Prohibido Decir Te Quiero [TERMINADA | BORRADOR 2017]

Capítulo 59

Grace

22 de abril de 2015

Suspiro con un poco de resignación a la vez que dejo un par folletos de adopción sobre la mesita de la sala.

Han sido unos días bastante densos. Para empezar, estoy lidiando con el impulso de ir y golpear a Michael Danniels por ser un completo imbécil. También estoy procurando ser lo más gentil con Anne, porque no quiero decir algo que vaya a lastimarla, y eso incluye insultar cruelmente a Michael Danniels. Y también procuro que esto no afecte mi relación con Jared. Decidí que mantendré una postura neutra cuando me encuentre con él, pero el veneno que deseo escupir contra su primo es bastante difícil de controlar.

Jared no defiende a Michael en absoluto. Incluso ha intentado que vea lo irracional de su actitud, pero eso no quita el daño que hizo con sus palabras a mi amiga. Ella realmente tenía la esperanza de que ambos estarían en esto, nunca creyó que él la dejaría sola con un pretexto tan estúpido e inverosímil como el llamarla mentirosa y limpiarse las manos.

Es decir, fue su novio. Debería conocerla mejor que eso. Debería saber que Anne nunca mentiría con algo tan importante o rompería un maldito condón adrede. Jamás pasaría. Entiendo por completo que el miedo a veces es mucho más fuerte que la racionalidad, lo he experimentado y cometí errores a raíz de ello. Pero, ¡vamos! Cuando te das cuenta de ello intentas remediarlo, ¿no es así?

En una situación como esta no solo puedes "Aprender de los errores", debes tomar parte de ello y afrontar las consecuencias. ¿Por qué, Michael Jeffrey Danniels, no afrontas las malditas consecuencias como un hombre maduro?

Y, al darle vueltas al asunto, esa ira regresa a mí y quiero gritar. Quiero despotricar contra Michael y decirle lo imbécil, idiota, estúpido que esta siendo con esto. Pero, nuevamente recuerdo que no debo tomar parte tan a pecho con respecto a la situación. Al final, no seré yo quien decida algo con respecto al pequeño embrión alojado en el vientre de mi amiga.

—¿Grace? —justo ella aparece; se acerca lentamente a mi encuentro.

—Hola, Anne. ¿Cómo te sientes?

La castaña ha sufrido bastante con los mareos, sin embargo, el doctor le proporcionó una medicina para lidiar con ello momentáneamente. Tiene mejor aspecto, y gracias al cielo sus ojos no se hallan hinchados por el llanto.

—Mejor, gracias —toma asiento a mi lado y mantiene su vista en los folletos de la mesita por unos segundos antes de girarse a mí—. No voy a hacerlo, Grace.

—¿No harás qué cosa? —cuestiono, un poco confundida con respecto a qué acción no llevará a cabo.

—No daré a mi bebé en adopción —dice con seguridad y esa determinación de acero aparece en su mirada—. Ya sabes que el aborto nunca fue una opción, pero el dar en adopción... No puedo hacerlo, Grace. Es mi bebé. No podría desprenderme de él así como así.

» Sé que en el momento en el cual lo tenga en brazos me enamoraré perdidamente de él. Ya lo amo sin siquiera tenerlo aquí. Probablemente mi vida será un caos con su llegada, deberé trabajar para darle una vida adecuada y... Dios, es una responsabilidad bastante grande. Pero lo tomaré como vaya y no pienso rendirme. Lo haré por mi bebé, lo haré por ambos.

Anne entonces sonríe y no puedo evitar sentirme orgullosa de ella. No hago más que abrazarla con fuerza. Definitivamente será una gran madre, independientemente de las circunstancias. Además, estoy segura de que ni sus padres, ni yo por supuesto, la dejaremos sola. Puedo aligerar los gastos de la casa por mi cuenta. Y, miento si digo que no me emociona un poco la llegada del pequeño o pequeña.