Prohibido Decir Te Quiero [TERMINADA | BORRADOR 2017]

Capítulo 26

Jared

20 de noviembre, 2014

Me encuentro sentado en uno de los sillones de la vivienda de Savahana. ¿Cómo sucedió? Bueno, ni yo lo sé. Solo estoy convencido de que de alguna manera en la charla que tuvimos ayer, ella pudo persuadirme para venir a ayudarle a ensayar sus líneas.

Una cosa que he notado desde que estoy aquí es que es muy incómodo. Savahana y yo no hemos llegado a ese punto de relación en donde yo pueda ir su casa, pero al parecer a ella le gusta andar rápido.

La rubia me sonríe cuando nuestras miradas se cruzan, yo devuelvo la sonrisa. Savahana vuelve a hablar y continúa recitando todo el guion que ya se sabe de memoria.

Una de las compañeras de vivienda de Savahana, una pelirroja de la cual me comentó ayer, entra por la puerta. Al verme sentado aquí frunce el ceño y su mirada viaja de inmediato hasta dónde mi amiga —que es la única forma en la cual se me ocurre llamarla— esta parada, con las manos a los costados.

—Savahana Allen... ¿estabas por desnudarte para él?

Me levanto como un resorte del lugar donde estaba sentado. La declaración de la chica pelirroja me descoloca por completo. Hasta el día de hoy nunca pensé en Savahana de esa manera. Nunca me imaginé un nosotros dos desnudos en alguna habitación. Hasta hoy, solo he tenido el panorama de la espalda de Grace desnuda bajo mis manos, pero de nadie más.

Cuando me giro me encuentro con una Savahana absolutamente sonrojada, desde el cuello hasta el nacimiento del cabello. Su cabello rubio se distingue más debido a ello. Sus ojos azules están muy abiertos, y al parecer se ha quedado muda por la sorpresa.

Antes de ser todo un caballero y rescatarla de esta incómoda situación, me permito pensar en los pocos sonrojos que he visto de Grace. Su rubor se suele limitar a las mejillas, o solo es que nunca se ha avergonzado tanto como ahora Savahana.

—Hola —hablo y me permito deslizar una sonrisa ladeada hacia la chica pelirroja— mi nombre es Jared. Y no, Savahana no estaba por quitarse la ropa para mí.

La chica me mira con desconfianza un par de segundos para luego encogerse de hombros y reventar una bomba de chicle que viene mascando.

—Es una lástima. Esta rubia necesita una vida sexual, porque actualmente no existe.

El rubor de la rubia solo aumenta de color, creo que siento el calor que desprende su rostro hasta dónde estoy.

—¡Cállate, Niky! —espeta Savahana con un tonillo de desespero— Jared y yo solo somos amigos. Estaba ayudándome a estudiar mis diálogos.

La pelirroja Niky vuelve a encogerse de hombros, y, mirándonos con indiferencia, se pierde por uno de los pasillos con rumbo a su habitación, supongo.

—Eso fue... raro —comento, para quitar un poco la tensión del ambiente.

Savahana chilla y lleva sus manos a las mejillas. Puedo ver que esta turbada por lo que acaba de suceder, no la culpo, me he dado cuenta de que es un poco insegura y sensible. Puede reflejar sus emociones con mucha claridad, es como un libro abierto.

—Disculpa a mi compañera, por favor. Es una lengua suelta.

Savahana evita mirarme, y sé que sería grosero por mi parte reír ante su apuro, así que procuro no hacerlo.

—Creo que mejor me voy. Ya es tarde y voy a ir a ver a alguien.

La rubia me mira y hace un puchero. Me doy cuenta de que sus labios son llenos y rosados al natural. Nunca he negado que es bonita, y en el pasado salí con rubias. Pero no deseo que Savahana vea esto como una oportunidad. En mis planes actuales no entra una relación. No quiero ilusionarla.