al de esa playa a la que fui de niña con mis padres en México, Acapulco, claro que menos bochornoso.
Una imagen que capto por el rabillo del ojo llama mi atención, dejo de rebuscar y levanto la vista en dirección a la alberca de clavados, algo flota en la superficie, algo oscuro, entre cierro los ojos y la figura se hace más clara, no es un algo en definitiva, es un alguien.
ESTÁS LEYENDO
Prohibido Decir Te Quiero [TERMINADA | BORRADOR 2017]
Roman d'amourGrace Cobiane es una chica que sabe lo que quiere. Persigue sus sueños sin importar qué puedan decir los demás. Dejando de lado su carácter engreído y la hábil lengua sarcástica, hay una parte de ella que es real y pocas personas conocen. Cuando su...