Una Oportunidad ||Joerick - Virgato|| Terminada

8. Confía en mí

—Pasa —el tono de Erick era neutro, no lograba saber si estaba molesto o dolido.

Joel dirigió la mirada a Zabdiel, pidiéndole que los dejara solos o que hiciera algo para que Erick se fuera a la de ellos. El mayor entendió y le dijo algo en el oído al ojiverde, quien asintió con cansancio.

—Espero que le tengas una buena explicación, Joel —el rubio le susurró, poniéndole una mano en el hombro antes de cerrar la puerta.

Al salir, hizo una mueca cuando pasó por la habitación que supuso era de Chris, ya que escuchó su risa. No era justo que Erick estuviera tan desanimado mientras él reía con su amiguita

En la habitación, Erick se sentó en su lado de la cama y se cruzó de brazos, esperando que Joel iniciara la conversación. Lo que menos se esperaba era un regaño, pensaba que iba a disculparse o algo por el estilo. Su furia creció aún más.

—¡¿Qué te pasa?! —sintió a Joel tomarlo de los hombros con fuerza, pero sin ser brusco —. ¡Necesitaba buscar el lugar con Christopher!

En un movimiento rápido se zafó del agarre y retrocedió unos cuantos pasos. Analizó al contrario con la mirada y levantó la mano hasta impactarla contra su mejilla.

Joel abrió los ojos de par en par al sentir el ardor, no podía estar pasando de nuevo. Trató de contener sus ganas de devolver la acción y contó mentalmente hasta diez.

—Me pasa que saliste con tu amante, ¡¿crees que es poco?! —negó frenéticamente con la cabeza y detuvo el siguiente golpe que iba a recibir.

—¡Christopher no es mi amante!

—Pero lo fue, ¿qué me asegura que no pasó nada hoy?

Estaba listo para volver a gritar, pero al escuchar las palabras de su novio y ver su expresión, se dio cuenta de que él tenía razón. Pasó las manos por su rostro con frustración y se sentó a su lado.

—Te entiendo, yo...

—No entiendes, yo estuve con muchas personas, pero jamás te dije que estaba enamorado —asintió lentamente y se acercó hasta abrazarlo.

—Debes confiar en mí, si en algún momento hay alguien más, yo te lo haría saber —Erick sonrió y sintió sus ojos húmedos.

—Eso no me hace sentir mejor.

—Solo quiero decirte que yo haría las cosas bien, si tú estás siendo el mejor, entonces yo también lo seré. No veo por qué engañarte.

—Porque tal vez te sigue gustando Chris —levantó la mirada y examinó el semblante del rizado.

Joel lo miraba de una forma tan penetrante, que no puedo evitar sentirse extraño o pensar que había dicho algo malo. No recibió respuesta, solo un simple roce de labios. Eso no lo dejó tranquilo, pero tampoco quería parecer insistente en ese tema de Christopher, él no podía arruinar la armonía de su relación.

Ahora solo quería que todo eso acabara para irse con su novio otra vez, tenía razón al sentir miedo de volver. No podía odiar a su supuesto rival, porque sabía que solo se había aprovechado de la oportunidad que él mismo había dejado, pero sí tenía miedo de que le quitara a Joel de nuevo.

Ahora solo le quedaba rogar para que Christopher fuera bisexual y fuera novio de la chica que se presentó como su amiga, al menos que tuvieran algo. Siempre había sido un celoso, pero nunca se había sentido tan amenazado y tan dudoso con la fidelidad de su pareja.

De todas las formas en las que los pudo haber descubierto, tenía que ser en la cama. Eso era lo que más le dolía, porque Christopher no sólo tuvo acceso a su corazón, sino también a su cuerpo. El solo hecho de imaginar a su novio entregándose a otro hombre le revolvía el estómago.