Grace
11 de abril de 2015
—Yo puedo con esto —murmuro, mientras sostengo con fuerza el pastel que Jared y yo hemos traído a la pequeña convivencia familiar que mis padres han organizado—. Debo estar tranquila, todo saldrá estupendo.
Escucho una ligera risa provenir del asiento del copiloto y me giro de inmediato a Jared. Le dirijo una mirada no muy cariñosa.
—No te rías de mí.
—No me estoy riendo de ti, cariño —dice él, con su voz tan sensual y esa media sonrisa que me derrite por completo.
—Claro que te ríes de mí; te burlas de mi diatriba mental —bufo con frustración—. No es divertido, Jared.
—Sí que lo es. Estas tan preocupada por lo que dirán tus papás, y es gracioso verte así.
—No me preocupa lo que dirán, ¿vale? Quiero estar contigo, digan lo que digan. Pero claro que me gustaría que te llevaras genial con ellos y vieran en ti todo lo que yo veo. Pero mi papá es muy... Bueno, soy su niñita, te interrogará y mamá te mirará de esa manera —entrecierro los ojos y enarco una ceja, en un intento de imitar a mamá—. Quiero evitarte eso, no deseo que salgas corriendo.
Jared vuelve a reír y yo como que quiero golpearlo y también besarlo. Confuso, lo sé, pero él despierta en mí esas ganas de dar y recibir mimos y ser toda cursi y color de rosa y todas esas cosas. Es decir, antes lo era, pero con medida, en cambio con Jared comparto tanto y siento tanto que mi sangre se podría llenar de azúcar y mi estómago de mariposas.
—A tu mamá le caigo bien, debes admitirlo —comenta, tan seguro de sí mismo que casi me lo creo—. Y he charlado antes con tu papá; además, los conozco de años. Todo estará bien, lo prometo.
Suspiro, creyendo a medias sus palabras. En verdad no puedo estar nerviosa por algo tan simple. Toda mi familia conoce a Jared, ¿por qué me preocupo? Oh, claro. Ya lo sé. Porque quiero que esto funcione. En mi corazón tengo esta necesidad de que esta relación vaya todo lo bien que pueda, por vez primera estoy dando todo de mí y se siente tan bien que odiaría perderlo nuevamente. Dolería con mayor intensidad.
Respiro con profundidad y salgo del auto sosteniendo ambos pays de manzana y canela que compramos para la ocasión. Jared, aparte, trajo consigo una botella de vino para obsequiar a mis papás. Caminamos juntos por la calzada, él sostiene una de mis manos con nuestros dedos entrelazados y este pequeño acto me da seguridad, besa el dorso muy cariñosamente antes de que yo abra la puerta principal.
—Aquí vamos —murmura cerca de mí oído—. ¿Crees que tu padre se moleste si le llamo "suegro"?
—Te dije que las cosas irían bien —me dice Jared mientras lo acompaño a la puerta de entrada.
—Sí, lo sé... Pero nunca se sabe en realidad —respondo restando importancia.
Escucho la ligera risa del ojigris y no puedo evitar rodar los ojos. Bien, sí, tal vez exageré un poco con mi nerviosismo. De hecho, las cosas salieron estupendamente bien. Mis padres casi ni se sorprendieron cuando les expuse mi relación con el chico Danniels. Papá lo tomó bien a mi parecer, conversó con Jared durante gran parte de la reunión y mamá le dio doble ración de su famoso flan, así que en definitiva lo aceptaron de la mejor manera.
—Cariño... —Jared toma una de mis manos y entrelaza nuestros dedos.
Es inevitable que sienta una corriente eléctrica recorrerme desde nuestras manos unidas hasta llegar a cada fibra de mi ser. Antes, cuando leía algunas novelas, creía que los escritores exageraban un poco describiendo las piernas de gelatina y los suspiros contenidos, pero ahora puedo constatar que son realidad. Creo que no puedes sentirlos hasta que llega la persona indicada a tu vida, esa que tambalea tu mundo y te hace desear que el tiempo se detenga.
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Prohibido Decir Te Quiero [TERMINADA | BORRADOR 2017]
RomanceGrace Cobiane es una chica que sabe lo que quiere. Persigue sus sueños sin importar qué puedan decir los demás. Dejando de lado su carácter engreído y la hábil lengua sarcástica, hay una parte de ella que es real y pocas personas conocen. Cuando su...